El Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires dio a conocer el Monitor de Inseguridad del mes de octubre, en el que esta problemática está en el segundo lugar entre las preocupaciones de los argentinos.
Los tres problemas que se recortan como los fundamentales son inflación (9,1 de cada 10), inseguridad-delincuencia (7,3 de cada 10) y corrupción (6,2 de cada 10).
Por detrás aparecen narcotráfico/consumo de drogas (53%); funcionamiento de la Justicia (51%); bajos salarios (50%); dirigencia política en general (43%); endeudamiento externo (41%); influencia de Cristina Fernández (38%); el gobierno de Alberto Fernández (37%); falta de trabajo/desempleo (36%); recesión económica (29%), la oposición de JxC (26%) y la grieta en la sociedad, el 21 por ciento.
El ranking de los problemas del país muestra diferencias significativas si se lo segmenta de acuerdo a los votantes Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza.
Si bien ambos grupos coinciden en que el principal problema es la inflación, luego el ordenamiento de problemas es bastante diferente. Los votantes de Unión por la Patria seleccionan al endeudamiento externo y al funcionamiento de la justicia en 2º y 3º lugar.
Mientras que los votantes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza señalan en el 2º y 3º lugar a la inseguridad y la corrupción.
En cuanto al ítem inseguridad, las principales emociones y reacciones frente a este problema que sobresalen son miedo/temor, impotencia, abandono/desamparo y preocupación.
“La nube de palabras se completa con sentimientos y pensamientos de fuerte valencia negativo como corrupción, injusticia, bronca, desprotección, terror, tristeza e incertidumbre””, señala el relevamiento.
Además, casi 7 de cada 10 personas perciben al problema de la inseguridad entre “muy grave y extremadamente grave”. A su vez, casi 8 de cada 10 piensan que la inseguridad aumentó “algo o mucho” en el último año.
En cuanto a las causas de la inseguridad, al tope de la lista aparecen jueces garantistas, drogadicción y narcotráfico y la pérdida de valores sociales y beneficios excesivos para los delincuentes.
Otros dos motivos apuntan a una problemática cultural y educativa: la falta de educación y la pérdida de la cultura del trabajo y el sacrificio.
El informe del OPSA de la UBA indica que la atribución de causas de la inseguridad evidencia marcadas diferencias entre los votantes del oficialismo y la oposición.
Los votantes de Unión por la Patria piensan que la delincuencia/inseguridad está enraizada fundamentalmente en factores socioeconómicos: desigualdad (amplias diferencias entre ricos y pobres) y pobreza y marginalidad.
Por su parte, los votantes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza consideran que las principales causas son las leyes sobre delitos y mal funcionamiento de la justicia (demasiados beneficios para los delincuentes y jueces garantistas).
Al momento de preguntarles si en los últimos tiempos ello o alguno de sus familiares fueron víctimas de algún hecho delictivo, el 55% dijo que sí, contra un 45 por ciento que dijo que no.
Puntualizando en los tipos de delito sufridos, el 58% dijo señaló asalto a mano armada en la vía pública, el 45% robo en vía pública sin violencia y el 32% robo en ausencia en vivienda, oficina o comercio.
Luego le siguen robo de automóvil o vehículo (28%); robo de autopartes como ruedas o estéreos (27%); estafa (26%); robo de pertenencias dentro del auto (23%); asalto a mano armada dentro de la casa (11%); asalto a mano armada dentro del auto (9%); asalto a mano armada en espacios privados como bancos, restaurantes, etc (7%); violación (6%); secuestro “express” (4%) y homicidio, el 1 por ciento.
Al respecto, un 76% cree muy probable o bastante probable que pueda ser víctima de un delito en un futuro próximo, mientras que el 23 por ciento lo considera poco probable.
El relevamiento también mostró que un 68% cree que la inseguridad aumentará algo o mucho; un 27% que estará igual y un 5 por ciento que disminuirá algo.
Con respecto a la idea de que los ciudadanos tengan derecho a armarse para defenderse porque el Estado no los cuida, el 47% dijo estar totalmente en desacuerdo, mientras que el 40 por ciento aseguró estar totalmente de acuerdo.
Además, el 68% está de acuerdo en la necesidad de adoptar una política de mano dura ante el delito, mientras que el 21% está totalmente en desacuerdo.
Finalmente, un 65% consideró que debería bajarse la edad de imputabilidad, fijada hoy en 16 años como límite, contra un 35 por ciento que cree que de ese límite está bien.
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