Cuando se comienza a practicar el sexo lento, no hay manera de abandonarlo. Si bien se tarda más en llegar al orgasmo, este será mucho más profundo, intenso y prolongado. Para poder realizarlo es fundamental contar con tiempo y tranquilidad. Si hay niños, lo ideal es hacerlo cuando no están en casa, para no tener apuro por temor a ser interrumpidos. Para crear un ambiente ideal de slow sex se puede empezar con unas caricias inocentes, para luego pasar a las notablemente intencionadas. |