23 de noviembre de 2025
MAS RECLAMOS
Tensión por el Presupuesto: ruralistas denuncian abandono y exigen obras hídricas urgentes
CARBAP cuestiona los aumentos impositivos previstos por el Gobierno bonaerense y advierte que la falta de inversión en la cuenca del Salado profundiza las pérdidas productivas y económicas en más de una decena de distritos.

La discusión por el Presupuesto 2026 y la Ley Impositiva mantiene bajo presión al gobierno de Axel Kicillof, mientras crecen los cuestionamientos desde distintos sectores productivos. Entre ellos, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) volvió a advertir sobre el impacto que tendrá la combinación de subas impositivas, falta de obras y una crisis hídrica que ya lleva más de nueve meses en la cuenca del río Salado. Su secretario, Pablo Ginestet, pidió que la Legislatura no otorgue “facultades especiales” al Ejecutivo para aumentar tributos ni repetir mecanismos como la quinta cuota del Inmobiliario Rural.
En medio del debate parlamentario, CARBAP cuestionó que el Gobierno provincial prevé incrementos tributarios mientras destina apenas “4 o 5 millones de dólares” a obras en la cuenca del Salado, pese a que el aumento del Inmobiliario Rural superaría los 70 millones. Ginestet remarcó que no se deben delegar poderes impositivos en ARBA ni en el Ejecutivo y exigió que cualquier revalúo o ajuste tributario se debata en la Legislatura, sin “superpoderes prorrogados”.
La crisis por las inundaciones agrega un frente más para la administración provincial. Según CARBAP, 1,5 millones de hectáreas están bajo agua o inutilizadas, sobre todo en 9 de Julio, Carlos Casares, Pehuajó, Bolívar y Henderson. Las pérdidas proyectadas para 2026 rondan los US$ 2.000 millones, por la imposibilidad de sembrar, la mortandad de animales y la caída de la producción. La problemática ya avanzó hacia Bragado, Lincoln, Viamonte y 25 de Mayo.
Ginestet también apuntó contra el atraso histórico de la obra estructural del Salado, cuyo plan original —elaborado por la consultora Halcro— está ejecutado solo a la mitad. Según el ruralista, aun con financiamiento completo la finalización tardaría entre tres y cinco años. Por eso propuso fijar un horizonte político y técnico hacia 2030 para evitar que la crisis se repita: “Si en 2030 seguimos hablando de lo mismo, será porque otra vez no se hizo lo que había que hacer”.
El impacto sobre las economías locales será profundo, advirtió CARBAP: menos trabajo estacional, caída del comercio, freno del transporte de cargas y migración hacia centros urbanos. El deterioro de los caminos rurales, que muchos municipios no logran mantener con la tasa vial, provocó el “primer colapso”: producción inmovilizada, trabajadores aislados y familias que no pueden acceder a servicios básicos como educación.
A pesar de una leve mejora en los últimos días, la entidad señala que los próximos diez días serán decisivos para determinar si es posible sembrar parte de los campos afectados. Cualquier lluvia puede agravar nuevamente la situación. “Dependemos del clima y de que se hagan las obras. Si no, el año que viene será aún peor”, resumió Ginestet.