Política Provincial
2 de octubre de 2018
DELINCUENCIA INFERNAL
Los cacos no perdonaron ni al obispo de Quilmes
Desconocidos armados interceptaron el auto del Padre Maxi en Bernal. Le robaron documentos, mochila, celular y hasta el báculo. Piden la colaboración de la población para recuperarlo.
La inseguridad es uno de los principales flagelos de nuestros días, motivo de reclamos de parte de una sociedad que vive en vilo y exige soluciones a los dirigentes políticos.
No distingue ni discrimina: hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, son alcanzados por el delito, un mal al que no escapan ni siquiera los representantes de la Iglesia Católica.
Así, el obispo auxiliar de Quilmes, Marcelo Margini, se convirtió en víctima de los cacos cuando transitaba en coche por la localidad de Bernal Oeste, tras participar del cierre de la Carpa Misionera.
El conocido como Padre Maxi fue interceptado por un grupo de personas armadas, que lo obligaron a entregarles dinero, documentos, celular y mochila, además del auto en el que viajaba.
Los cacos también se alzaron con varios objetos personales que llevaba encima, como el báculo, bastón de madera alto que utilizan los obispos.
Luego del hecho, las autoridades eclesiásticas solicitaron la colaboración de la población para recuperar los elementos robados al religioso, pidiendo que los acerquen a cualquier parroquia o capilla de la diócesis quilmeña.