Por primera vez, a 40 años de la vuelta de la democracia, los precandidatos a la Presidencia y la Gobernación no pudieron concluir su campaña rumbo a las PASO. El asesinato de una niña de 11 años en Lanús a manos de motochorros y el posterior deceso de dos manifestantes en Capital Federal, en el marco de las protestas por el paro de servicios de la línea Roca, terminaron de convulsionar el panorama social y dejaron a la política en segundo lugar.
Si bien desde hace tiempo los distintos sondeos nacionales y provinciales realizados por consultoras reflejaban el enojo del electorado con la dirigencia política y en las últimas elecciones provinciales bajó el nivel de baja participación, en la recta final a las urnas el malestar se intensificó y desembocó en tragedia.
La Tecla consultó con el analista político Gustavo González, quien opinó que “es un momento muy complejo. Lo que se ve es que los dos frentes principales tienen una crisis estructural, hay una indecisión sobre quien va a liderar el próximo proceso”.
“En los últimos 15, 20 años, el peronismo estuvo liderado por CFK y la oposición, aglutinada en Juntos por el Cambio, por Mauricio Macri. Esas dos figuras se están corriendo del escenario, entonces lo que la política está viviendo es un proceso de hallazgo del liderazgo”, profundizó.
Sobre los factores que incidieron en el crecimiento del malhumor social, González señaló que “hay un emergente importante que es Javier Milei, que es diferente a lo que vimos en los últimos 20 años. A eso le suma el tema de la inflación, dólar, sequía, Covid-19, la guerra en Ucrania y esto último, el asesinato de una nena muy chiquitita en Lanús, lo que provocó algo histórico, que no haya cierre de campaña. Es un clima muy complejo, la gente está muy mal”.
“La sociedad le está exigiendo a la dirigencia que haya política de consenso. La democracia tiene forma de disenso: hay distintos partidos políticos, fuerzas, etc. Ahora, hay cosas que tienen que correrse de ese escenario de disputa y establecerse como argumentos que trasciendan esos disensos para convertirse en razón de Estado, como por ejemplo la inseguridad. Me parece que es una problemática que exige grandes consensos por parte de los diferentes actores políticos, al igual que la inflación”, sostuvo el titular de la cátedra de Comunicación Política de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.
Ahondando en la situación del electorado, indicó que “están cansados, angustiados y malhumorados, porque ven que no hay soluciones. Ven que lo políticos no están entendiendo la gravedad de los problemas”.
Consultado por si el contexto socio-económico perjudica a alguna alianza en específico, agregó que “lo que esta pasando perjudica a la sociedad en su conjunto”.
En esa sintonía, sobre la baja participación, un fenómeno que comenzó en febrero en La Pampa y se extendió a lo largo del cronograma electoral, González observó que “la gente está dejando de ir. Yo creo que tiene que ver con esto: con el cansancio, el malhumor, porque muchas veces no le encuentran sentido a la participación electoral. Y eso es un problema, yo creo que ahí la política tendría que replantearse varias cosas y preguntarse por qué la gente no está participando”. |
