La Tecla
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El Rey de Inglaterra ha aprobado el nombramiento de la hasta ahora obispa de Londres, Sarah Mullally, como nueva Arzobispa de Canterbury, convirtiéndose en la primera mujer que ocupa este cargo, el de mayor rango dentro de la Iglesia de Inglaterra, según ha informado el Arzobispado de Canterbury.
Mullally es la clérica número 106 en asumir el cargo. Será confirmada en una ceremonia legal prevista para enero en la Catedral de Canterbury. En sus primeras palabras tras su confirmación, la Arzobispa afirmó que si bien el cargo representa "una gran responsabilidad" siente una sensación de "paz y confianza en que Dios la guiará".
La líder de la Iglesia anglicana es obispa de Londres desde 2018, la primera mujer nombrada para ese cargo, y anteriormente fue obispa de Crediton en la diócesis de Exeter.
Antes de su ordenación en 2001, fue la directora de Enfermería del Gobierno para Inglaterra, la persona más joven en ser nombrada para ese cargo a los 37 años, tras haberse especializado previamente como enfermera oncológica.
El arzobispo de Canterbury, obispo de mayor rango de la Iglesia de Inglaterra, desempeña su ministerio combinando diversas funciones, entre ellas, la de obispo diocesano de la diócesis de Canterbury, primado de toda Inglaterra y metropolitano, así como primero entre iguales de los primados de la Comunión Anglicana global, compuesta por alrededor de 85 millones de personas en 165 países.
Es importante mencionar que en la Cámara de los Lores, el arzobispo de Canterbury es uno de los 26 obispos que conforman la Cámara de los Lores Espirituales.
En recientes declaraciones, Mullally afirmó: "En cada etapa de ese camino, a través de mi carrera de enfermería y mi ministerio cristiano, he aprendido a escuchar atentamente a las personas y a la dulce inspiración de Dios, para buscar unirlas y encontrar esperanza y sanación".
Además, ha animado a la Iglesia "a seguir creciendo en la confianza en el Evangelio, a hablar del amor en Jesucristo y a que este moldee las acciones" de cada uno.
El puesto que ocupa ahora estuvo vacante por casi un año después de que su predecesor, Justin Welby, anunciara su dimisión por mala gestión de un escándalo de abuso sexual infantil muy polémico en el Reino Unido.