Argentina
Sábado, 27 abril 2024
NOTA DE TAPA
26 de marzo de 2024

El mapa de la nueva Corea del Centro

Referentes radicales, sectores del PRO, monzoístas y peronistas, entre otros, mantienen contactos reservados pensando en 2025. Buscan acuerdos para conformar una fuerza moderada. El límite estaría en Tigre

Por Javier Garbulsky y Hernán Sánchez

“El tiempo todo lo cura” está, sin dudas, en el top ten de dichos populares, aplicándose a diversos órdenes de la vida, incluida la política. Así, Juntos por el Cambio se aferra a eso y trata de cerrar las heridas que provocó el cachetazo electoral sufrido hace algunos meses.
En un tablero signado por los extremos y las posiciones radicalizadas, juegan sus fichas el conglomerado de derecha que componen los libertarios y buena parte del PRO y el kirchnerismo con sus satélites, al otro lado.

De manera subterfugia, y conscientes de que es andando como se acomodan los melones en el carro, diversos sectores no alineados con los polos dominantes comienzan a estrechar lazos. Contactos privados, reuniones en pequeños grupos, cenas de camaradería donde el futuro de los partidos se mezcla con los resultados futbolísticos del fin de semana.

Nadie lo admite en público, pero los cónclaves comenzaron y se reproducen en varias localizaciones. Apenas las primeras escaramuzas de una batalla que algunos ya avizoran y que podría desembocar en la conformación de un conglomerado de centro moderado que dé batalla por conseguir el beneplácito de una sociedad que pasó el umbral del hartazgo con la dirigencia tradicional.

En un escenario nacional, no son pocos los que sueñan en poder sentar a la mesa a los radicales de Lousteau, Manes y Abad; al PRO de Rodríguez Larreta y a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. También a socialistas, margaritos, cordobesistas como Llaryora o Schiaretti o peronistas no K de la talla de Pichetto o Randazzo.

Algunos ya sueñan, incluso, con una corriente que pueda dar pelea en 2025, en el escenario de la renovación parlamentaria (elección de medio término) y hasta ponen un objetivo de mínima en la provincia de Buenos Aires: el 20% de los votos, con fuerte tracción de radicales y peronistas que no orbitan el kirchnerismo.

Así, el territorio provincial se convertiría en un ensayo para las generales de 2027, previo replanteo en cada uno de los equipos, que reconocen -algunos todavía no sueltan- el final de Juntos por el Cambio.

El coscorrón de octubre de 2023 abrió brechas en el PRO, que derivaron en varias de sus figuras (Patricia Bullrich, la más encumbrada) arrojándose a los brazos de un avasallante Javier Milei, y arrastrando a la mayor parte del espacio hacia la derecha. Sólo Horacio Rodríguez Larreta y un puñado de dirigentes resiste entregar el sello a los libertarios, con un Mauricio Macri que retomó el control del partido y logró una forzada lista de unidad.

Como ocurre desde hace años, los (¿ex?) socios de la alianza siguen comiendo pochoclo esperando el epílogo de la película. “Estamos cansados de estar a la expectativa de lo que haga el PRO”, repiten, aunque reconocen que una alianza entre La Libertad Avanza y los amarillos aceleraría el tamizado. 

El PRO apura definiciones, una de ellas es si van a una alianza con los libertarios u optan por un acuerdo parlamentario y un posible pacto electoral. Ahora con Mauricio Macri retomando las riendas a nivel nacional, en la Provincia pareciera haber consenso para que Cristian Ritondo reemplace a Daniela Reich en la titularidad del partido.

A partir de la reconstrucción de liderazgos, desdibujados desde octubre del año pasado, el resto podrá determinar sus posicionamientos. Como los radicales, divididos en dos sectores claros en territorio bonaerense: el grupo que responde a Maxi Abad, senador nacional y presidente del Comité Provincia, y un grupo que abreva en Facundo Manes, a quien achacan tener un proyecto personalista. Un tercer sector, identificado con Martín Lousteau, integra el grupo parlamentario del marplatense. 

El larretismo proclamó, de boca de su líder, la necesidad de ir hacia una confluencia de partidos que incluya al cordobesismo, lo que le costó, según los analistas, perder la interna ante los halcones. Por eso no tendría objeción a una construcción como la que se plantea, en teoría. ¿Dará también el OK a otros candidatos como Florencio Randazzo, por ejemplo, y al grupo de diputados federales en el Congreso?

Fuera de la conducción nacional, hasta Diego Santilli, su “pollo” hasta las elecciones, se muestra más mileísta que los propios mileístas. Aunque el radicalismo “oficial” no descarta que vuelva al redil y hasta arriesga que “podría ser un buen candidato a Gobernador en 2027”. El “Colo” ya blanqueó sus aspiraciones para desalojar a Axel Kicillof, en un encuentro partidario que tuvo lugar en Lobos, al que asistieron legisladores nacionales, provinciales e intendentes. No faltan quienes creen que el PRO debe evaluar bien sus pasos, habida cuenta de que un fracaso del Gobierno se llevaría puesto también al amarillismo, y si le va bien se los “chuparía”, políticamente hablando.

La ecuación se complica y provoca reacciones negativas (muchas) cuando se da vuelta la carta y aparece el rostro de un polémico personaje: Sergio Massa.

No son muchos, pero hay quienes observan de cerca el vínculo tormentoso que el tigrense mantiene con Axel Kicillfof y Máximo Kirchner en Unión por la Patria, y no niegan que podría ser un golpe de efecto monumental si abandona la alianza oficialista y se suma a las fuerzas del centro.

Consultados por La Tecla, radicales, amarillos, lilitos, margaritos y otros espacios ya pusieron el grito en el cielo y claman al viento: “El límite es Massa”. Le achacan su responsabilidad en la situación económica y la poca fiabilidad de sus compromisos. Pero, por las oficinas del líder del Frente Renovador desfilan dirigentes de todos los colores, algunos hasta comparten opíparas cenas con él. Son ellos quienes creen que “si Massa paga el precio de su acercamiento al kirchnerismo y desaparece un tiempo, puede tener otra oportunidad. Y, mientras tanto, volcar a su Frente Renovador hacia Corea del Centro sin que él aparezca, lo mismo que otras figuras como Larreta, por ejemplo”.

“Sergio es inubicable, y ni él sabe dónde va a terminar ubicado. Lo de él es 100% táctica, y por ahora nosotros diseñamos la estrategia”, aseguró un dirigente que frecuenta al exministro. Y matizó: “El problema con él es que te puede armar dos Coreas y no una”.

Por lo pronto, en La Plata hay un atisbo de construcción centrista. Se presentó un espacio que nuclea a radicales de Lousteau, exPRO, socialistas con pasado en JxC, monzoístas, margaritos e independientes, una experiencia a observar y que puede ser un trailer de una película en plena filmación. 


El mapa de la nueva Corea del Centro


JUNTOS, O NO TANTO
Soltar o no soltar (al PRO), un gran dilema para el radicalismo

Desde la UCR "oficial" en la Provincia, que comanda el senador nacional Maximiliano Abad, aún se resisten a abandonar a sus viejos aliados del PRO y apuestan por insuflar nuevos aires a Juntos. De hecho, se mueven como nterbloque en la Legislatura provincial, junto a amarillos, monzoístas y “lilitos”. Sin embargo, no descartan la idea de una “Corea del Centro”, aunque un legislador del espacio matizó: "El riesgo es que termine en dos Coreas, por eso debe haber una gran primaria que contenga a todos los que se alejan de los extremos”, recordando que "los extremos fueron exitosos (el kirchnerismo y los libertarios), y los moderados tuvimos que pegarnos a ellos. Hoy están muy locos los extremos, por eso vemos que se puede reconstruir un centro”. 

Con esta consigna, desde ambas trincheras radicales creen que “hay que defender a capa y espada las PASO para las próximas elecciones”, seguros de que si sacan las internas abiertas “sería un problema difícil de resolver para armar un frente amplio. Sin PASO toma más peso y protagonismo la cuestión partidaria”. Abad se distanció de Facundo Manes, quien lidera un sector que, con seguridad, buscará ir por el Comité Provincia, hoy en manos del marplatense.

Con bloque propio en Diputados, el sector busca tender puentes con Evolución, aunque el bloque que lidera Diego Garciarena, alfil de Abad, incorporó a legisladores leales al presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau. El manismo considera agotada la sociedad con el PRO, y destaca la oposición de Manes y Lousteau al DNU del Gobierno nacional.

En ese sentido, desde el espacio interno aseguraron que “los radicales nos tenemos que parar muy fuerte en contra de la postura de Javier Milei”, y explican que “nosotros no tenemos más ganas de ser furgón de cola del PRO. Hay que fortalecer al radicalismo con una visión propia que no sea solamente funcional a ellos.”

En tal sentido, sostienen que “hace falta un liderazgo claro a nivel nacional y en la Provincia hay dos visiones contrapuestas que se van a ordenar a través de una interna, porque un sector trata de seguir jugando juntos con el PRO y otros queremos que el radicalismo recupere identidad”. Si es con internas o no se verá  pronto, aunque unos y otros ven cerca el final de Juntos con el PRO lanzado a los brazos de Javier Milei.



JULIO BURDMAN (ANALISTA)
Un discurso provincialista, traba para generar un espacio nacional

El analista político Julio Burdman aseguró a La Tecla que, a su juicio, la posibilidad de generar un espacio de centro con aspiraciones electorales “dependerá de algo que se convierte en una clave, y es que ese espacio tenga un discurso político nacional”.

Al respecto, explicó que “la gran virtud que han tenido en todo este periodo, primero el kirchnerismo y ahora Javier Milei, es que fueron capaces de crear un discurso político de alcance nacional. Ni Cristina ni Milei tienen territorio, una nació en el gran La Plata y después vivió en Santa Cruz y el Presidente es porteño, pero ninguno está identificado con ningún territorio particular. Y eso creo que es la fórmula del éxito, porque tener discurso político nacional es lo que te permite convertirte en un dirigente que pueda atraer votantes en todo el país”.

El analista añadió que “un espacio de centro tiene la debilidad de que está ocupado por dirigentes de alcance local como (Juan) Schiaretti, que fue el que representó un poco toda esta idea en los últimos comicios, un tipo que es `cordobesista`. Es un peronismo federal que buscaba, justamente, la equidistancia entre kirchnerismo y macrismo en su momento, y ahora podría llegar a quererla entre Unión por la Patria y la coalición gobernante entre La Libertad Avanza y el PRO, y tienen el mismo problema. Los gobernadores pueden reaccionar a los avances del gobierno de Milei o ante los avances del gobierno kirchnerista, pero no pueden generar un discurso político que involucre a todos. Así, reaccionan en nombre de sus intereses provinciales”.

Finalmente, Burdman consideró que “la principal debilidad de lo que muchos denominan centro es que está ocupado por gente que, en el fondo, no puede construir una visión política para toda la Argentina. Yo no sé si Martín Llaryora (gobernador de Córdoba) o Maxi Pullaro (gobernador de Santa Fe), o el mismo (Miguel Ángel) Pichetto, o muchas de las personas que son sindicadas como parte de ese posible espacio, hoy están en condiciones de construir eso. Me parece que el discurso político provincialista o localista con una perspectiva regional es un discurso siempre defensivo, que reacciona a lo que proponen justamente los nacionalizadores”. 


El mapa de la nueva Corea del Centro


OSVALDO DAMENO (RANDAZZO)
La vía alternativa, con límites: Massa, no estás convocado 

Desde el randazzismo, el armador provincial Osvaldo Dameno, aseguró que “vemos con agrado la conformación de una vía alternativa. El triunfo de Javier Milei marca el inicio de una etapa diferente de la política. En este marco, las ideas de Florencio Randazzo pueden ser una especie de pivote para una nueva alternativa”.

Además, y aclarando que no habla en nombre del exministro de Transporte y actual diputado nacional, sostuvo que, en este marco, “también hay que fijar los límites, quiénes sí y quiénes no. El diálogo nuestro espacio siempre lo tiene, pero yo pienso que Sergio Massa, por ejemplo, no puede integrar un armado como el que se piensa. Él es uno de los principales responsables del desastre de Alberto Fernández”.

En tal sentido, el actual Subsecretario de la Procuración General bonaerense consideró que “en el bloque de 23 diputados que integra Randazzo está la Coalición Cívica, hay diputados sueltos, hay un bloque independiente, que es federal, con algunos legisladores. Está la posibilidades de armar una cosa más importante”.



COALICION CIVICA
“Todos los sectores hoy se hacen preguntas y responden con dudas”

La diputada provincial y titular de la Coalición Cívica bonaerense, Maricel Etchecoin, aseguró que “siempre hemos estado lejos de los extremos, porque los extremos no llevan a una salida cuando uno busca un país donde exista una economía con desarrollo. En el caso específico de la provincia de Buenos Aires, en el marco del Parlamento, seguimos luchando de manera coordinada con el radicalismo y con el PRO, cada uno obviamente con su identidad. Antes con un bloque unificado y ahora cada uno desde su espacio”. 

La legisladora del partido que se referencia en Elisa Carrió añadió que la alianza debe seguir siendo “una alternativa al gobierno actual, obviamente que dentro de este gran espacio hay opiniones, algunos están más volcados hacia un apoyo al proceso del gobierno nacional, dentro de este contexto logramos convivir todas las miradas”.

Acerca de la probable construcción de una fuerza de centro, expresó que “hoy hablar sobre escenarios electorales no sólo es prematuro sino que choca con las necesidades y las prioridades de la sociedad, que eligió mayoritariamente la idea del cambio”. 

De acuerdo con uno de los principales referentes provinciales del espacio, “todo el mundo hoy se hace preguntas y responden con dudas. En este momento es difícil interlocutar con el sector que nos ha venido acompañando”. En tal sentido, recordó que “nosotros hemos hecho en los últimos años una construcción política cercana a dirigentes del PRO, en sus distintos matices. En las dos últimas internas, como en la del 2021, acompañamos a la lista que encabezaba Diego Santilli, pero desde hace un tiempo se generaron relaciones personales y políticas con dirigentes que hoy están apostando más fuerte al acuerdo con Milei, como es el caso del Colo”.

Agregó que “la Coalición Cívica no se va a oponer a determinadas reformas que tienen que ver con el planteo con el que uno puede estar de acuerdo. A partir de ahí, veremos si el Gobierno nacional está más preocupado por llevar adelante este tipo de reformas que la gente apoyó o está preocupado por imponer una agenda que marque una grieta política”. 


El mapa de la nueva Corea del Centro


TRINCHERA MONZOISTA
Objetivo 2025: la intermedia con un 20% de votos como trampolín

El monzoísmo bonaerense adhiere a una reconfiguración del espacio de centro, y admite que hay reuniones entre referentes. Sin embargo, matizan que “debe haber una sola oferta moderada, porque si hay dos, sonamos. Y si Horacio (Rodríguez Larreta) y Sergio (Massa) son vivos y juegan ahí, no tendrían que ser candidatos". Desde el sector que lidera Emilio Monzó creen que "hay lugar para socialistas, tenés a la Coalición Cívica, tenés a un sector del peronismo, todo ahí en un mismo bloque. Lo ideal sería expandir ese esquema. Y el esquema se expande hacia el radicalismo con Lousteau, Abad, que juegan para el centro, el propio Manes. Y hay un peronismo como el de Florencio (Randazzo), de (Juan) Schiaretti, de (Martín) Llaryora, que ya están acá adentro. Hay que meter al peronismo republicano también". 

En territorio provincial el espacio del extitular de la Cámara de Diputados unió sus hombres a los radicales en la Legislatura, integrando al senador Marcelo Daletto al bloque UCR-Cambio Federal. Por su parte, Silvina Vaccarezza y el bahiense Lorenzo Natali se sumaron a la trinchera abadista que comanda Diego Garciarena en Diputados.

El monzoísmo apunta a un objetivo: tocar un 20% de votos en la Provincia en la elección intermedia como plafón, con el radicalismo y el “peronismo blanco” (no K) como mascarón de proa. 

También cuentan al cordobesismo que lidera Juan Schiaretti, que duplicó sus votos de las PASO a las generales de 2023 (creció del 3,5% al 7%). “Y si lo tenés a Randazzo, que es muy pillo, en la provincia de Buenos Aires las cosas cambian. En una encuesta que se publicó hace algunos días salió que la gente lo ve como un tipo honesto y transparente.
Yo creo que el radicalismo está condenado a armar algo así y el cordobesismo peronista está condenado a lo mismo”, señaló un dirigente cercano a Monzó.

Conscientes de que la ansiedad no es buena consejera, participan de reuniones y cónclaves para “generar confianza” entre los representantes de los distintos sellos. Saben que, por ahora, es momento de manejar los tiempos y buscar puntos de coincidencia. 



GEN
“Estamos trabajando para construir una propuesta que sea alternativa”

La senadora provincial Lorena Mandagarán, del GEN, confesó que "poco queda de Juntos con respecto a lo que conocimos hasta ahora, por no decir que es casi nulo. Hoy, la verdad, son más las diferencias que las uniones y un reflejo de eso es también la conformación de los bloques en la Legislatura".

La legisladora refirió que "nosotros nunca nos identificamos dentro de la grieta, y hoy pareciera que se instala una nueva: vuelve al escenario un kirchnerismo reformulado y la derecha de Milei. Hoy somos opositores de dos espacios distintos, uno en Nación y otro en la Provincia, tenemos una posición más de centro y estamos trabajando para construir una propuesta que sea alternativa".

En tal sentido, evaluó que "somos muchos los que consideramos que no somos parte de la grieta, que tenemos divergencia con esta antítesis y que estamos en el centro”. Así, dijo que “nosotros consideramos que el Estado tiene que estar como controlador, como regulador, presente en las cuestiones más vulnerables, pero tampoco con una presencia omnipotente”. 




 

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