26 de enero de 2010
ENTREDICHOS
Dura batalla entre dos concejales en Bahía
La pasividad normal de enero en el Concejo Deliberante bahiense se vio alterada por el fuerte cruce que protagonizaron un edil del oficialismo y uno de la oposición. La polémica se desató por la designación de Fabricio de Arriba al frente de la Oficina de Información al Consumidor
La pasividad normal de un mes de enero en el Concejo Deliberante local se vio alterada por el fuerte cruce entre un edil del oficialismo y uno de la oposición. La polémica se desató cuando Raúl Woscoff criticó la designación política del oficialista Fabricio de Arriba en la Oficina de Información al Consumidor.
En su proyecto, el líder de Integración Ciudadana (IC) menciona que el puesto de titular de la OMIC “debe mantener total independencia de toda vinculación política” y propuso una “elección por concurso público” al que considera “un mecanismo esencial de transparencia necesario en el sistema democrático”.
La respuesta desde el bloque del Frente para la Victoria PJ no se hizo esperar. En declaraciones a La Nueva Provincia, Fabián Lliteras contestó que “es fácil proponer cosas de este tipo desde la oposición, pero hubiera sido ideal que esta propuesta la hubiese hecho mientras participaba del gobierno que estaba en ese momento”.
Y agregó que “Woscoff propone ahora que los cargos políticos sean designados por concurso pero desde hace 20 años a la fecha ha participado de cargos y no ha ingresado por concurso público, por ejemplo como interventor del PAMI, donde ingresó elegido políticamente".
La controversia no terminó allí porque en las últimas horas, Integración Ciudadana emitió un comunicado en donde se refiere al pasado político del concejal Lliteras y expresa que “hasta una semana antes del cierre de las listas para las elecciones del 28 de junio era uno de los ediles que criticaban más duramente la actual gestión municipal, que ahora intenta defender”.
“Recordamos -prosigue el parte de prensa- que Woscoff asumió su cargo de concejal fuera de la función pública ya que no ocupa cargos electivos desde diciembre de 1999. En consecuencia, o Literas durante ese tiempo vivió en otra ciudad o ha mirado otro canal”.
Por último, desde IC se manifiesta que “sobre el paso de Woscoff por el PAMI, hay que decir que participó sólo un año a su pedido y devolvió la indemnización que consideró inmoral percibir, por eso es bueno que Lliteras recupere para su memoria los hechos de aquella gestión en la búsqueda de transparencia”. Y “no nos preocupa que el concejal Lliteras viva confundido. En cambio nos preocupa que con sus equivocaciones y su desmemoria intente confundir a los demás”.
La polémica entre los concejales promete más capítulos para los últimos días de este tórrido enero. Mientras, alejados de los vaivenes políticos de entrecasa, miles de sedientos bahienses lo único que esperan es un poco de agua en sus viviendas.