Las elecciones del Partido Justicialista en once distritos de la provincia de Buenos Aires marcaron en algunos casos una apatía en la participación de los comicios internos del sello insignia del Frente de Todos.
En General Pueyrredón, una de las ciudades más populosas de la Provincia, votaron 5.200 personas, apenas el 15,2 por ciento del padrón constituido por 34 mil afiliados. En San Martín, el PJ tuvo una interna con apenas el 17,5 por ciento.
“Tenemos el padrón que no está actualizado del 2013, hay muchos fallecidos y algunos recientemente. Faltan afiliaciones jóvenes. En ésa época votaron 5000 aproximadamente y ahora 4800”, afirmó en diálogo con La Tecla la abogada Stella Maris Vuillermet, que quedó segunda en la interna del PJ de San Miguel con un 42 por ciento.
En Magdalena, del total de 1366 afiliados, el número de electores total fue de 453, representando un total de 33,16 por ciento.
En el distrito de la Segunda, hubo interna entre el ex diputado y ex concejal Ricardo “Cacalo” Gorostiza, veterano dirigente que preside el Parque Industrial Comirsa de esa localidad, y el dirigente Federico Pérez, ex presidente de la Juventud Peronista. El ganador fue Gorostiza, con 199 votos, sobre Pérez que obtuvo 80 voluntades.
“La participación es fundamental para ver el músculo del PJ. En una interna del peronismo en un distrito de 30 o 40 mil habitantes que voten menos de 300 personas (caso Ramallo) es que estamos en problemas de representatividad serio”, opinó una voz experimentada del peronismo.
En el caso de Ayacucho, de un padrón de 1900, 800 afiliados fueron a votar. “Las internas son importantes. Nosotros somos peronistas, no estamos con La Cámpora y el kirchnerismo y para nosotros la respuesta fue buena. Peleamos con una estructura nacional y provincial, con cargos y todo lo que significa”, opinó Darío David, ex intendente, que respaldó la lista de Ana Clara Révori, que resultó derrotada.
En Tres de Febrero, el PJ tiene 18.800 afiliados y 3.975 votaron en la interna. Desde el sector de Juan Debandi, ganador de la elección, el comicios tuvo una “mayor participación de la que se esperaba”.
Un triunfo interno sin un amplio respaldo del electorado, le resta volumen a quienes imponen, pero también pueden prender una señal de alarma para un Frente de Todos que en el orden nacional quiere ir unido al 2023, pero que se sacude con los conflictos internos y sin resolver los problemas económicos.
“Fue más que nada un acto formal. La gente tiene otras prioridades en este momento, los que fueron a votar fueron en su mayoría involucrados”, concluyó en off the record un dirigente del peronismo del interior bonaerense.
|
