24 de septiembre de 2011
RUMBO AL 23 DE OCTUBRE
Duhalde parafrasea a Menem buscando votos
El expresidente y candidato del Frente Popular aseguró “estamos bien, pero vamos mal”, intentando de esa manera poder captar los votos pronosticando una debacle económica en el futuro cercano. Por qué el lomense apela a fórmulas desgastadas y la virtual fuga de hombres que viene sufriendo su espacio tras la magra cosecha electoral de las Primarias
“Estamos bien, pero vamos mal”, aseguró en una entrevista el expresidente y candidato del Frente popular, Eduardo Duhalde, parafraseando de esa manera a Carlos Menem, cuando en los ’90 el riojano había dicho “estamos mal, pero vamos bien”, tras la hiperinflación alfonsinista que sacudía al país.
Fiel a sus críticas permanentes hacia el gobierno nacional, el lomense aseveró que "estamos bien, pero vamos mal. Si no hace una sintonía final, vamos a estar año y medio con serios problemas. Las circunstancias que vamos a vivir van a ser difíciles si no cambiamos cosas".
De esta manera, el exmandatario nacional busca captar el voto de la parte más crítica de la sociedad y que se opone con virulencia al gobierno kirchnerista. La estrategia es apelar a pronósticos agoreros que por el momento parecen no darle resultados a la luz del magro porcentaje electoral conseguido en las Primarias del 14 de agosto.
Estas palabras de Duhalde buscan marcar fuertes diferencias con el kirchnerismo. La estrategia no apunta a todos los ámbitos, incluso en aquellos en que las cosas parecen marchar tranquilas, como es el caso de la economía.
En un esfuerzo por remontar el complicado barrilete electoral en el que se ha convertido su candidatura presidencial, Duhalde quiere despertar del letargo político en el que se encuentra sumergido, criticando con acidez toda política K. La esperanza es que esto pueda valerle cuantiosos votos de cara a las elecciones presidenciales del mes próximo.
Con una Cristina Fernández que poco a poco aumenta su caudal electoral en las encuestas y con la afirmación “la presidenta gana en primera vuelta” más firme que nunca, el expresidente apuesta a un volantazo de campaña y diagramar una nueva arquitectura a su tropa en sus intenciones de volver a ocupar el sillón de Rivadavia.