Las
elecciones desdobladas en la provincia de Buenos Aires generan debates de distintos calibres y la polémica está a flor de piel, sobre todo en el marco de la interna que atraviesa el peronismo. El
Gobierno bonaerense encara un proceso inédito hacia el 7 de septiembre y pendulea entre las tareas institucionales y las políticas.
El sábado pasado se llevó a cabo una prueba prueba del sistema de transmisión y recepción de datos de cara a los comicios provinciales. La misma se realizó en el centro de cómputos que dispuso el
Correo Argentino en la sede emplazada en la localidad de Monte Grande, distrito de Esteban Echeverría.
La actividad tenía el objetivo ultimar detalles hacia el
simulacro general que se hará en ese lugar el 23 y en la que se espera la participación de funcionarios, autoridades electorales, fiscales de las fuerzas políticas y medios de comunicación. En la oportunidad se verificó como la logística, la trazabilidad de los envíos, la capacitación de los operadores, la conectividad y las aplicaciones de software para la transmisión de los telegramas de escrutinio de mesa.
Al respecto, el ministro de Gobierno,
Carlos Bianco, detalló que “se trabajó desde 5.555 locales de transmisión en toda la provincia. Se abrieron las escuelas, se instalaron los sistemas y se hizo una prueba de transmisión. Entre los cuales también hay 220 sucursales electorales digitales, es decir, las oficinas del Correo Argentino”.
“Trabajaron grupos operativos compuestos de 341 operadores de recuento entre delegados y digitadores, 112 agentes de soporte entre mesa de ayuda y mesa de gestión de incidencias. La
transmisión de los telegramas se hizo a través de los kits que distribuye el Correo Argentino en los establecimientos de votación y los resultados de la prueba fueron realmente muy satisfactorios”, añadió.
Bianco indicó que “la prueba fue de 44.153 telegramas que salieron de esos 5.555 establecimientos y
se pudieron cargar correctamente 40.576, es decir, el 98,60%. El objetivo era superar el 80% porque después ahí se analiza qué es lo que falló, qué es lo que hay que mejorar”. Asimismo, expresó que “se pudo transmitir de 4.747, casi un 86% de los establecimientos. Los que no pudieron transmitir puede haber sido por algún problema técnico, por alguna escuela que no se pudo abrir, etcétera. Pero esas son cuestiones que ahora queda hacer la sintonía fina para el simulacro del 23 de agosto”.
En cuanto a la carga de datos, fuentes oficiales sostienen que la
Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires dispuso -como es habitual- que los resultados se conozcan a partir de las 21. También se conoció que los números pueden ser publicados oficialmente
cuando cada una de las ocho secciones electorales tenga escrutado el 30 por ciento de los votos.

Sobre el aspecto político,
en el Gobierno bonaerense si bien admiten que las diferencias existen con sus primos camporista intentan esquivarle al enfrentamiento directo. Comienza una nueva semana clave en la que Fuerza Patria debe definir candidaturas para la lista de diputados nacionales y hasta ahora no hay avances claros.
Como si fuera poco, la coalición formada para pelear el 7 de septiembre contra
La Libertad Avanza por ahora no tiene a la misma tropa para la que se inscribió hacia el 26 de octubre. El
Frente Patria Grande, conducido por
Juan Grabois, no está incluido y existe la posibilidad de que presente su propia boleta.
Hasta el momento nadie arriesga sobre cómo puede terminar la historia, pero lo cierto es que
tienen tiempo hasta el 17 de agosto para intentar ir todos en una misma papeleta. El escenario no aparenta ser fácil y todo se resolverá sobre la hora del domingo que viene.
Kicillof repite que el objetivo es ir en listas conjuntas y con todos adentro, pero no expresa públicamente un posicionamiento crítico hacia la actitud de Grabois. En la misma sintonía que para las negociaciones provinciales,
buscará que los diferentes sectores sean contenido en una lista en la que tanto Máximo Kirchner como Sergio Massa suenan para encabezarla.
No obstante, cerca del Gobernador bonaerense adelantaron que piensan en
la idea de tener búnker de Fuerza Patria para las elecciones provinciales y que se instale en La Plata. A su vez, indicaron que invitarán a todos los sectores del oficialismo para que confluyan en un espacio y esperar los resultados.
En principio
descartan locales que ya estén identificados con algún sector en particular --para no herir susceptibilidades- y se centran la búsqueda en un espacio amplio para albergar tanto a la dirigencia como a la militancia. La incógnita que se abre ahora es la de si efectivamente estarán todas las tribus presentes. No obstante, a diferencia de otras elecciones, existe la intención de esperar el escrutinio en tierras bonaerenses y no porteñas.