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Viernes, 19 abril 2024
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5 de septiembre de 2020

Morena Rial y el emotivo mensaje sobre su cuerpo

La joven de 21 años, publicó en su cuenta de Instagram las fotos de su proceso y lo acompañó de un conmovedor relato. Además, orgullosa afirmó: “Soy feliz y consciente de que todo se supera, cuesta pero se sale adelante.”

Morena Rial y el emotivo mensaje sobre su cuerpo - La Tecla

La hija de Jorge Rial y mamá de Franceso, está atravesando su mejor momento, luego de darle batalla a su vida, tras superar y enfrentar las críticas sociales. Hoy se la ve firme, fuerte y segura de sí misma y  lo comparte en su cuenta de Instagram  con sus más de un millón de seguidores.

More Rial se animó a contar cómo vivió su proceso y lo que siente ahora. Comenzó su relato diciendo que “puedo observarme pasando frente a un espejo sin agachar la mirada, me celebro posando en una foto grupal sin sentir la necesidad de esconderme detrás de alguien más. Me abrazo todas esas veces que sonrío al ver una foto mía en lugar de llorar. Sí, sucedía. Lo hacía.”

Hoy con 21 años y siendo una joven madre, se replantea todo lo que vivió en su adolescencia y la lucha que llevó este proceso. Afirmó a sus seguidores: “Posiblemente crecer tenga que ver con ser más fuerte, aunque me gusta darme el mérito por eso. Ni los demás, ni los años, ni el tiempo… fui yo. Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé ese era el fondo de mi pozo.”

Además, narró el dolor que le provocaron los mensajes y críticas que recibió: “Ese fue el instante en que contemplé se había ido la luz, pude preguntarme si quería vivir así.
Existían cosas ajenas a mí, como esos comentarios en las redes, que aun sabiendo que no tenía responsabilidad sobre eso, me culpé. Esas Noches en que apreté tanto el puño de ira que sentí mis uñas lastimando mi palma y al notarlo culminó el enojo y di paso a la angustia, a esa que surge mientras me pregunto ‘por que me hago esto?
Esa oscuridad, ese fondo que estaba tocando, utilicé para dar intenso impulso a la mujer que anhelaba ser.”

También, More se animó a contar sus días de desconsuelo, de llantos y culpa. Sin embargo, fue ella quien después de “tocar fondo” decidió ser: “Una que despierta cada mañana queriendo ser mejor… queriendo sentirse mejor. ¿Que si me costó? Aún estoy recorriendo el camino, aún me doy una palmada en la espalda susurrándome que puedo hacerlo mejor. Pero me susurro con amor, me hablo con compresión, me abrazo con respeto.”

Esta versión de More Rial, hoy comprende que ella no es responsable de los insultos del resto y entiende que las personas “exteriorizan mierdas impunes detrás de una pantalla.” Además, afirmó: “Poder aceptar que ser mejor persona también es arte de la mujer que quiero ser. Esa que se abraza y abraza.” También se animó, a  hablarle a su More pasada y aseguró que le pediría “perdón”. Además de “prometerle que seremos más fuertes y felices”. Concluyó su mensaje pidiéndole a sus seguidores que  “vivan y dejen vivir. Sean felices.”
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Puedo observarme pasando frente a un espejo sin agachar la mirada, me celebro posando en una foto grupal sin sentir la necesidad de esconderme detrás de alguien más. Me abrazo todas esas veces que sonrío al ver una foto mia en lugar de llorar. Sí, sucedía. Lo hacía. Posiblemente crecer tenga que ver con ser más fuerte, aunque me gusta darme el mérito por eso. Ni los demás, ni los años, ni el tiempo… fui yo. Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé ese era el fondo de mi pozo. Ese fue el instante en que contemple se había ido la luz, pude preguntarme si quería vivir así. Existían cosas ajenas a mí, como esos comentarios en las redes, que aun sabiendo que no tenía responsabilidad sobre eso, me culpé. Esas Noches en que apreté tanto el puño de ira que sentí mis uñas lastimando mi palma y al notarlo culminó el enojo y dí paso a la angustia, a esa que surge mientras me pregunto ‘porque me hago esto? Esa oscuridad, ese fondo que estaba tocando, utilicé para dar intenso impulso a la mujer que anhelaba ser. Una que despierta cada mañana queriendo ser mejor… queriendo sentirse mejor. Que si me costó? Aún estoy recorriendo el camino, aún me doy una palmada en la espalda susurrándome que puedo hacerlo mejor. Pero me susurro con amor, me hablo con compresión, me abrazo con respeto. No puedo aceptar responsabilidad por aquellos que exteriorizan mierda impunes detrás de una pantalla, porque considero que hablar es mucho más fácil que luchar, que opinar sobre la vida de los demás toma menos esfuerzo que ocuparse de la propia, pero me encuentro en la vereda que deseo. Esa que me hace sentir superior por poder hacer silencio frente a aquello que no me compete y pudiendo elegir elogiar aquellos frutos de esas guerras que no vemos y la mayoría de nosotros pasa. Poder aceptar que ser mejor persona también es arte de la mujer que quiero ser. Esa que se abraza y abraza. Y si algo tengo que decirle a esa More, de hace unos años, es pedirle perdón. Y prometerle que seremos más fuertes y felices. Vivan y dejen vivir♥️ Sean felices👑

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