Argentina
Viernes, 29 marzo 2024
CRISIS COMUNICACIONAL
19 de julio de 2020

Los riesgos de la infodemia

Uno de los grandes problemas en la pandemia es la sobreinformación que existe por momentos, donde conviven la buena y la mala data. El auge de las fake news en la mirada de los especialistas.

Los riesgos de la infodemia - La Tecla

Desde hace tiempo que la veracidad de la información que circula a través del universo de internet y en especial en las redes sociales es puesta en tela de juicio, debido al auge de las noticias falsas o fake news. La particularidad de este tipo de noticias es que tienen un alto nivel de viralización y por más que después se desmientan, muchas de ellas permanecen en el inconsciente colectivo y varias de ellas conviven con el resto de los enunciados verdaderos bajo el aval de la creencia, ya sea por necesidad o conveniencia.

Sucede que en el contexto actual cobran un indeseable protagonismo, ya que está en juego ni más ni menos que la salud de toda la población. Un paso en falso puede costar muy caro a un país que ya no tiene demasiado margen de error. Por este motivo, la comunicación en tiempos de crisis y en este caso de pandemia adquiere un rol fundamental, por lo que merece poner especial atención en los modos, en las causas y efectos de subestimar el poder la palabra y la información.

Es posible que una de las principales causas de la gran cantidad y muchas veces contradictoria información que circula se deba al desconocimiento general del coronavirus. Es una enfermedad nueva, de la cual poco se sabe, incluso en cuanto a los síntomas y mucho menos sobre la mejor manera de abordar la prevención del contagio. Allí, en esos baches, se abre la puerta a la especulación y la divulgación de falsas informaciones.

Se trata de un momento donde existe una sobreinformación, también denominada infodemia. Es decir, un exceso de información, que como siempre ocurre, combina datos veraces con falsos trascendidos, e incluso en ocasiones, enunciados apócrifos, que buscan sembrar pánico en la sociedad.

Ante este escenario, es interesante poner el foco en la comunicación oficial, que es, a priori, la principal fuente de información tanto para los medio de comunicación como para el ciudadano de a pie. En un primer pantallazo, es preciso señalar que la intención del Presidente Alberto Fernández ha sido no desviar la atención de lo que tiene que ver con la salud pública, aunque el necesario, entendible, pero parcial enfoque en el AMBA ha marcado cierta distancia con el resto del país y puede enviar un mensaje confuso.

“La tensión entre informar y generar miedo. Los que tenemos responsabilidad de gobernar, tenemos que encontrar un equilibrio en el cómo, en el tono. Diferencia entre generar conciencia y asustar. En el inicio necesitamos transmitir y comunicar con ese temor, encerremonos. Pero 100 días después, reiterar la conciencia, evolucionar a un nuevo contrato social respecto de la responsabilidad de uno en el todo. El miedo es muy aliado muchas veces del caos. Hay un cóctel sobre el que hay que trabajar”, manifestó el intendente de Vicente López y referente del PRO, Jorge Macri, en un encuentro virtual por zoom realizado días atrás. 

Respecto de las noticias falsas, el jefe comunal advirtió: “A veces repetimos sin querer algo que nos llegó. El fake news ,muchas veces tiene que ver con eso. Al mismo tiempo prefiero pecar en libertad y en la capacidad de discernir que el pensar que uno solo puede controlar toda la información. Es una de las discusiones en todo el mundo en este contexto de pandemia. Si uno solo filtra y concentra la información corremos un riesgo altísimo. Hay un razonable salto al vacío que tiene que ver con confiar en quien escucha”.


Las fake news fueron protagonistas en la cuarentena

Conforme se fue extendiendo el aislamiento social, preventivo y obligatorio, comenzó a colarse la tristemente célebre grieta en lo que tiene que ver con la comunicación en tiempos de pandemia. A pesar de ser un tema sensible ya que un dato falso compromete en algún punto el buen cuidado de la salud pública, no faltaron las fake news, que buscaban embarrar la cancha y generar caos en un contexto de suma incertidumbre. 

Uno de ellos fue la difusión de fotografías de manifestaciones en Chile que se le atribuían al barrio de Quilmes Villa Azul, que supo tener un foco importante de contagios pero que fue controlado. La circulación de imágenes falsas tenía como intención dañar la reputación de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y por elevación la del Presidente Alberto Fernández. Fue tal la propagación que la señal de noticias que las publicó tuvo que retractarse.

Otro ejemplo de la viralización de noticias falsas fue aquella que aseguraba que había una intención deliberada por parte del gobierno de liberar presos para evitar contagios de coronavirus en las cárceles. Allí se indicaba que habría salidas masivas de personas privadas de la libertad, incluso aquellos condenados por delitos graves. El factor común entre ambos casos es que se trató de publicaciones en medios tradicionales y no en redes sociales, por lo que ya no hay territorio exento de caer en la trampa de divulgar datos imprecisos, con o sin intención.



Mario Riorda (Consultor político)
"El problema de las fake news es la solidificación del pensamiento tribal"


El consultor político Mario Riorda habló con La Tecla y señaló que “Hay una cuestión que me parece sumamente importante y es que la gestión de la pandemia empezó a politizarse, sobre todo la dimensión económica, lo que empezó a incidir en la imagen del gobierno y la radicalización de la oposición. Esto es un problema de riesgo,más que político, porque se deja de confiar en los líderes a los que no les cree. El aumento del discurso radicalizado opositor repercute en la percepción del riesgo. Y creo que el gobierno siendo parte de esa construcción, empieza a generar un serio problema. El deterioro político empieza a repercutir seriamente en la gestión del riesgo”.

Asimismo, el analista apuntó: “Un aspecto central es la dimensión tribal. De acuerdo a mi tribu, mi núcleo de interés, es el tipo de información que voy a consumir. Por lo tanto, no es tanto el problema de las fake news, sino cuando una noticia falsa radicaliza a ese sector con argumentos falsos. No porque se expanda hacia afuera, sino porque solidifica un pensamiento interno con argumentos falaces. A veces son noticias no del todo falsas, sino que no son del todo verdad. Puede que haya datos erróneos o erróneamente interesados y no es tan dramático, el problema es que es muy difícil de regular.”. 

Sobre la gestión del gobierno, Riorda indicó: “La comunicación de riesgo venía razonablemente bien por parte del gobierno, sin embargo creo que en parte empezó a perder algo de efectividad, particularmente cuando empezaron los cambios de Fase.Un problema es la metropolinización de la comunicación del covid para todo el país. Hay 22 distritos que nos quedamos como espectadores”.






Javier Pianta (Consultor político)
"Muchas noticias falsas incluyen certezas que la ciencia no puede dar"


El consultor político apuntó a este medio que “la incertidumbre es lo que mejor define a los argentinos hoy. Y eso genera que busquen información, Muchas veces llega de un familiar o amigo cercano y se reproduce.La cuarentena refuerza un poco el tema de los lazos afectivos y eso puede complicar también el tema de la información. Un amigo o familiar puede ser fuente de información y no tener conocimiento. Muchas noticias falsas incluyen certezas que los científicos no pueden dar. Eso es complejo. Porque necesitamos certezas y no las tenemos, por eso estamos más vulnerables y las fake news cumplen esa función. Y es peligroso”.

Asimismo, Pianta explicó que para evitar caer en las fake news “No hay que creer todo lo que se ve en redes. Las fuentes son fundamentales, no compartir audios o mensajes sin fuente. si hay carga emocional, desconfiar. Elegir fuentes confiables. El reporte del gobierno es confiable, un medio o un portal con prestigio. No confundir información con opiniones. El tema es que acá se agrieta todo. Se desconfía hasta de los datos oficiales”. 

Añadió: “El tema es el poder de penetración que tienen los medios y la formación del que lo escucha. Pero la noticia falsa se propaga en la medida en que la información es congruente con el contenido de la comunidad. Hoy en las redes no se ve todo. La red lo que hace es propiciar los contenidos que estén más cerca de tu ideología y te alejan, creando como tribus”. 




Rodrigo Quiroga (investigador del Conicet)
"Cuesta comunicar en la pandemia porque los trabajos científicos se contradicen"


El investigador del CONICET apuntó a La Tecla que “Yo empecé a hacer un poco de difusión y divulgación respecto de la pandemia porque advertí la cantidad de mala información que estaba dando vueltas. Por suerte no soy el único, somos varios, en su mayoría científicos, que hemos tomado un poco la posta. Era fundamental que lo hiciéramos y estamos contentos por tener bastante llegada en los medios tradicionales. Lo tomamos con mucha responsabilidad y seriedad”. 

Respecto de la falsa información, Quiroga indicó: “Creo que hay una mezcla de varios factores. No sé si hay mala intención pero hay un fuerte componente de sesgo de confirmación, cuando algo que leemos confirma lo que pensábamos lo levanto y lo hago circular por más que no sea información del todo chequeada o seria”. Aclaró: “Cuesta comunicar en la pandemia porque aparecen trabajos que se contradicen todo el tiempo. Sabemos muy poco de esta enfermedad y vamos aprendiendo sobre la marcha”. 

Por último, el científico expresó: “Veo bastante floja la comunicación del gobierno. Veo que no tienen mucha llegada, no solo con los cuidados básicos y sobre lo que está permitido y lo que no. No hay una página web donde esté recopilada las medidas que fueron tomando en cada provincia por ejemplo. Esa información no es claramente accesible. Se comunica poco y pobre a mi entender. Es clave la comunicación en esto. Creo que no se está haciendo suficiente hincapié en la responsabilidad de cada uno de nosotros. Eso lleva a que la gente no pueda decidir bien sobre qué riesgos correr y cuáles no”.




Natalia Aruguete (Investigadora y periodista)
“Existen estrategias de desinformación con objetivos políticos”


La autora del libro "Fake news, trolls y otros encantos" habló con La Tecla y expresó: “Yo observo dos escenarios a lo largo de esta pandemia/cuarentena en la Argentina en cuanto a la circulación de noticias falsas y estrategias de desinformación. Las noticias falsas no necesariamente tienen que ver con la voluntad de generar un daño, mientras que las estrategias de desinformación sí tienen un objetivo político para dañar a algún otro. Buscan embarrar la cancha”.
En tanto, Aruguete agregó: “En la situación en la que estamos es muy difícil desactivar a tiempo las fake news porque el principal error que cometemos es pedirle a los usuarios que se den cuenta que no tienen que compartir una noticia que debería ser obviamente falsa. Ahora, si las noticias nacen en los medios nacionales históricos y se replica igual en otros 100 medios...es muy difícil”.
Por último, la comunicadora subrayó: “Esta situación desconocida donde la única certeza es la falta de certezas y donde hay una creciente polarización afectiva que influye en las percepciones de riesgo, para mi no hay salida. Tiene que ser colectiva, política y tiene que ser una discusión pública y comprensiva, con una mirada democrática de la comunicación. La libertad de expresión tal como la estamos poniendo en discusión hoy tiene una concepción restrictiva y reflectiva, más no una comprensión más diversa, comprensiva en lo que tiene que ver como libertad para informarnos y comunicarnos más democráticamente”. 




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