4 de febrero de 2010
EN LA PROVINCIA
La UCR en alerta por invasión K
Los sectores ortodoxos del radicalismo bonaerense denuncian la irrupción de Néstor Kirchner en la interna partidaria. Acusan a intendentes de la Concertación de favorecer esta jugada
El radicalismo bonaerense suma una nueva sospecha a sus históricas intrigas. Las jugadas de algunos dirigentes que buscan retornar al partido, pero que a la vez continúan en la Concertación, muy cercanos a Néstor Kirchner, motivan flamantes disputas.
Leopoldo Moreau, Federico Storani y Enrique Coti Nosiglia, ahora aliados, continúan siendo los referentes principales en la Provincia. Ellos pretenden ser quienes digiten las futuras internas partidarias y, a la vez (y en esto Nosiglia es el es-pecialista), quienes ordenen los acuerdos con el Gobierno, y con el PJ.
Se trata de establecer pactos de mutua convivencia, donde un posible triunfo presidencial de Julio Cobos no genere necesariamente la persecución política de los Kirchner. En eso estaban cuando escucharon que un sector, cuya cara visible es el jefe comunal de Vicente López, Enrique Japonés García, intentaba inmiscuirse en la interna partidaria.
Sucede que el intendente se encuentra fuera del radicalismo desde 2005, cuando fue excomulgado por las autoridades del comité. Desde entonces conformó un Frente Vecinal, que le permitió perdurar en el poder hasta nuestros días.
Pero en la última elección García tuvo una mala actuación, ya que quedó en tercer lugar, con pocas posibilidades de repetir un nuevo mandato. Al menos con la estructura que supo darle éxitos en otras épocas. Por eso, dicen, pretende volver a la UCR, y desde allí pelear internas seguras para acceder a una nueva reelección.
Pero, afirman también que en esta jugada participa de forma evidente el ex presidente Kirchner, que sostiene con el intendente una relación muy estrecha.
Tal parece que el encargo encomendado al jefe comunal sería que reinserte a su gente en el partido, y desde esa posición desarticule cualquier conformación “de-masiado opositora”.
“Kirchner apuesta a seguir teniendo aliados en todos los frentes, y García le es funcional a eso”, asegura, en confidencia, un dirigente de la zona norte.
Aunque tuvo una performance muy deslucida en los comicios de junio de 2009, el Japonés continúa siendo el líder de la UCR de Vicente López, aun cuando esta seccional se encuentra intervenida desde hace cuatro años.
“Quiero terminar mi carrera siendo radical”, expresó García a mediados de enero. Además, aleccionó a sus nueve concejales y a sus militantes para que reclamen ante el comité provincial el reempadronamiento de todos los correligionarios desplazados por la intervención. El detalle fue que unas horas después se desdijo de sus declaraciones y aseguró que “es muy difícil que vuelva a aceptar una candidatura del partido; yo voy a cumplir mi trato con la Concertación Plural hasta 2011 a rajatabla”.
Esta posición fue la excusa que preten-dían los radicales ubicados en las filas de Moreau y Storani, quienes salieron a de-nunciar una estrategia rupturista con transfondo K. “Se trata de una maniobra urdida en la Quinta de Olivos durante la reunión que García mantuvo con el ex presidente Nestor Kirchner”, publicaron en un comunicado de prensa el senador y la diputada de la Provincia, Santiago Nino y Cecilia Moreau, acompañados de varios concejales de la Primera sección electoral.
Se referían al encuentro que comandó Kirchner en Olivos el pasado 20 de enero, y del que participaron los jefes comunales vecinalistas Gustavo Pulti (General Puey-rredón), Ricardo Ivoskus (San Martín), Ricardo Moccero (Coronel Suárez), José Martínez (Adolfo Gonzales Chaves), Néstor Starc (Coronel Rosales), Carlos Sánchez (Tres Arroyos) y el mencionado García.
Aseguran que en esa reunión, que convocó a los intendentes aliados a la Concer-tación, se discutieron estrategias para so-cavar el resucitado liderazgo de la UCR.
“Este intento de Kirchner es coincidente con su campaña para desplazar a Cobos de la vicepresidencia, y García es un instrumento de quien lo tiene de rehén por causas judiciales”, aseguraron los radicales.
Ivoskus fue también mencionado como artífice del complot, aunque con un grado menor de incidencia. El jefe comunal de San Martín, consultado por La Tecla (ver recuadro aparte), niega esta posibilidad y se diferencia de cualquier movida electoral de la UCR. “Yo, con el radicalismo no tengo ningún punto de contacto, y no tengo intenciones de participar en sus internas”, dice.
Pero los resquemores de los ortodoxos respecto de la movida de los radicales K, no escapan a sus propias internas. El intendente García cuenta con buenas relaciones en el partido. El caso más explícito es el del diputado nacional, y posible candidato a la gobernación provincial, Ricardo Alfonsín. El día que el alcalde manifestó su amor al radicalismo fue luego de mantener un encuentro privado con el legislador, en el marco de un acto donde se nombró “Presidente Raúl Alfonsín” a un camino costero de Vicente López. Además, los radicales de dicha comuna, que participan del espacio de García, responden a la línea interna de Ricardo Alfonsín.
El Japonés cuenta, además, con la amistad personal del presidente del comité provincial, Daniel Salvador, quien podría terciar a su favor en la inminente disputa por el retorno de correligionarios al partido.
Por su parte, desde el sector del jefe municipal de Vicente López justifican la situación al aclarar que “el intendente tiene un acuerdo con el Gobierno nacional por las obras que se están haciendo en el Municipio, nosotros no; nuestra lealtad es con él, pero no tenemos nada que ver con el kirchnerismo”, según palabras del concejal vecinalista Fabián Gnoffo.
-¿García quiere estar en la interna?
-No, él no quiere meterse, quiere que nosotros estemos en el esquema radical, que todos nosotros tengamos la posibilidad de competir en el partido.
Este año los radicales bonaerenses en-frentan varios frentes de batalla: las elecciones de autoridades, las candidaturas electorales, los acuerdos con los socios de la Coalición Cívica, las pautas para el re-torno de los díscolos y la postura ante la embestida kirchnerista. Subidos a la figura del exitoso Julio Cobos, no logran, sin embargo, superar sus propios recelos.