El año legislativo va tomando color, a pesar de que algunos de los diputados y senadores aún gozan de sus vacaciones, prendidos al celular por cualquier indicación de último momento.
Como es habitual, los primeros movimientos tienen que ver, por ejemplo, con la conformación de las comisiones de trabajo, y el tradicional tironeo entre los diferentes sectores por la conducción y el control de las mismas.
En este contexto, oficialismo y oposición ya trabajan para integrar las grillas, por lo que los responsables de la tarea enviaron las planillas a sus soldados. “La idea es que cada uno se anote en las comisiones que quieran integrar”, señalaron desde Unión por la Patria.
Las huestes de Kicillof en las cámaras tienen claro que el tablero de este año se atomizó, y que será necesaria, más que nunca, la muñeca de los negociadores si es que quieren avanzar con sus iniciativas o las del Ejecutivo.
A pesar de que el camino recién comienza a recorrerse, peronistas, radicales, libertarios y amarillos coinciden en respetar una tradición que se mantiene invariable: el criterio de proporcionalidad.
“Creemos que vamos a llegar a acuerdos, y en este marco cada sector va a tener la representación en la conducción de las comisiones de acuerdo con los votos que la sociedad no dio en las elecciones”, esbozó un legislador peronista.
La batalla más importante estará centrada, como en cada periodo, en la designación de presidentes y vices, para lo cual se aplicará la tan mentada proporción, la ecuación votos/bancas.
Como ejemplo, desde la conducción de ambos sectores aseguran que si el oficialismo tiene 38 bancas en diputados, y esa cifra representa el 40%, podría tener una veintena de comisiones bajo su conducción.
Siguiendo la lógica matemática, en el caso del interbloque UCR-PRO-CC podría sumar una cifra similar. “Podrían ser 9 o 10 del PRO, 5 de la UCR y uno de los lilitos, pero esto es todo especulación, por ahora”, refirieron desde el sector boina blanca.
De igual manera y con el mismo método habrá que calcular la representación en la Cámara Baja de los libertarios “puros” (6 bancas), los libertarios referenciados con el massismo (9) y los radicales disidentes con el GEN, con bloque de seis.
Sí está claro, al menos en Diputados, que no habrá espacio para conducir para los unibloques, que suman cuatro. Al menos en eso coinciden el oficialismo (las negociaciones las lleva adelante el presidente del bloque, Facundo Tignanelli, mientras que Agustín Forchieri lo hace en nombre del PRO y Diego Garciarena por parte de los radicales).
Otro aspecto sobre el que no hay discusión es el que marca que quien gana y gobierna la Provincia, en este caso Unión por la Patria, manejará los destinos de las “ministeriables”, especialmente Economía (Presupuesto), Educación y Salud.
En cuanto a los tiempos, todos parecen coincidir en que, a pesar de que no se trabaja a contrarreloj, existe una idea primigenia para que todo esté definido para la primera sesión del año, fijada para el martes 20 de febrero. En tal sentido, la oposición dio el OK para que se pueda sesionar, con temario aún por definir.
Senado
En el Senado será más de lo mismo. La representación de cada sector en el manejo de las comisiones tendrá el mismo criterio, según la cantidad de bancas que reúna cada trinchera.
El esquema tendrá la misma característica: al igual que en la Cámara baja, el oficialismo conducirá las importantes: Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales.
Unos y otros cuentan con fuerzas parejas en este recinto. El oficialismo reúne 21 bancas contra 19 de radicales, amarillos y “margaritos”, mientras que los libertarios se reparten entre un sector con 3 legisladores y tres monobloques.
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