Kellen, un niño de tan sólo 7 años, falleció tras ser atacado por cuatro perros, dos rottweiler y dos mestizos. Su madre, Emily Islas, se arrojó encima de él para intentar salvarlo de la jauría y resultó herida gravemente. El trágico suceso tuvo lugar en la reserva indígena de las tribus de Shoshone-Bannock ubicada en Fort Hall, Idaho, Estados Unidos. |