La Legislatura bonaerense llevó adelante ayer una doble sesión, en la que se aprobó la nueva estructura ministerial del Gobierno de Axel Kicillof, entre otros ítems.
En el debate estuvo ausente uno de los temas que centran buena parte de la preocupación del mandatario provincial: el pedido de endeudamiento, que es considerado como una llave para tener algo de oxígeno durante el próximo (y complicado) año.
El respirador con el que sueña Kicillof no pudo tener luz verde a finales de noviembre, cuando discrepancias en el seno de la oposición terminó por frustrar un acuerdo que oficialismo y la UCR habían encaminado.
Por entonces se apuntó al PRO como responsable del fracaso, al mantenerse inflexible en su postura de no dar el OK al acuerdo, que finalizaría con la toma de deuda por un monto equivalente a 150 millones de dólares por parte del Ejecutivo, si antes del Ejecutivo no pagaba las deudas que mantiene con los distritos opositores.
La situación vuelve a presentarse por estas horas, cuando se menciona desde calle 6 que la semana próximo ingresaría una nueva iniciativa “por un monto superior al anterior”. Aunque no hay certezas, se menciona la cifra de 1.800 millones de pesos.
Con la idea de acercar posturas y asegurarse el apoyo legislativo, el ministro de Economía, Pablo López, se vio las caras esta mañana con legisladores e intendentes del radicalismo y los amarillos, quienes asistieron juntos a pesar de que, a partir de ahora, funcionan con espacios propios en ambas cámaras.
Al encuentro concurrieron los titulares de los bloques de la UCR en Diputados (uno de los dos existentes) y Senadores, Diego Garciarena y Agustín Máspoli; los jefes de bancada del PRO, Agustín Forchieri (Diputados) y Alejandro Rabinovich (Senado), y los intendentes Maximiliano Suescun(radical de Rauch) y Diego Valenzuela, alcalde amarillo de Tres de Febrero.
En este marco, los radicales aseguraron que mantienen activos los contactos con sus intendentes, que les han hecho llegar sus pretensiones. De hecho, horas atrás tuvieron una reunión virtual con los diputados y senadores para poner blanco sobre negro.
En este encuentro, según pudo saber este medio, se puso en debate el listado de exigencias que llevará la oposición, donde destaca la solicitud de ayuda para el pago de aguinaldos, la continuidad de algunas obras de la Provincia, la discusión en torno al CUD (índice para distribuir fondos coparticipables) y algunos aspectos de la Ley Fiscal Impostiva, que ingresaría mañana al parlamento bonaerense junto con la solicitud de Endeudamiento.
Sin embargo, la mira está puesta en las deudas que mantiene la administración provincial con los municipios, estimada en más de 7.000 millones de pesos a octubre de este año.
En este punto específico, son los jefes comunales del PRO quienes marcaron la cancha y advirtieron que “si no depositan lo que deben, no hay ninguna posibilidad de negociar un apoyo para el Endeudamiento”. Y añadieron que, además, desconocen de cuánto será y las condiciones de una operación de este tipo.
Al menú de reclamos se suma un aspecto añadido: los intendentes pedirán que se los autorice a utilizar para gastos generales una parte de los fondos afectados de manera específica creando un nuevo fondo, previendo que en un futuro cercano podrían tener dificultades en el pago de sueldos, compras u otros ítems.
“Hablamos concretamente del Fondo Educativo, porque se nos exige destinar el 40% a infraestructura escolar cuando la mayoría tiene bien las escuelas”, señaló un alcalde boina blanca.
En la bolsa también ingresan otras bolillas, como la postergación de la devolución de fondos que recibieron para afrontar el pago del bono extra de 60.000 pesos dispuesto por el anterior gobierno (deberían reintegrar esos dineros en diciembre) y volver a “patear” los pagos de créditos obtenidos en el Banco Provincia por la emergencia sanitaria en tiempos de pandemia.
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