La debacle electoral de Juntos por el Cambio, evidenciada en las PASO y ratificada con la hecatombe en las generales de octubre, pasó factura y repercutió en la Legislatura bonaerense.
“Juntos ya no existe, olvídense de esa alianza”, lanzó un legislador cambiemita, apurándose a aclarar que “ahora somos bloques separados, pero que podemos acordar cosas puntuales”.
De hecho, radicales, amarillos y “lilitos” actúan como un interbloque (de derecho no, ya que no existe esa figura en la Legislatura) en Diputados, y sin la Coalición Cívica(no tiene representación) en el Senado. Pero suman a Lorena Mandagarán, del GEN de Stolbizer.
En la Cámara Baja la situación se complicó porque, a la ruptura de JxC como espacio integrador, se sumó la escisión de un grupo de radicales que responden a Facundo Manes. Son seis (cinco de la UCR y la “margarita” Natalia Dziakowski), que ya tuvieron su primer acto diferenciador con el “oficialismo” boina blanca.
Fue durante la votación del Endeudamiento y la Impositiva Fiscal, que salieron con el voto favorable de la UCR que responde a Maximiliano Abad, conducida por Diego Garciarena, y la negativa de los disidentes que conduce el platense Claudio Frangul, fuera hasta el momento- del interbloque opositor.
Sin embargo, los chispazos no solo alcanzaron a los dos sectores de la UCR, sino que tuvieron como protagonistas a los negociadores con el gobierno de Axel Kicillof. O, para ser más exactos, con el ministro de Economía, Pablo López, quien llevó adelante la “rosca”.
No fueron pocos los desacuerdos entre los radicales Agustín Máspoli (titular del bloque en el Senado) y el propio Garciarena y los representantes legislativos del PRO, el diputado Agustín Forchieri (vinculado a Diego Santilli) y el senador montenegrista Alejandro Rabinovich.
Con la boca chica y entre labios, los radicales fueron acusados de ser excesivamente condescendientes con el oficialismo al momento del “yo te doy, vos me das”. Por el contrario, los amarillos aparecieron como inflexibles y con posturas obstruccionistas. Ambas trincheras encarnaron, entre otros reclamos, el de los intendentes del ex espacio Juntos.
En el nido amarillo el panorama es de equilibrio entre sectores. Así, el PRO loteó la conducción de sus bloques legislativos en busca de paz interna, al menos hasta que comience la puja por los liderazgos, que quedaron en cuestión tras la derrota electoral del año pasado.
El reparto colocó al santillista Forchieri al frente de la bancada de Diputados, secundado por el ritondista Matías Ranzini (en 2025 invertirán las responsabilidades). Lo mismo ocurrirá en la Cámara alta, que este año repetirá autoridades: Alejandro Rabinovich, el marplatense vinculado al intendente Guillermo Montenegro, llevará la batura, acompañado -una vez más- por Christian Gribaudo, alfil de Daniel Angelici. El próximo año se invertirán esos roles.
Sin embargo, todos miran de reojo el tablero nacional, tras el acople de macristas, bullrichistas y otros “istas” amarillos a los libertarios. Un acercamiento mayor (¿se puede más?) del PRO hacia el gobierno de Javier Milei podría ocasionar, como un acto reflejo, el alejamiento de radicales y otros aliados menores, lo que ocasionaría una nueva hecatombe interna en un espacio que tiene sus acuerdos sujetos con alfileres.
MATIAS RANZINI (PRO)
“Es muy prometedor para el futuro porque ya nos conocemos”
El vicepresidente del flamante bloque del PRO en en la Cámara de Diputados bonaerense, Matías Ranzini, aseguró que “en realidad nunca se cambió la forma de trabajar, porque con el radicalismo y otras fuerzas siempre dialogamos e hicimos evaluaciones políticas para tomar nuestras decisiones. Lo hicimos cuando éramos un bloque llamado Juntos, de la misma forma que lo hacemos con este esquema de interbloque”.
En cuanto el futuro del nuevo modelo de relación con sus exsocios, el referente ritondista explicó que “es muy prometedor para el futuro porque ya nos conocemos, nunca dejamos de tener el parámetro político de lo que necesita nuestro espacio, que son las voluntades de cambio”.
En referencia a la experiencia de la negociación de fin de año, el zarateño sostuvo que “ahora estamos todos jugando en una misma sintonía, (Alejandro) Rabinovich, (Christian) Gribaudo, (Adrián) Urrelli, (Agustín) Forchieri y yo. Me parece que esta mesa de cinco nos da la oportunidad de tener un diálogo muy sincero, pero también muy concordante con lo que se viene, porque todos tenemos una visión de la política muy partidista”.
MARCELO DALETTO (UCR - cambio federal)
”En Juntos nos une un modelo de país, aunque con diferentes matices”
El senador provincial monzoísta Marcelo Daletto aseguró a La Tecla que “en Juntos nos une un modelo de país, aunque con diferentes matices, pero nos separa que no hemos cumplido los objetivos en el período de gobierno 2015-2019 y en agosto del año pasado, cuando estábamos para ganar la elección nacional, pero quedamos fuera de esa elección. También nos separa un nuevo oficialismo nacional, que está cerca de lo que piensan unos, con otros que estamos más al centro”.
En cuanto a la influencia del alineamiento con Milei, el legislador evaluó que “podría alejar al radicalismo, que podría decir somos oposición a ambos, al gobierno provincial y al gobierno nacional también. Son legítimas todas las posturas frente al gobierno de Milei, algunos quieren ser protagonistas y aportar a un gobierno que necesita aportes, por lo cual son legítimas las aspiraciones, aunque no son las posturas que tienen otros en el radicalismo, por ejemplo, que consideran que no podemos entrar a un espacio con el que tenemos grandes disidencias en las prácticas, en sus formas. Tienen falta de altura, de diálogo”.
Además, el legislador chacabuquense consideró que “eso nos aleja de (Javier) Milei, aunque a otros en algunos puntos no les cuesta tanto. Pero esa forma de hacer política puede llegar a distanciar a algunos sectores que, como nosotros, creen en el díalogo y en el consenso”.
DIEGO GARCIARENA (UCR-CAMBIO FEDERAL)
“Hemos logrado construir un gran bloque con 30 miembros”
El radical Diego Garciarena, presidente del bloque UCR-Cambio Federal en Diputados, aseguró: “Lo que veo es que hemos logrado conformar un unibloque. Aunque no existe en el reglamento en los hechos estamos funcionando así. Hay una mesa de tres con Agustín Forchieri (PRO) y Maricel (Etchecoin), de la Coalición Cívica, donde debatimos y buscamos una posición unificada. Hemos logrado construir un gran bloque con 30 miembros, nos ha dado una fortaleza legislativa importante“.
En cuanto a la posibilidad de interactuar con el otro bloque boina blanca, el marplatense dijo que “hubo una mayoría para conformar el bloque y una minoría que consideró que debían ir por otro camino. Hicimos todos los esfuerzos para sostener la unidad, no se pudo y hemos construido un interbloque. En la última sesión del año pasado ya hubo una diferencia importante, ellos votaron negativamente la Ley Fiscal, el Endeudamiento, el acuerdo con los intendentes, el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, de modo que su posición no tiene nada que ver con nosotros”.
Con respecto a la posibilidad de que sectores radicales se alejen del PRO por su alineamiento con el mileísmo, consideró que “siempre las conformaciones heterogéneas son complejas, porque se unen uno, dos o tres objetivos con esfuerzo. Entonces tensiones va a haber siempre, pero la política es el diálogo para superar esas tensiones. Me parece que tenemos una responsabilidad, que es trabajar con la unidad, que nos da fortaleza legislativa para discutir con el Gobernador y también respaldando a nuestros intendentes”.
PRIMEROS CORTOCIRCUITOS
Un primer testeo que terminó con pase de facturas
El pedido de Endeudamiento para la Provincia se había frustrado en noviembre, cuando el Ejecutivo solicitó autorización para tomar deuda por $ 150 millones. Radicales y amarillos condicionaron su OK a que el oficialismo responda al requerimiento de los intendentes opositores: pago de deudas (entonces era de unos $ 7.000 millones) y un fondo para obras, entre otros.
Sin embargo, la falta de un mecanismo que asegure el primero de los puntos hizo caer la sesión en el Senado. Desde Gobernación se mostraron molestos por la falta de acuerdo para avanzar en el tratamiento. Gobierno y radicalismo unieron su crítica y apuntaron a la intransigencia de sus socios, especialmente a la responsabilidad de Mauricio y Jorge Macri.
CLAUDIO FRANGUL (ACUERDO CIVICO)
El “otro radicalismo” y un vínculo aún no claro con el interbloque
El titular del bloque AcuerdoCívico (UCR + GEN), Claudio Frangul, aseguró que “después del balotaje dejó de existir Juntos como todos lo conocíamos, con el salto de Patricia Bullrich y Luis Petri, que era la fórmula presidencial, a formar parte del gobierno nacional. Para nuestro bloque está muy claro que no se puede hacer oficialismo y oposición a la vez.
En referencia a su relación con el “oficialismo” boina blanca, que responde al senador nacional Maximiliano Abad, el “Turco” analizó que “más allá de las diferencias que hay de los dos bloques, creo que la posición del radicalismo tiene que ser la de una oposición constructiva; que sea bien clara la posición”.
Sobre el voto en contra de las iniciativas del Ejecutivo, el platense explicó que “el proyecto entra un viernes, con un fin de semana largo, y es votado el jueves, con cambios a último momento en el Senado. Era difícil saber cuáles eran las modificaciones, y con el agravante de que ni el ministro de Economía ni el titular de ARBA vinieron a la Cámara a discutir y a explicar el proyecto. Incluso había cosas que nos enteramos después de la sesión”.
En cuanto a su pertenencia o no al virtual interbloque UCR-PRO-CC, Frangul dijo: “Nosotros marcamos una posición distinta y por eso votamos en contra de los proyectos del Ejecutivo. Ellos fueron los que permitieron los dos tercios para que se puedan sancionar. En algún tema puntual, podemos no coincidir con el interbloque. Se trata de discutir proyecto por proyecto”. Finalmente, consideró que “en la Cámara se votaron estas leyes y tenés legisladores radicales muy vinculados al Gobierno nacional. A nosotros nos parece que eso no tiene nada que ver, creo que estamos confundiendo a la ciudadanía”.
SEGUNDO ROUND
La UCR vs. el PRO, los grandes contra los distritos chicos
La rosca por los fondos para municipios significó el último chisporroteo entre la UCR y el PRO. El aporte de $ 116.000 millones caldeó los ánimos de alcaldes y legisladores amarillos (especialmente del senador Alejandro Rabinovich), quienes reprocharon a los radicales por acordar con el Gobierno que se repartan según el coeficiente (CUD) del año 2023 y no la fórmula mixta.
“Se habló una cosa y nos nos encontramos con que en la redacción (de la ley) pusieron otra cosa”, se quejaron los amarillos. El error (o jugarreta) perjudica a distritos grandes gobernados por el PRO, como Mar del Plata, Vicente López, San Nicolás, Junín o Pergamino. Unos creen que fue “avivada” contra el PRO; otros, una “mexicaneada” a los distritos poderosos.
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