¿Sesionará la Legislatura sin acuerdo entre oficialismo y oposición?, es la pregunta que se realizan unos y otros, que negocian a contrarreloj para dar forma al texto definitivo de las leyes Fiscal Impositiva y de Endeudamiento que envió el gobernador Axel Kicillof.
Con la segunda en plena etapa de afinación, la pauta de impuestos para el próximo año centra la tarea de los diputados y senadores, convocados para la tarde de mañana a sesión.
En el oficialismo aseguran que los ex Juntos sobreactúan con los cuestionamientos. “Tienen que mostrarse duros, cuestionando el texto en varios aspectos, pero confiamos en que finalmente habrá sesión”, aseguran desde la bancada de Unión por la Patria.
Saben que los dardos radicales y amarillos están dirigidos al tope del 300% de incremento (regiría solo para los montos más altos, entre un 8% y un 10%del total de contribuyentes) dispuesto para el Inmobiliario, uno de los ejes centrales de la reunión que esta mañana mantuvieron legisladores opositores con el ministro de Economía bonaerense, Pablo López.
Desde el sector que conforman la UCR y el PRO, ahora en bloques separados, evalúan que el Ejecutivo hizo “un pedido para negociar, que está muy por encima de la inflación acumulada, porque quieren un promedio de 200% y un pico de 300%”.
“Ellos después van a empezar a tener la actualización por IPC (Índice de Precios al Consumidor), por lo que no hay motivo para pensar que se van a quedar cortos. Lo que estamos planteando es que hay que cuidar el bolsillo de los bonaerenses generando aumentos que sean acordes a la inflación. Porque lo de diciembre, enero, febrero se va a actualizar”, señaló uno de los responsables de revisar el texto del Gobierno.
En efecto, el nuevo cuadro incluiría una actualización por inflación en el Inmobiliario, por lo que la oposición cree que si decían que el promedio era de 150%, equiparado a inflación, probablemente se lo intentasen bajar.
Algunos apuestan a que el Ejecutivo baje sus pretensiones y acepte ponerse en línea con los incrementos dispuestos por la mayoría de los intendentes para las tasas, que va del 120 al 150 por ciento para el año próximo.
Otro punto que cuestionan es el artículo le da la “posibilidad a ARBA para que exija un anticipo de Ingresos Brutos de hasta cuatro veces el impuesto determinado para octubre de 2023, y lo que queremos es que achiquemos los saldos a favor de las empresas, no en contra de ellas. En este contexto no es bueno ahogarlas”, señalaron.
También pusieron el grito en el cielo en nombre del campo, que cuestiona no solo el nivel de presión impositiva, sino un artículo en especial. Es el que dispone que los propietarios de campos cuya valuación fiscal sea mayor a $ 39 millones deberán pagar una cuota extra del impuesto inmobiliario rural.
"En realidad, las trabas están en todos los patrimoniales: el Inmobiliario Urbano edificado, el Urbano baldío, las patentes", aclaró una fuente del radicalismo.
No hay, en cambio, mayores objeciones con el pedido de Endeudamiento. “Según lo que nos dijeron serán letras, con una autorización para que usen los remanentes de los créditos internacionales de obras. En principio los 1.800 millones de dólares solicitados son para renovar deuda existente, no un endeudamiento extra”, revelaron.
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