El cierre de listas para las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires expuso al máximo la crisis en el peronismo, que no pudo llegar a un acuerdo en tiempo y forma, y dilató las conversaciones y discusiones hasta altas horas de la madrugada. Las discusiones por el armado en los distritos y las secciones no llegó a buen puerto antes del cierre estipulado por la Junta Electoral, a las 24 horas del sábado 19.
Un sospechoso corte de luz en las inmediaciones de la sede de la Junta Electoral sirvió para enrarecer el clima y permitir salirse del horario para extender la carga de listas. Una jugada que no sólo benefició al oficialismo. Fuentes de la Junta Electoral aseguraron que se permitió una extensión en el tiempo de carga de hecho, porque no cerraron el acceso.
En medio de un gran hermetismo, las especulaciones sobre la falta de acuerdo se dispararon y generaron confusión en el ambiente. El nudo de la discusión fue la cabeza de listas de las secciones Primera y Tercera. El Movimiento Derecho al Futuro propuso al ministro Grabriel Katopodis para que encabece la nómina de senadores por el norte del Conurbano, y a la vicegobernadora Verónica Magario para liderar la boleta de diputados de la Tercera. Pero La Cámpora insistió en que la grilla del Conurbano sur tenga en primer lugar a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. La discusión estaba trabada en ese punto cuando llegó el salvador corte de energía.
En un día cargado de tensiones y de desencuentros entre los tres sectores más importantes de la alianza del peronismo, los consensos escasearon de arriba hacia abajo. Al margen de los acuerdos alcanzados en varios municipios, hubo otros en los que conciliar fue imposible. De hecho, en algunos se pretendieron presentar dos listas por la misma coalición, algo que el propio sistema no permite. Asimismo, tampoco se llegó a buen puerto para el tramo de diputados y senadores bonaerenses. Cuando llegó el turno de las seccionales las cosas se empiojaron más, y la ruptura siempre estuvo latente.
A tal punto que, en horas de la madrugada, y mientras se seguían buscando puntos de encuentro, en la Gobernación se apreció un desfile de dirigentes de distintas secciones electorales, que fueron a firmar una lista por si era necesario que el MDF tuviera que presentar sus propios candidatos por fuera de la nómina de La Cámpora y el Frente Renovador. Mientras desde el massismo se insistía en que el consenso era un hecho, el kicillofismo presionaba con la amenaza de un armado propio.
Un importante dirigente del espacio que se encolunma con Kicillof le aseguró a este medio: “Nosotros no nos vamos a mover de esa postura de que Kato encabece la Primera y Verónica la Tercera”. Todo en el mismo momento que el massismo y La Cámpora aseguraban que faltaban “detalles menores” pero la unidad no corría peligro.
En paralelo, desde el Frente Renovador anunciaban que “Sergio Massa inicia gestiones ante la Justicia para dar vuelta esto. Veremos si lo puede destrabar”, frente a versiones apolípticas del que el oficialismo podría quedarse afuera de la contienda. Algo que, todos saben, jamás iba a suceder. Asimismo, sostuvieron que “hay lista de Fuerza Patria en los 135 municipios. Salen observadas porque tienen una sola firma de las tres necesarias pero eso se subsana”. Será trabajo para los próximos días. Las fuentes renovadoras también aseguraron que entrada la madrugada se volvieron a cargar listas locales y que tenían tiempo hasta el lunes para las seccionales. La Junta Electoral nunca se expresó al respecto.
Pasadas las tres de la mañana de este domingo ingresaron a la Gobernación Patricia García Blanco, apoderada del PJ de Máximo Kirchner, y Eduardo Cergnul, apoderado del Frente Renovador. Debe recordarse que por disposición de la propia alianza, las listas deben llevar la firma de por lo menos tres apoderados, uno de cada sector: el MDF, el PJ y el FR.