Tal como había anunciado en agosto, el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, avanza en la idea de privatizar la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) encargada de la limpieza y recolección de residuos en el municipio. Desde la oposición rechazan la decisión, señalando que no hay motivos para que un tercero maneje la empresa.
El contrato con Bahía SAPEM vence a fin de año y el pliego para una nueva concesión está por ingresar al Concejo Deliberante, según señalaron desde el bloque del Frente de Todos. En el espacio conjeturaron que detrás de la privatización de la empresa “está la intención de beneficiar a alguien en particular”.
“El primer argumento del Intendente fue que el Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires objetaba la figura de la SAPEM. No hay nada de eso. Cuando eso quedó desbaratado, dijeron que no limpian los basurales abiertos, no levantan las ramas y con eso recargaban a las delegaciones. No lo hacen porque no se los exige su único cliente, que es el Municipio. La última fue que un privado sería mas barato, cosa que es imposible”, enumeró Carlos Quiroga, concejal del Frente de Todos.
Tampoco cayeron bien en la oposición las formas en las que el Intendente de Juntos por el Cambio anunció la intención de privatización de Bahía SAPEM. “No nos podemos estar enterrando por los medios cosas tan importantes para la ciudad”, protestó ente La Tecla la concejal Gabriela Schieda, concejal del bloque unipersonal Unión Cívica Radical- Arturo Illia.
La edil radical acompañó al Frente de Todos en la presentación de un pedido de informes sobre la posible privatización, pero fue rechazada por la bancada oficialista. “El servicio está funcionando bien. No se entiende por qué esta decisión de privatizarla”, se preguntó.
En ese sentido, desde el peronismo coincidieron en que la SAPEM “está saneada” y que recientemente renovaron la flota de camiones, en la que “invirtieron 30 millones y lo pagaron con los fondos del ejercicio en curso, sin pedir plata prestada”. Incluso, recordaron que cuando a Gay le habilitaron la posibilidad de reasignar partidas, el Jefe Comunal utilizó “16 millones de pesos” de la SAPEM y que la misma continuó operando “sin resentir el servicio”.
“Con las empresas privadas anteriores, como Covelia, los usuarios se quejaban del servicio y tenían políticas extorsivas: cuando se renovaba el contrato se despachaban con un cien por ciento de aumento”, recordó Quiroga.
Como una medida intermedia, desde la oposición se manifestaron abiertos a que la SAPEM otorgue parte del 49 por ciento a privados. Actualmente, según precisaron, el Municipio tiene casi la totalidad de las acciones, mientras un punto “simbólico” le queda a una cooperativa de una planta reciclaje. Esto sí fue objetado en su momento por el Tribunal de Cuentas.
Preocupación de los empleados
Por otra parte, esta historia también impacta a los trabajadores de la empresa municipal, que están nucleados en el sindicato de Camioneros. “Están preocupados por si van a conservar la antigüedad, los beneficios y el Convenio Colectivo de Trabajo”, indicó Schieda.
“Les dijeron que van a reducir la frecuencia a tres días por semana. Además, suponiendo que conservarían los puestos de trabajo, por el Convenio Colectivo tendrían que indemnizarlos a todos y tomarlos en la empresa nueva. Eso serían 190 millones de pesos, que superan los activos de la SAPEM ¿Quién va a pagar eso?”, cerró Quiroga.
Finalmente, ante la consulta de La Tecla, los representantes de Juntos por el Cambio en el Concejo Deliberante fueron cautos. “No vamos a dar información sobre como estamos avanzando en el tema de la SAPEM, porque estamos evaluando el servicio”, indicaron.
En tanto, desde el municipio no se brindaron respuestas a este medio sobre la licitación del servicio de recolección de basura y de la continuidad o no de SAPEM.
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