En el último tiempo, las artes marciales cobraron cada vez más adeptos y se expandieron a lo largo de todo el mundo. Entre lo más destacado según los profesionales, está que abarcan un número de deportes y disciplinas que promueven la salud física, mental, el autocontrol y la protección personal. Lo cierto es que hay tantas alternativas que hasta a veces resulta difícil distinguirlas, y es justamente por esto que tanto jóvenes como adultos eligen practicar alguna de ellas, teniendo en cuenta la capacidad de cada uno y los múltiples beneficios que proporcionan estas actividades.
Los expertos, además, también afirman que ponerse a prueba en estas disciplinas es particularmente fructífero para mejorar la confianza y la autoestima. Incluso, varios famosos tanto nacionales como estrellas de Hollywood y la música se mostraron públicamente a favor de muchas de ellas. Uno de los objetivos principales de las artes marciales es enseñar métodos de defensa personal mediante diferentes técnicas; sus principios básicos permiten alinear la mente, cuerpo y espíritu, logrando un buen control y haciendo del cuerpo un arma efectiva para poder usar cuando sea necesario defenderse. Asimismo se busca que las personas obtengan un mayor control ante situaciones diarias de peligro y aprendan a saber actuar frente a ellas.
El tai chi chuan es una de las modalidades más elegidas de los últimos años y que más popular se convirtió. Esta práctica antigua se la conoce popularmente como la “meditación en movimiento” y fue inscrita a finales del 2020 por la Unesco en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Suele combinar movimientos suaves con técnicas de respiración, concentración mental y relajación. Estos, a su vez, pueden adaptarse y practicarse al caminar, estando de pie o sentado. Los instructores sostienen que, mientras más se practica a lo largo de la vida, mayor es la destreza que se logra y mejor es el estado de salud que se adquiere; mientras que, la gran mayoría de las personas que la experimentaron notan cambios como la reducción del estrés, mejora en la resistencia y la fuerza muscular, una mayor flexibilidad y conocimiento del propio cuerpo.
Por otro lado, están las artes marciales que le dan un enfoque más particular e intenso a la capacidad de fortalecer el cuerpo y la potencia. En el caso del Taekwondo, se necesita de una gran cantidad de fuerza para ejecutar las patadas y los movimientos más complejos. Para poder desarrollar esta actividad y otras como el Karate o el Jiu-Jitsu, se requiere de un entrenamiento muscular repetitivo para conseguir fuerza, algo que se logra a través de la regularidad y, sobre todo, la autodisciplina.
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