8 de noviembre de 2011
TRAS EL ATENTADO
El telón de fondo del meonismo y La Verdad
El diario que fue atacado en la madrugada del domingo venía señalando relaciones impropias entre funcionarios del gobierno municipal con el negocio de la droga. El director del medio, Omar Bello, aseguró que había sido amenazada tanto él como su familia
El grave atentado sufrido por el diario juninense La Verdad en la madrugada del pasado domingo no es el principio de una historia sino que, esperemos, sea el final.
Cosnumado el hecho, el director del periódico Omar Bello, no dudó en responsabilizar al gobierno municipal por el acto vandálico que quemó una de las usinas de la sala de impresión del diario y que dejó paralizada la edición del medio. Es más, Bello había anticipado en una de sus editoriales que cualquier cosa que le pasara a él o a su medio de comunicación estaría en sintonía con los resortes del poder político de Junín. Incluso, aseveró, él y su familia venían siendo amenzados telefónicamente.
La relación entre La Verdad y el gobierno de Mario Meoni permanece tirante desde hace meses, dado que el medio no se llamó a silencio en algunos casos por demás espinosos.
Concretamente, el diario de Bello -y él mismo a través de sus editoriales- se hizo eco de lo que, parece, es vox populi en Junín: las relaciones entre ciertas áreas del gobierno de Meoni con el narcotráfico en el distrito.
"No es una novedad para nadie que vengo recibiendo amenazas desde hace tiempo por tratar el tema del narcotráfico en Junín, ciudad en la que si no se hace algo urgente, va camino a ser un pequeño México en cinco años", escribió Bello luego del atentado contra su diario. La decisión editorial de La Verdad fue no esquivar el bulto y poner sobre papel las sospechas que pesan sobre altos funcionarios del municipio.
"El Intendente sabe de mi propia boca, qué funcionarios de su gobierno están fuertemente relacionados al tema, y sabe también que esos vínculos no son invenciones del periodismo. A las adicciones personales, se suman las relaciones con narcotraficantes reconocidos", disparó Bello, cuyos encontronazos no son directamente con el jefe comunal reelecto, sino con estos funcionarios a los que señala como cómplices del negocio de la droga y principales sospechosos de, al menos, impulsar el ataque del domingo. Aunque, claro, Bello no es un inexperto y con ironía escribió que "Como todo líder querido por su pueblo, Mario Meoni es “perfecto” y lo malo ocurre a su alrededor"...
En su alrededor se cuenta a Damián Itoiz, Secretario General y de Seguridad de la ciudad, con quien Bello mantiene un enfrentamiento abierto. Sería Itoiz el funcionario al que, en la ciudad, se lo relaciona con un narcotraficante sobre el que pesa, incluso, una sospecha de asesinato. De él habla el director del diario cuando señala los puntos oscuros en el entorno de Meoni.
En un editorial titulado "La banda de Meoni" y que habría sido el último gran motivador de la bronca oficial contra el diario, Bello escribió:
"Muchos afirman que Mario Meoni no puede deshacerse de parte de su entorno. En una de esas es verdad. Sin embargo, alguna vez me sugirió que ese posicionamiento de santorodeado de peligros le resulta conveniente y hasta redituable. Y si pensamos bien, es una coartada interesante. Por un lado, ayuda a realzar el rol de víctima que tanto buenos resultados le dio; por otro, sirve a manera de canal derivador de problemas".