Política Provincial
22 de noviembre de 2023
NOTA DE GRAFICA
Fractura, la espada sobre la cabeza de Juntos por el Cambio
Mantener la unidad será tarea compleja, luego del alineamiento de sectores PRO con Milei. Nadie se anima a aventurar el escenario futuro. Los liderazgos y el poder de legisladores e intendentes
De todas las consecuencias posibles que pueda deparar el triunfo de Javier Milei en el balotaje, que lo consagró como Presidente electo, la de la incertidumbre podría ser la más determinante.
En términos políticos, el futuro aparece como un intríngulis a resolver para JxC, que transita el post cachetazo de las generales entre curar las heridas y el desafío de mantener, a futuro, una unidad que aparece hoy como una quimera.
El alineamiento de Mauricio Macri y Patricia Bullrich al libertario arrastró detrás de sí a buena parte de los amarillos. En la Provincia, siguieron el camino de la motosierra dirigentes como Néstor Grindetti (candidato a Gobernador), y Cristian Ritondo, además de varios legisladores e intendentes.
No sólo el exministro de Seguridad de María Eugenia Vidal saldría fortalecido tras la derrota del oficialismo, sino que algunos dirigentes amarillos del territorio bonaerense podrían plegarse al futuro gobierno libertario.
Claro que en la lista de referentes con aspiraciones de conducción se anota Diego Santilli, diputado nacional y referente de las palomas, aunque a estas alturas los nidos parecen entremezclados.
El “Colo” no sólo asistió el domingo al búnker victorioso de Milei, sino que dispuso miles de fiscales que le cuidaron la boleta al libertario, especialmente en el Conurbano.
La Tecla pudo confirmar que la decisión de Santilli molestó al larretismo por inconsulta, recibiendo una dura respuesta por parte del exprecandidato de las palomas: “No respondo a nadie, la decisión fue consensuada con legisladores, intendentes y referentes, no tengo que dar explicaciones. Como Larreta no me las da cada vez que se reúne o va a comer con (Sergio) Massa”, aseguran que lanzó.
Los radicales salieron menos magullados que sus socios del proceso electoral, aunque las pujas internas se avecinan, luego de la consagración de Maximiliano Abad, titular del Comité Provincia, como senador nacional.
También podría repercutir en el armado territorial, donde los boina blanca salieron prácticamente empatados entre distritos ganados y perdidos.
Sin embargo, todo análisis que se realice, especialmente los de tipo anticipatorio, deberá tener en cuenta el peso de las definiciones nacionales, que tendrán su espejo en la provincia de Buenos Aires.
Surgen allí varios interrogantes, como la posibilidad de que la avanzada de Macri y Bullrich pueda arrastrar a sectores duros del PRO a conformar un nuevo bloque político junto a los libertarios y sectores afines, rompiendo la alianza opositora.
Lo mismo ocurre con el larretismo, que podría ver con cierta satisfacción desembarazarse de sus rivales internos y buscar la conformación de un espacio más de centro junto a sectores de la UCR, la Coalición Cívica (su lideresa, Elisa Carrió, preanunció una huida de Juntos), espacios de peronismo no kirchnerista y alguna porción de progresistas y socialistas.
Amén de lo que definan los peronistas no K, con poco representatividad dentro de la alianza opositora, el futuro de JxC tendrá a los intendentes con un rol importante (ver aparte), con un desafío casi inmediato y que no les permitirá reponerse del sacudón.
A través de sus legisladores deberán incidir, por un lado, para que los bloques legislativos mantengan la unidad. Y que esa decisión les otorgue la firmeza como para negociar con el Ejecutivo el Presupuesto 2024, a punto de ser debatido en la Legislatura. En el menú ya fijaron sus preferencias, o exigencias: fondo de obras y seguridad, pago de deudas de Provincia y actualización por inflación.
UN BALANCE DIFICIL DE MANTENER
La Legislatura, escenario de dos batallas: hacia adentro y externa
A partir del 10 de diciembre serán 37 las bancas ocupadas por Juntos en la Cámara de Diputados bonaerense. Allí hay radicales, lilitos, margaritos, amarillos bullrichistas, santillistas, ritondistas y otros con terminales en intendentes del territorio provincial. Hasta el momento, el PRO tuvo a su cargo la vicepresidencia de la bancada, a través de Alex Campbell, que se mudará al Senado. Por su parte, el radicalismo deberá buscar sucesor a Maximiliano Abad, senador nacional electo, si es que se mantienen el actual reparto de poder. El sector de Facundo Manes advirtió ya que buscará el control del bloque, pero no le alanzaría. Abad busca imporner a Diego Garciarena.
En el Senado, la alianza tendrá 20 legisladores, abriéndose también un tiempo de rosca interna para conseguir una representatividad en la mesa de negociaciones. Hoy, el PRO conduce a través del marplatense Alejandro Rabinovich, vinculado al intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, con el radical Agustín Máspoli como vice. Ambos tienen mandato hasta 2025, aunque nuevas figuras pugnarán por ocupar los sitios de responsabilidad política y legislativa a futuro. El primer test para el nuevo agrupamiento será el del Presupuesto 2024, donde ya se definirá la pulseada por la conducción.
Con nuevas autoridades, los legisladores opositores a Axel Kicillof ya comenzaron a sentir la presión de sus territorios para que negocien, con la mayor firmeza que sean capaces de sostener, más recursos para sus intendentes, además del cobro de las deudas que el Ejecutivo mantiene con ellos. Una meta que no será fácil.
En ambas Cámaras, la impronta de las posturas legislativas también estará signada por el reacomodamiento que surja de la posible fractura a nivel nacional, que amenaza también al grupo bonaerense. Con casi nula representación quedan la Coalición Cívica, con tres diputados; el peronismo republicano, con un diputado y un senador, y un representante “margarito” en cada uno de los recintos.
EL ALA INTENDENTISTA TIENE SU PLAN
El poder territorial de la alianza, disminuido y con nuevos referentes
Con derrotas en grandes distritos como La Plata, Lanús, Bahía Blanca u Olavarría, el PRO se llevó la peor parte. Su candidato a Gobernador fue derrotado, y sin construcción territorial propia tiene pocas chances de liderar el futuro amarillo. En este contexto, Cristian Ritondo cuenta con tropa propia de intendentes y unos cuantos “sin tierra”, y será un jugador importante, tanto como Santilli. “El Colo va a jugar, no tengas dudas, sigue activo”, aseguraron a La Tecla desde el entorno del diputado. En el radar también habrá que tener a un grupo de intendentes que se salvaron del cachetazo en las generales, y que quedaron posicionados para buscar un lugar en el PRO de la Provincia.
Además de Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Soledad Martínez (Vicente López), ambos victoriosos en el bastión peronista del Conurbano, desde el interior asoma la figura de Guillermo Montenegro. El jefe comunal de General Pueyrredon ratificó sus posiciones al ser reelecto y derrotar a la camporista Fernanda Raverta, titular de la ANSES. También los Passaglia en San Nicolás ratificaron su poderío en la Segunda sección, por lo que adquirieron el derecho a ser protagonistas de la próxima etapa del variopinto espacio amarillo bonaerense.
En las filas boina blanca el golpe fue menor: ganaron 2 distritos y perdieron 4, casi una escena de tablas, si fuera ajedrez. El possismo quedó casi sin representación, tras perder San Isidro y no renovar sus legisladores, por lo que emerge la figura de jóvenes dirigentes como Franco Flexas, alcalde de General Viamonte. El Foro de intednentes de la UCR tendrá, con seguridad, al rauchense Maximiliano Suescun en su conducción, tras la despedida de Miguel Fernández. “Estamos en proceso de análisis, tenemos que hacer un bloque fuerte de cara al futuro”, señaló un jefe comunal, reconociendo que la batalla del Presupuesto será el primer gran desafío para JxC antes del cambio de gobierno nacional.