La suma fija otorgada por el Gobierno nacional a trabajadores de los sectores públicos y privadas sigue generando escozores en la provincia de Buenos Aires.
El Ejecutivo de Axel Kicillof oficializó ayer el fondo de ayuda a los municipios para el pago del bono de $ 60.000 en dos cuotas, ratificando que será de $ 4.000 millones ampliamble al dobe de esa cifra.
"Las asistencias financieras serán de hasta el cincuenta por ciento (50 %) del monto informado por el Municipio" y se aclaró que "a Autoridad de Aplicación no podrá determinar, para cada solicitud, montos de asistencias que superen el cincuenta por ciento (50 %) del resultado que surja de multiplicar la cantidad de agentes municipales con haberes sujetos a aportes, por pesos treinta mil ($30.000)", reza el texto del decreto publicado en el Boletín Oficial.
Por estas horas los intendentes de los 135 municipios recibieron los formularios de adhesión, aunque no hay, hasta el momento, confirmación de que algún distrito haya tomado ya la decisión de solicitar los fondos.
Los alcaldes de la oposición pusieron el grito en el cielo por la obligación de devolver el dinero que soliciten, y solicitaron una reunión urgente con el Gobernador. "Si tenemos que devolverlo, la mayoría de nosotros no va a pedirlo", señaló un alcalde radical, evaluando que "si lo tenemos que devolver no es un fondo de ayuda, es un préstamo. La guita la terminamos poniendo nosotros".
En tal sentido, aseguran que el reintegro que deberán hacer en diciembre -será vía descuento de coparticipación- los pondrá, una vez, más en situación difícil. "Muchos intendentes van a tener problemas si reciben menos coparticipación y encima tienen que pagar sueldos y aguinaldos. Van a tener que pedir ayudas otra vez", evaluó un jefe comunal del PRO.
Ante esta situación compleja, los intendentes de Juntos por el Cambio tienen posiciones diferentes, según la realidad de cada uno, evaluándose por estas horas una alternativa: que se postergue hasta 2024 la devolución del fondo, como ya se hizo con el Fondo Covid votado en la Legislatura.
Desde el conglomerado de alcaldes de la alianza opositora entienden que su posición es compleja, sea cual fuere su respuesta al convite del Ejecutivo para adherir al fondo, sumado a la presión de los gremios de trabajadores municipales.
"Si lo aceptamos, muchos quedarán en posición complicada. Y si lo rechazamos, los que no puedan pagar la suma fija con fondos propios van a tener problemas con sus empleados, que con toda razón quieren que su situación económica mejore", confesó un veterano mandamás de la UCR bonaerense.
En tal sentido, algunos alcaldes reconocen que el temor a la utilización política de este tema se transforma en pánico, toda vez que una negativa a abonar la suma fija podría desencadenar un conflicto no deseado a días de las generales.
Claro está que con la campaña electoral ya lanzada, el oficialismo encontró en este conflicto un elemento para sacar tajada, en este caso desde los concejos deliberantes.
Así, en varias comunas gobernadas por intendentes de JxC, los bloques de Unión por la Patria han venido presentado iniciativas tendientes a que el Ejecutivo acepte adherir al fondo. Hace algunos días fueron los ediles peronistas de 9 de Julio, donde manda Mariano Barroso (PRO) y mañana habrá sesión extraordinaria en el deliberativo de San Antonio de Areco, gobernado por el también amarillo Francisco Ratto.
La jugada es tomada como una especie de "apriete" por parte de varios alcaldes opositores, quienes observan el tablero y advierten la intencionalidad.
En tal sentido, un jefe comunal amarillo sostuvo que "si no aceptamos el fondo, van a decir que no queremos mejorar la situación de los trabajadores, porque con fondos propios se hace complicado. Y si lo aceptamos, van a salir con que eso demuestra que el municipio está mal administrado y que la Provincia nos tiene que salvar las papas".
Mientras tanto, el bloque de alcaldes de Juntos espera la respuesta a su pedido de urgente encuentro con Kicillof, aunque hasta el momento la respuestas es el silencio oficial.
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