La puesta en escena del Congreso del Partido Justicialista (PJ) nacional en Caballito -para cumplir con formalidades- fue totalmente eclipsada por la carta que difundió Cristina Fernández de Kirchner y causó un enorme impacto político. La ratificación de no ser candidata silenció el canto que se escuchó apenas una hora antes en el club Ferrocarril Oeste. El kirchnerismo pasó del clamor al lamento en cuestión de instantes y busca no perder terreno. El acto del 25 sigue en pie y se profundiza la discusión por la conducción del espacio.
“Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal”, expresó CFK por redes sociales. Un baldazo de agua fría que congeló toda acción del operativo clamor que encabezada gran parte de la militancia K. Luego, cargó contra la Corte Suprema de Justicia y aseguró que “no voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática” para que “dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar”.
“Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial”, consideró. Una lectura similar a la expresada por Máximo Kirchner en cuanta reunión participa con dirigentes del peronismo. Incluso, el sábado en La Matanza, el presidente del PJ bonaerense dio otra muestra más de su reticencia a la candidatura de Cristina: "No hace falta ser candidato a algo para, realmente, poder transformar la realidad", lanzó.
Con Cristina fuera de las listas la preocupación inunda al kirchnerismo por distintos elementos que hacen a la vida política de cualquier espacio compuesto por diferentes tribus. Entonces asoman algunos puntos por resolver para no perder terreno hacia el interior del oficialismo: la puja por la conducción del FdT; el debate de la construcción del tan mencionado “programa de gobierno"; la definición de la táctica electoral (con o sin PASO); cómo efectuar la campaña y los lugares en las listas, por nombrar algunas aristas.
Desde la Gobernación bonaerense la primera reacción fue salir a ratificar que Axel Kicillof continuará con su plan para lograr la reelección. Una afirmación lógica en medio los planteos de algunos sectores para que sea el presidenciable del oficialismo. Asimismo, crecen las chances de concretar el desdoblamiento de los comicios. No obstante, señalan que “falta un montón” para el cierre de listas. En cuanto al eje del acto del 25 de mayo en el Obelisco para conmemorar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia, dejaron trascender que en la oportunidad "se reforzará la conducción de CFK".
Desde otro rincón del kirchnerismo señalaron a La Tecla que la Vicepresidenta “ejerce un liderazgo sobre la parte mayoritaria del Frente de todos". También confirmaron que esta tarde se desarrollará el encuentro previsto en la sede de SMATA para definir los detalles de la movilización de la semana próxima. Allí se espera la presencia de dirigentes gremiales, sociales, intendentes y funcionarios.
Por su parte, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, en declaraciones a radio AM750, admitió que “la carta de ayer modifica el escenario. Pero lo que yo recibo de los compañeros es que hay el doble de necesidad de movilizarse porque es un ataque al peronismo y a la democracia”. En ese aspecto, aseguró que CFK “no dice que no va a ser candidata porque se le dio la gana, sino que hay un escenario en el que el poder ha avanzado y radicalizó las condiciones de la realidad”.
El problema de la conducción del FdT comienza a evidenciarse cada vez más y es un elemento clave para desandar las definiciones pendientes. “Esto se resuelve con Alberto y Cristina sentados en una mesa”, expresaron desde el riñón del Presidente de la Nación e insistió en que CFK es de las personas que cumple con su palabra, en alusión a la ratificación de la negativa a ser candidata.
La no presencia de CFK en las listas configura un escenario adverso para el kirchnerismo y empodera a otros sectores del FdT. La lista de presidenciables se abre de par en par y la danza de nombres se intensifica. Sergio Massa, Daniel Scioli, Wado de Pedro, Agustín Rossi y Juan Grabois ya están sobre la mesa. Hasta ahora no apareció ninguno que provenga de la "argentina profunda".
Están los que pretenden dirimir las diferencias en internas abiertas como Alberto Fernández y Scioli, pero encuentran el rechazo del Frente Renovador a través de la figura de Massa. El massismo presiona para que exista un candidato único y no miran con buenos ojos la posibilidad de que se desdoble la elección en la provincia de Buenos Aires.
En este marco, la economía golpea duro a la mayoría de la sociedad producto del impacto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la incertidumbre es notoria. También es otro elemento que juega a la hora de definir el "programa de gobierno" en medio de las presiones del organismo multilateral y las recetas que impone para aplicar en el país. Ya es sabida la postura de Máximo Kirchner al respecto y abre otra incógnita en torno a cómo se posicionarán de cara a la etapa que se viene.
El 24 de junio es el cierre de listas y hasta el momento no hay definiciones concretas en el Frente de Todos. La carta de Cristina configura un nuevo escenario y las fichas en el tablero de los distintos sectores buscan reacomodarse para tener mejores condiciones a la hora de discutir los pasos a seguir. Ante esta situación, el kirchnerismo lamenta la decisión de su jefa política y busca tomar impulso para no perder terreno sin ella en la boleta. |
