Sin definiciones de tipo personal, el ex presidente Mauricio Macri bendijo la participación de Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal -sus halcones y palomas-, en la carrera hacia la Casa Rosada en 2023.
En un almuerzo en el barrio porteño de Monserrat, la cúpula PRO participó de un almuerzo para bajar el tono a la interna y empezar a trabajar en los equipos técnicos que elaborarán un programa de Gobierno para las elecciones del próximo año.
En este sentido, el ex jefe de Estado no confirmó su posible participación en las urnas, aunque no lo descarta por completo. Desde su entorno aseguran que está analizando el panorama, asomando la cabeza, y mientras tanto deja jugar a los suyos.
Además de Macri y los demás presidenciales, participaron del almuerzo Diego Santilli, Cristian Ritondo, Jorge Macri, Federico Pindeo y Federico Angelini, Humberto Schiavoni, Franco Moccia y Alberto Förhig.
El ex ministro de Seguridad bonaerense se llevó varios elogios por su discurso durante la sesión de la Cámara de Diputados, donde la oposición logró la media sanción a la Boleta Única de Papel.
Mientras mira los movimientos en el dinamitado oficialismo, el expresidente recupera centralidad en Juntos por el Cambio. Verá si le alcanza para llegar al añorado segundo tiempo o solo le sirve para erigirse como el ordenador del partido que fundó y que, a falta de liderazgo claro desde su corrimiento posderrota, entró en una peligrosa lucha fratricida.
“Mauricio se largó porque Horacio (Rodríguez Larreta) no tiene pasta de líder, es muy tibio”, contó a La Tecla uno de los dirigentes bonaerenses que más hablan con el expresidente. Dijo, además, que a Macri le preocupa que el PRO esté perdiendo el núcleo duro de su electorado por una falta clara de conducción y de posicionamiento más drástico ante las políticas del Gobierno nacional y del Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
“Mauricio va a jugar, y si no es él candidato a Presidente va a ser el que defina quién es”, remarcó la fuente.
El exmandatario está convencido de que aún puede retener el grueso del 40 por ciento de los votos que lo acompañaron en el 2019 (ganó Alberto Fernández en primera vuelta con más del 48%) y que, aun con 10 puntos menos, no solo gana una eventual interna en Juntos por el Cambio, sino que se asegura ir al balotaje. Cree que quien llegue a la segunda vuelta contra el actual oficialismo, sea quien sea, se alzará con la victoria.
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