Y no es para menos, el escenario político que ha provocado la victoria de Julio Alak inició una etapa de crispación en las distintas fuerzas en donde muchos se sienten caciques ante la ausencia de indios.
La presidencia, el primer objetivo
Presidir el Concejo, es el objetivo primario de los distintos bloques que entienden que tener “la voz cantante del mismo” implica una ventaja clave a la hora del tratamiento de los distintos proyectos.
Sin embargo, y aquí todos coinciden, el gran problema es que nadie se pone de acuerdo en estipular “el elegido” y las peleas se suceden en el nuevo oficialismo como en la oposición.
Por el lado de los primeros, hay un duelo que no termina de aclarar el panorama y, lejos de eso, se va oscureciendo con resquemores que parecía habían terminado en el peronismo de la ciudad.
Unos consideran que quien debe presidir el Concejo de la mano de Unión por la Patria, debería ser el primer concejal que acompañó en la lista al intendente elegido, lugar que le correspondería al camporista Pablo Elías. Otros en cambio creen que ese lugar debería ser para el concejal Marcelo Galland, muy cercano y de gran confianza con Julio Alak.
Por estas horas el tema debe estar resuelto ya que de imponer el oficialismo al presidente, podría conformar a ambos contendientes entregándole al perdedor la jefatura de su bancada.
Conventillo en la oposición
Claro está que la pulseada de poder es aún más complicada en quienes pasan ahora a ser oposición luego de ocho años de ser oficialismo.
El cambio de autoridades y composición del legislativo municipal, le da a Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza la posibilidad de contar con 14 concejales sobre 10 del oficialismo y pretender así quedarse por fuerza numérica con la presidencia que en la actualidad ostenta la mano derecha de Julio Garro: Darío Ganduglia.
El problema es que esos 14 concejales iniciaron una batalla tal que, a esta altura, nadie imagina que puedan llegar unidos antes de la asunción de cada uno de ellos.
Dinamitar Juntos por el Cambio a nivel nacional, provocó divisiones que se ven acentuadas a nivel local. Por un lado están los concejales que responden a Garro y al PRO, y otros dos que se pusieron la camiseta de Patricia Bullrich y se encuentran más cerca de los libertarios que de sus viejos compañeros.
En el tercer grupo aparecen los dos concejales que ingresan por la Libertad Avanza (Florencia Defeo y Guillermo Bardón) ya manifestaron que mantendrán su independencia y que no serán parte del bloque de Juntos por el Cambio, aunque no se descarta que puedan alcanzar alguna vicepresidencia
Por si esto fuera poco, el cuarto grupo, tiene como protagonista a los radicales que postulan como presidenciable para el concejo al ex diputado provincial Diego Rovella y por estas horas no se descarta que el ex concejal "lilito" Javier Mor Roig, que gozaba de licencia para ocupar una silla en el directorio de la Autoridad del Agua, regrese al concejo para pelear dicho lugar.
Llenando casilleros
Finalmente hay que remarcar que además de la puja por el deseado sillón presidenciable, aparecen no menos apetecibles vicepresidencias y jefaturas de los respectivos bloques amén de consensuar los que estarán al frente de las secretarias legislativa y administrativa.
Lo concreto es la fuerza ganadora en la última elección deberá establecer acuerdos ya que quedará en minoría tanto para sesionar como para obtener mayoría simple o especial
Las horas van pasando y lo concreto es que mientras la oposición se sigue disgregando
hay un enorme temario por discutir en un año donde en el Concejo Deliberante la rosca fue la principal protagonista ante una llamativa y alarmante carencia de ideas.
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