Se cruzaron en Navidad a bordo de un avión y comenzaron una intensa historia de amor

Las fiestas siempre traen consigo un mundo de emociones. Es momento de reuniones familiares, de balances y de replantearse todo para fijar metas para el año próximo. Lo que nadie imagina es encontrar al amor de su vida a bordo de un avión un 25 de diciembre. Eso fue lo que les sucedió a Catalina Bernal Andrade y Mauricio García Marulanda.

Durante la Navidad de 2009 ellos se cruzaron en un vuelo, mientras atravesaban momentos personales duros: ella estaba sufriendo porque a su padre le habían diagnosticado cáncer de colon y él había estado internado en una clínica de rehabilitación de adicciones.

Catalina, que entonces tenía 31 años, estaba viajando junto a su madre desde Bogotá a Disney, porque su padre las había animado a viajar entre las fiestas para que puedan relajarse ya que se venía un año muy duro de operaciones y tratamientos de salud. Mientras que Mauricio viajaba junto a su familia, aunque en un asiento separado de ellos.

A Catalina y Mauricio es tocó sentarse juntos y a la hora de llenar un formulario de ingreso a Estados Unidos, cruzaron unas palabras para despejar dudas del documento. Sin embargo, esa conversación se volvió extensa y profunda.



Ambos compartieron el momento difícil por el que estaban pasando y abrieron su corazón. Aún no entienden bien por qué, pero sintieron una profunda confianza desde el primer minuto. Cuando la aeronave se preparaba para aterrizar, ella cambió el chip de su celular y puso uno con característica estadounidense. 

En ese instante, decidieron compartir sus vías de contacto y ella le pasó su teléfono de Estados Unidos, su teléfono de Colombia y, por las dudas, también su correo electrónico. Él anotó toda la información en una libretita de viaje.

Luego de bajar del avión ella se acercó hacia él y lo despidió con un beso en la mejilla. También se presentó con toda su familia, "eso fue como el momento clave, cuando ella vino y se despidió" contó él.

Durante esa semana compartieron mensajes y fueron afianzando su relación. Finalmente, Catalina y Mauricio comenzaron una historia de amor que continúa hasta la actualidad. En el año 2011 contrajeron matrimonio en Bogotá y nunca más se separaron.