Argentina
Jueves, 28 marzo 2024
NOTA DE TAPA
15 de diciembre de 2020

Los desafíos de Kicillof en el año electoral

Se termina el fatídico 2020. Y con la vacunación a punto de empezar, el Ejecutivo le pone todas las fichas al primer semestre del año entrante. El juego de la Provincia en las legislativas, el vínculo con Nación y los intendentes, y la cuestión económica

Antes de enfocarse de lleno en 2021, Axel Kicillof y su equipo deben cerrar de la mejor manera posible el inesperado y fatídico 2020. La pandemia se llevó consigo todos y cada uno de los planes con los que el ex ministro de Economía, a bordo de un ClÍo, se presentaba como candidato a lo largo y ancho de la Provincia. Tiempo pasado. En dos semanas arranca el primer año electoral del mandatario. Pero el paso inicial es ahora, de la mano del presupuesto, el endeudamiento y la fiscal e impositiva. Todavía en 2020 es nada más y nada menos que el primer desafío de 2021.

De todos modos, la idea es que la situación no sea ni parecida a la de finales de 2019. De entrada, antes que la discusión mediática se caliente demasiado, el gobernador y su antecesora, María Eugenia Vidal, volvieron a tener contacto después de un largo tiempo y acordaron que quienes iban a negociar con la Provincia serían los titulares de las bancadas de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad y Roberto Costa. 

“Lo que se habló con Vidal es que el presupuesto se vote esta semana”, dice a La Tecla una de las personas de confianza del mandamás. Pero aclara que hasta que no los vea con la mano levantada, no se confiará más de la cuenta. “Nos da la sensación que puede tentarlos más la cuestión mediática-electoral que la aprobación del presupuesto; pero no nos vamos a enganchar en el juego del año pasado. Si no lo quieren aprobar, no lo aprobamos; se tratará en febrero”, completó la fuente. 

El segundo desafío de la administración provincial tendrá que ver con el fin del Covid, el objetivo que en realidad engloba a todo el mundo. “Se nos va la vida en la vacunación”, confiesan desde la cartera de Salud, y estiman que una vez concluido el proceso se empezará a valorar realmente lo hecho durante la pandemia. Y esto no sólo tiene que ver con la vacuna, sino también con la construcción de hospitales, la incorporación de trabajadores, la adquisición de respiradores e insumos, etc. 

“Estamos convencidos que el trabajo realizado durante la pandemia, sobre todo en lo que respecta al sistema sanitario, se va a valorar con el paso de los días. Al Conurbano nunca le llegó el colapso. Le llegó a Europa, a Estados Unidos y hasta Suiza se complicó. En marzo se hacían apuestas para ver cuándo colapsaba el sistema de salud y cuándo explotaba el Gran Buenos Aires por hambre o saqueos; nada de eso sucedió. Confiamos en que la gente pueda apreciar todo el esfuerzo”,  amplían, con el deseo y esperanza de que no haya segunda ola. Si se quiere, aunque no directo, este es otro de los grandes desafíos: ser valorados.

Los desafíos de Kicillof en el año electoral

Después, una vez comenzada la campaña de vacunación, será momento de ejecutar lo que no se pudo hacer durante este 2020. Tal como repiten Kicillof y varios de sus ministros, principalmente Agustín Simone, la obra pública será clave en el primer semestre. Rutas, escuelas, obras hídricas, viviendas y saneamiento podrán verse en la totalidad del territorio bonaerense previo a los comicios de agosto (si es que finalmente hay PASO) y octubre. “Será un motor dinamizador muy importante; genera mano de obra directa e indirecta”, explica un alto funcionario.

En simultáneo llegará la hora de los nombres, de los candidatos, de la campaña legislativa. Y ahí estará el gobernador como protagonista. Aclaran que no al nivel de Vidal en 2017, pero que sí le pondrá el pecho a la defensa de su primer año y medio al mando del barco. “Axel va a ser parte fundamental. Va a ser imposible quedarse afuera. Lo que está en juego son las respuestas que el gobierno provincial pudo dar en este atípico año”, dicen desde la cartera de Comunicación, y agregan “la gestión va a ser el centro de la campaña, es nuestro mayor capital”. 

Lo que no habrá en esa campaña es una puja entre kicillofistas y el resto de los miembros del Frente de Todos. “No hay puros de Kicillof de cara al armado de las listas. Trabajamos en el marco del mismo espacio que nos contiene desde hace mucho tiempo, igual que durante la elección anterior. Los dirigentes de La Cámpora o los más kirchneristas son los más cercanos a nosotros, no vamos a debatir con ellos”, confiesa un integrante de la mesa chica de la Provincia, y menciona a CFK como la líder del espacio.
 
“Cristina es nuestra conductora, ella es la líder de este espacio. ¿Qué va a hacer Kicillof? Lo que Cristina determine. Esta es una frase que se repetía antes de los comicios de 2019 y que también se repite ahora, sin tapujos. "Gracias a la magnífica jugada pensada por ella estamos acá. Ella es la conducción”, insisten, sin dejar de marcar que el vínculo del mandamás bonaerense con el presidente de la Nación “también es excelente”. 

“A lo largo de todo el año se evidenció que el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires son parte del mismo proyecto y caminan juntos. Más allá de las operaciones que pueden hacer algunos, nunca el gobierno nacional le dio la espalda a la Provincia y menos aún al revés. Todo se trabajó en conjunto. Por más ruidos que hubo en el medio, jamás se afectó la relación. El diálogo de Alberto y Axel es diario y así continuará en 2021”, grafica la fuente y apunta que es algo natural y que no estaría bien mencionarlo como un desafío. 

Los desafíos de Kicillof en el año electoral

Lo que sí es un claro desafío es mejorar la imagen del gobierno, la cual de marzo a esta parte se cayó de manera considerable, algo que vale destacar, con todos los dirigentes que gobiernan sucedió algo similar. De todos modos, resaltan en Provincia que las oscilaciones de Kicillof son menores que las de Alberto. “Así como subió menos en marzo también bajó menos ahora, pero lo trascendente es levantar la imagen de la gestión”, asegura una de las principales funcionarias del Gabinete. 

“Ahí está nuestro fuerte, en la capacidad de gestión. No somos un gobierno personalista que se base en la imagen de Axel, sino en la gestión de gobierno. Vamos a trabajar muy fuerte en eso. También lo hicimos este año, lo que sucede es que la pandemia se llevó todo a la rastra. 2021 va a ser de mucha obra pública, mucho trabajo territorial y un gran despliegue. Apostamos a que se empiecen a ver los frutos de las transformaciones iniciadas este año, y entonces si se fortalece la gestión también se va a fortalecer la imagen del gobernador.”, concluyó. 

Pospandemia, vacunación, campaña, elecciones de medio término. Y por si fuera poco, la economía (ver aparte). Los desafíos de Kicillof y su equipo son constantes y están concatenados. A medida que los vaya cumpliendo, si es que los cumple, logrará concretar uno de sus grandes objetivos: que los bonaerenses valoren el esfuerzo realizado en la lucha contra el coronavirus. Si esto sucede, las urnas acompañarán al Frente de Todos y tal vez a finales del año que viene deje de ser un duro escollo. 


La Primera, la preferida
Ferraresi, la frutilla del postre para el apaciguamiento de la Tercera

“Hay intendentes con los que ya se había trabajado desde el ministerio de Economía. Si bien es otra la relación, había un conocimiento previo.  También hay intendentes con los que no existía un trato previo. Pero es indiferente. Con algunos de los viejos conocidos nos contó entendernos y con algunos de los que no conocíamos nos entendimos enseguida”. El resumen lo hace un funcionario cercano al gobernador, que hace hincapié en que la cercanía de los jefes comunales de la Primera con Nación tuvo como consecuencia que se generara en la Tercera una especie de recelo que ubicó a la Provincia en el medio del problema. Pasando en limpio, Juanchi Zabaleta y Gabriel Katopodis a la cabeza hicieron que la Primera se convierta en la sección preferida de Alberto. La poderosa Tercera, con Martín Insaurralde, Jorge Ferraresi y Fernando Espinoza como líderes, hizo sentir su malestar y los platos rotos los pagó la administración provincial. “Nos usaban como prenda de cambio”, comenta la fuente. La solución –aunque sea momentánea- llegó de la mano del polémico Fondo de Seguridad. “A mí no me metan en este lío”, dijo el presidente, palabras más, palabras menos. Y el que se hizo cargo del reparto, previo convenio con Nación, fue Kicillof. Como para ponerle la frutilla al postre llegó la designación de Ferraresi como reemplazante de María Eugenia Bielsa en el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. “Esperamos tener un año más tranquilo en el vínculo con los intendentes, si bien no nos podemos quejar, estaría bueno evitar ciertos chisporroteos”, cerró la fuente.

Los desafíos de Kicillof en el año electoral


Cómo ve Kicillof a JxC
Un rival “desparramado” que necesita hacerse ver

En la vereda de enfrente una dura oposición, cada vez más opositora. Y en calle 6 entienden que esa postura está directamente relacionada a la interna cambiemita. Más allá de los pedidos -algunos atendibles, otros no- "Juntos por el Cambio es hoy por hoy un manojo de actores queriendo jugar en el mismo territorio pero sin saber dónde y cómo, sin conducción", comenta una persona allegada al mandatario, poniendo el foco en el que será el principal rival en las urnas. 
"Vidal juega pero no juega; Larreta conduce pero no conduce y Macri aparece y desaparece, están en una nebulosa difícil de aclarar", añade la fuente, suma que "en el radicalismo nomás, el segundo espacio en importancia en el frente, todavía tienen que resolver la interna entre Gustavo Posse y Maximiliano Abad". 
"También hay que tener en cuenta a la gran mayoría de los intendentes fuertes, que salvo Jaime Méndez de San Miguel, hasta ahora, ninguno puede reelegir. ¿Qué van a hacer? Todos a la vez intentan mostrarse y apostar a alguna posibilidad en Provincia. Y además están a la espera de si les van a imponer un candidato de la Ciudad o no, como sucedió otras tantas veces. Vidal, sin ir más lejos", completa.
La introducción precedente tiene como fin explicar el porqué de la actitud opositora, el porqué de la "necesidad de protagonismo".  "Toda esa falta de definición, ese desparramo, propio de un espacio que viene de una derrota; lo mismo que nos pasaba a nosotros en 2016, hace que cualquier situación que surja les sirva para asomar la cabeza; para gritar 'acá estoy yo'", resume el Kicillof boy´s.


“La letra chica”
Berni, clave en 2021: “Te contiene un sector que de otra manera no contenés”

La seguridad será clave en el año electoral. Y el ministro es nada más y nada menos que Sergio Berni, el más “distinto” de los integrantes del Gabinete. "Sergio tienen muchos puntos a favor y algunos asteriscos", resume otro funcionario de primera línea. “No vamos a negar que la inseguridad es un problema grave, pero hay que resaltar que no hubo descontrol. Berni conoce, le pone el cuerpo a la situación, tiene una gran capacidad de trabajo y gestión”, mencionan a favor de “Súper Berni”, que justamente es lo que más ruido hace entre los kicillofistas, y ni que hablar en el ala más progre. También los cruces con su par nacional, Sabina Frederic. Pero lejos están esas cuestiones de ponerlo en duda para 2021. “Es la letra chica. A Sergio siempre hay que tenerlo adentro. Te contiene un sector que de otra manera no contenés”, afirman en calle 6, con la cabeza puesta en los comicios del año que viene y en los votos de los descontentos macristas. “Es bueno tener a alguien no tan afín, que además responde con su trabajo. Es la contraindicación del prospecto. Te puede salir algún granito. Qué se le va a hacer”, completa entre risas la persona consultada. 

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Las tomas, un problema de difícil solución en un año complicado
La imponente toma de la localidad de Los Hornos, en el partido de La Plata, es el claro ejemplo de que el problema de fondo sigue sin resolverse. En el marco de la previa y el desalojo de Guernica se anunciaron soluciones a corto y mediano plazo (entre ellas, la entrega de una suma de dinero para familias vulnerables en situación de calle); sin embargo se avecina un año complicado en materia económica y de empleo, por lo que la preocupación de los intendentes del Conurbano está lejos de disiparse. Además de en la mesa de gestión de tomas, es uno de los tantos temas que recayeron en la Unidad Provincial de Tierra y Vivienda, que conduce la ministra de Gobierno, Teresa García, quien, a su vez, se ocupa de los countries que pagan tributos como si fueran baldíos, entre otras cuestiones. El panorama no es de lo más alentador, por cierto; por eso se apuesta a la alerta temprana, a llegar antes. De lo contrario, el inconveniente se acrecentará; y la incertidumbre, también.



“Una real coalición de gobierno…”
“De cara al año que viene es fundamental la coordinación extrema. El espacio no se puede dar el lujo de una situación de inestabilidad. Tenemos que mostrar que el Frente de Todos no fue una mera alianza electoral, tiene que quedar en claro que somos una real coalición de gobierno”, cuentan desde calle 6.



Por qué es imperiosa la renegociación con los acreedores
El cierre de la negociación de la deuda con acreedores extranjeros es clave no solamente para reperfilar los vencimientos que hubo este año y no se pagaron, sino porque en 2021 la Provincia afronta el período con mayores vencimientos en dólares. El total de pagos de capital en moneda estadounidense asciende a 982.2999.492 dólares. En euros los vencimientos son por 38.549.522. 

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•    El BP 21 fue tomado por Daniel Scioli en 2011 por US$ 750.000.000, a 10 años a un interés del 10,875%.
•    También es del gobienro de Scioli el PBJ 21 y la Reapertura de ese bono (ambos firmados el 9 de junio de 2015) por US$ 500.000.000 y US$ 399.475.908 respectivamente, con plazo de 6 años y una tasa del 9,95%. 
•    Durante el gobierno de Felipe Solá se tomó el Par Largo el 1 de diciembre de 2005 por un monto total de US$ 488.427.963 y EUR 578.248.613. El plazo de cancelación fue fijado a 30 años. Debía comenzarse a pagar este año y culmina en 2035.
•    En tanto, al PBF 23 lo solicitó María Eugenia Vidal el 15 de febrero de 2017, por un capital de US$ 750.000.000, a 6 años, con una tasa de interés del 6,5%.


Los vencimientos de capital que la Provincia no pagó en el 2020
En el primer año de gestión de Axel Kicillof los vencimientos de capital que debía afrontar la Provincia sumaban 726.635.299 dólares y 114. 651.649 euros. Sólo se pagaron 250.000.000 de dólares de la segunda cuota del Bono Par (BP) 21 en febrero. Luego entró el proceso de renegociación de la deuda, que inició el 24 de abril y lleva diez extensiones. La última se conoció la semana pasada y estira el plazo de la negociación con los acreedores hasta el 4 de enero.

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La cancelación de la deuda a proveedores sigue sin completarse
De los 50.000 millones adeudados a los proveedores del Estado cuando asumió la actual administración sólo una mínima parte se saldó con los Certificados de Liquidación Provisoria del Banco Provincia, debido a las insólitas trabas que puso la entidad financiera que hicieron poco menos que imposible acceder a los pagos. Para el mes de octubre, el ministerio de Hacienda y Finanzas estimaba que la deuda con quienes suministran de insumos y servicios al Estado bonaerense era de unos 35.000 millones de pesos, entre lo que quedaba pendiente del gobierno anterior y compromisos asumidos por la actual administración.
Se priorizaron para los cumplimientos los proveedores del sistema sanitario, debido a la necesidad de insumos que demandó la pandemia.  Tras la habilitación de la Legislatura para lanzar un bono que permitía cancelar hasta 20.000 millones de pesos, el Gobierno emitió en noviembre bonos de cancelación por 15.000 millones, por lo que queda aún un resto importante por cumpimentar y un atraso que en algunos casos se remonta al gobierno de María Eugenia Vidal. 
Con el bono de 15 mil millones, se cubrió parte de la deuda con proveedores y contratistas a los que se les adeudaban más de 50 mil pesos. La amortización es en cuatro cuotas trimestrales y consecutivas a partir del 7 de diciembre de 2021, con un interés en base a la tasa Badlar de bancos privados y la tasa para depósitos a plazo fijo de más de $1.000.000, de 30 a 35 días.
Queda pendiente entonces el resto de la deuda que los proveedores esperan sea saldada en breve, que podría realizarse con la ampliación del mismo bono. De todos modos, desde el ministerio de Hacienda no precisaron cómo sería esa cancelación ni desde cuándo. Tampoco tienen precisiones sobre las fechas los proveedores a los que se les adeuda.

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Agustín D'Attellis – economista
“Debe cerrarse la negociación de la deuda, que se viene postergando mucho”


-¿Se le puede complicar la economía a la Provincia si no termina pronto de renegociar la deuda?
-Debería cerrar esa negociación que se viene postergando mucho. La realidad es que si no la logra cerrar empieza a posicionarse en una situación de default que le va a generar problemas por otros lados. Por ahora se viene dilatando en el marco de una especie de acuerdo entre las partes. En la realidad, la Provincia está en default (porque no ha pagado los vencimientos de este año), pero hay una expectativa con la negociación que hace que no se disparen las complicaciones que eso genera. 
-¿Queda poco margen?
-Lo más rápido posible tiene que terminar de cerrar este capítulo o las cosas se van a complicar, con todo lo que implica entrar en default. En el caso nacional se cerró el acuerdo porque Martín Guzmán tiene un perfil muy específico para eso; en el caso de Axel y su gente, que es la misma que lo acompañó cuando era ministro de la Nación, vienen de enfrentar más complicaciones con los acreedores externos. Pablo López, hacia el final del conflicto con los Fondos Buitre, no terminó con una buena relación con los acreedores y los fondos internacionales. Más allá de las complicaciones técnicas del caso hay cuestiones personales que también juegan y están haciendo que esto se dilate demasiado. Pero ya no queda mucho más tiempo porque los acreedores van a preferir impulsar un default si esto no se resuelve.
-El primer vencimiento de 2021 es el del BP 21 el 26 de enero. ¿Es una fecha límite?
-Va a depender del acuerdo con los acreedores, pero claramente ese ese un límite porque cuando llegue ese bono no lo va a poder pagar. La Provincia no tiene los dólares, hace falta la ayuda de Nación y la Nación está complicadísima en el frente de dólares. Debería llegar a un acuerdo ordenado ante de esa fecha. Puede ser que entre las partes fijen alguna semana más para terminar de cerrar, pero no va a haber mucho tiempo más.
-Más allá del acuerdo de la deuda, ¿qué otros parámetros económicos deben tenerse en cuenta para la Provincia?
-Eso es clave, y después está el problema de siempre, que es que la Provincia estructuralmente depende de la Nación y está absolutamente supeditada a lo que pase con la economía a nivel nacional, donde hay un montón de incertidumbre. Hoy se está trabajando con una proyección de un rebote en torno al 5% para el año que viene y con una inflación relativamente controlada. Hasta ahora el Gobierno plantea un reordenamiento fiscal con una meta de déficit que es más o menos la mitad del que se va a cerrar este año, y hay que ver cómo juega todo eso. Pero más allá de eso todo está supeditado a qué fuerza va a tener el rebrote del virus, que indudablemente va a ocurrir y la Provincia y el Conurbano van a ser áreas complicadas. Hay que ver hasta dónde la Nación tiene margen para retomar algunas asistencias y volcarlas a la Provincia, que depende completamente de las transferencias y de las partidas que llegan desde Nación. Aún en el rebote de la actividad productiva el ajuste fiscal va a ser una realidad y la Provincia lo va a sufrir. 


El problema de los subsidios al transporte y la energía
La transferencia que en 2018 el Gobierno nacional hizo a la Provincia de los subsidios al transporte y la energía siguen siendo un dolor de cabeza para la administración bonaerense. Al principio de la gestión existió un principio de acuerdo para que esas erogaciones volvieran a ser asumidas por la Nación, pero el traspaso sigue sin concretarse y es un tema que ocupará parte de la agenda financiera del año próximo.
Durante 2019 la Provincia debió pagar por los subsidios al transporte casi 27.000 millones de pesos, más 7.791 millones por la tarifa social eléctrica. Este año, el monto sólo para las compañías de colectivos ascendió a 55.000 millones, de los cuales 20.000 millones fueron aportados por la Nación como ayuda extra. En tanto, 8.500 millones fue la erogación por la tarifa social eléctrica.
“Es un tema que debemos solucionar en breve, porque no podemos seguir haciéndonos cargo”, sostuvieron ante La Tecla más de una vez fuentes vinculadas a la cartera de Hacienda.







 

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