A pesar de su aplastante victoria en la Ciudad de Buenos Aires, uno de los candidatos que apoyó la diputada nacional (en detrimento de otro) fue uno de los grandes perdedores del Conurbano.
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Sin pelos en la lengua, la diputada nacional Elisa Carrió había grabado un video en el que pedía “por favor” que los vecinos de Malvinas Argentinas no votaran a “Cariglino” y que, en su lugar, apoyaran al “Albi”.
En efecto, la líder de la Coalición Cívica se refería a la interna desatada dentro de Cambiemos en uno de los gigantes del Conurbano bonaerense, entre el director de Juventud bonaerense, Alberto Czernikowski, y Maximiliano Cariglino, sobrino del ex intendente Jesús Cariglino y titular del ANSES distrital.
Pero, al parecer, su pedido no tuvo demasiada influencia. Aunque, es cierto, hay que reconocer que el apellido Cariglino tiene su propio peso en un distrito gobernado por la familia durante 20 años.
La boleta que lideró el sobrino del ex Barón sacó el 61,55% por ciento de los votos en la interna de Cambiemos, mientras que la encabezada por Czernikowski apenas cosechó el 38,45%, siendo la diferencia entre ambos de 11.708 votos.
El resultado, además de ser apabullante, le permite a la nómina del director de Juventud ingresar apenas un par de candidatos a la boleta final, teniendo en cuenta que el piso necesario para ello (establecido en la Carta Orgánica de la alianza) es de 25 por ciento.
Cabe recordar que luego de la derrota frente al kirchnerista Leonardo Nardini, Jesús Cariglino se recostó en el oficialismo. Mencionado como un asesor en las sombras del Jefe de Gabinete Federico Salvai, estrechó lazos con los principales funcionarios de Cambiemos.
De hecho, formó parte de la liga de dirigentes del PJ que se propuso adherir al liderazgo de Vidal. En ella se encontraban también Mario Ishii, Humberto Zúccaro y el ex presidente Eduardo Duhalde.
“Maxi” –hijo de Roque Cariglino, actual senador provincial- busca renacer la potencia electoral de la familia y nadie se anima a descartar que Jesús vuelva a competir por el sillón municipal en 2019, aunque ésta vez dentro de Cambiemos, posibilidad que rechaza con énfasis la misma Carrió.
La jugada del grupo de Czernikowski buscó ahondar en la asociación de Cariglino con el viejo mote de “Barón del conurbano”, resistido hasta por Vidal. Las palabras de Carrió, una de las principales candidatas de Cambiemos, buscó afianzar esa imagen y levantar al joven funcionario del PRO, que en la última elección obtuvo menos del 10% de los votos. Parece que no fue escuchada.