El sábado 22 de junio será el día clave. No sólo para el peronismo, sino para todas las fuerzas políticas. Claro está, dicha jornada maratónica definirá la conformación de las listas de los diferentes frentes electorales. De cara a ese debate, el Partido Justicialista bonaerense y, sobre todo, los intendentes de la provincia de Buenos Aires buscan la manera de acortar los tiempos y que las definiciones no se den sobre el pucho.
En ese sentido, el cónclave en Cañuelas, que debía contener solamente a los alcaldes y contó con la presencia de dos foráneos como Fernando Espinoza y Juan José Mussi, avanzó en dicha dirección. Si bien el principal eje de la cuestión fue la fotografía de todos los intendentes, con el regreso de algunos críticos, como Ricardo Alessandro (Salto), la definición de posiciones tuvo su espacio.
Es que, entre el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia, el peronismo kirchnerista pone en juego la renovación de 21 bancas que les pertenecen a legisladores afines. En tanto, el objetivo apunta a consolidar una mayor representación y elevar el número de propios en los 69 escaños totales que se ponen en juego. La disputa por el sillón de Dardo Rocha no es lo único que moviliza al peronismo provincial.
Conforme a lo manifestado a La Tecla por diferentes participantes del encuentro, los casi 45 jefes comunales coincidieron en marcar una pauta central. La lapicera, a cargo del diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, no está en discusión. No obstante, ponen el foco en el reparto de cargos legislativos. Principalmente en el interior bonaerense, donde quieren ser los dueños de la lapicera y elegir ellos la cabeza seccional.
Por caso, hoy el kirchnerismo debe renovar al menos dos bancas llamativas: el hombre de Lomas de Zamora (Tercera sección), Miguel Funes, y su par de San Martín (Primera sección), Lauro Grande. Ambos fueron proclamados diputados en representación de la Cuarta sección. Eso no puede volver a ocurrir. Así, de manera enfática, se encargaron de marcarlo y dejarlo asentado los intendentes, y así se aceptó. No habrá presencia de foráneos en las nóminas regionales.
En tanto, otro de los puntos donde los 45 intendentes del espacio cierran filas sin grietas es en la voz de mando. Según ellos explican, trasvasar a los comicios venideros lo ocurrido en 2017, donde los alcaldes recuperaron representación en las listas y las equilibraron con la agrupación territorial del kirchnerismo. “Está todo dado para que eso pase, no deberá haber grandes problemas”, comentó uno de los mandatarios que dialogan con Alberto Fernández, CFK y Máximo. De esa manera, la misma fuente explicó que “en el interior, los intendentes quieren las cabezas de las listas, en el Conurbano hay que negociar los puestos, pero va a haber mucho lugar para los que tienen territorio”.
Es decir, los jefes comunales acordaron ser quienes lleven la batuta en la Segunda, la Cuarta, la Quinta, la Sexta y la Séptima. El primer cargo será para quien decidan ellos, el segundo, para La Cámpora. De ahí para abajo, se negocia la representación con las fuerzas que formen parte de la alianza electoral. La conversación no solo incluye a la militancia y los alcaldes, sino que los gremios también pujan por tener hombres (o mujeres) de confianza en las nóminas.
A su vez, si bien los alcaldes apuestan a contar con representación, reconocen que deberán compadecer ante la negociación con Máximo K. El hijo de la expresidenta tiene una obsesión con la Legislatura y el control de una caja millonaria para financiación política. Por caso, la continuidad del senador Jorge Romero, quien afronta un juicio por abuso sexual que él mismo asumió en redes sociales, se debió a que estaba a cargo de las comisiones del bloque de Unidad Ciudadana. Así, el diputado nacional no deja nada librado al azar a la hora de hablar de la renovación legislativa y una de sus premisas es sostener las cámaras para potenciar una eventual candidatura en un futuro no muy lejano.
Vale remarcar que, si bien las principales pautas a la hora de negociar ya fueron consolidadas, todo pende de un hilo. Por caso, según confiaron a este medio, uno de los objetivos al momento del armado de listas es llegar a las Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto con una nómina por sección. No se descarta que exista más de una, pero los protagonistas aseguran y perjuran que “el esfuerzo estará puesto
en que no haya interna en las secciones”. Bastante diferente de lo que ocurrirá en los distritos.
La definición de posturas tiene un párrafo aparte ante un eventual escenario de unidad y acercamiento de posturas con Sergio Massa y el Frente Renovador. “El que vuelve no viene a la cola, eso se terminó. Somos todos compañeros, no hay traidores”, comentaron a este medio. Claro está, el massismo no ha decido aún su política de alianzas.
De esa manera, el peronismo y el kirchnerismo de la provincia de Buenos Aires comenzaron a definir los lineamientos centrales para la renovación de la Legislatura. Mientras, la mirada está en la tercera posición, y todo puede volver a cero.
Primera Sección
Son cinco los escaños que pone en juego el peronismo K de la Cámara de Diputados. Si bien no hay nombres para la lista, lo que es de público conocimiento es que son escasas -por no decir nulas- las chances de que el quinteto de legisladores busque otro mandato. Juan Debandi irá por la intendencia de Tres de Febrero; Santiago Revora, Patricia Cubría y Carlos Urquiaga tienen un pie afuera; mientras que Lucía Portos se debate entre el Concejo Deliberante de Pilar y la renovación legislativa.
Con dicho panorama, La Cámpora perderá tres escaños, al menos de entrada. La negociación regional la encabezan Ariel Sujarchuk (Escobar), Gabriel Katopodis (San Martín) y Alberto Descalzo (Ituzaingó). El sanmartiniano podría pasar a la Legislatura como parte de un acuerdo con el kirchnerista Hernán Letcher en el terreno local.
En la negociación, además de los alcaldes y el camporismo, también se incorporó el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico, con el Conurbano como principal fortaleza. Además, dicha organización pierde una banca, la que corresponde a Patricia Cubría, y buscará un puesto de privilegio para garantizar un ingreso.
En total son 15 los escaños que hay en juego en la Primera sección. Los primeros cincos puestos de la lista son los que protagonizan la discusión.
Segunda sección
Tras bajarse de la contienda, Francisco Durañona sigue en campaña y la reciente foto con Alberto Fernández en su pago chico lo ubican en un lugar preponderante de cara al armado
seccional. Podría encabezar la lista de senadores, tranquilamente. El mandamás de San Antonio de Areco tiene buena llegada al peronismo y al camporismo.
“Cierra por todos lados”, sostiene un par suyo. Otro es Sergio Berni, quien también tendría la chance de renovar su banca o podría recalar en el Ejecutivo (nacional o provincial) en caso de victoria justicialista.
Además no hay que descartar al histórico intendente de Colón, Ricardo Casi, que mantiene un buen vínculo con Alberto Fernández. Ambos jugaron con Randazzo en 2017. En lo que respecta a La Cámpora, dejará un lugar libre. La senadora Cecilia Comerio será la candidata a intendenta de San Nicolás por Unidad Ciudadana. Desde el espacio prefieren no tirar nombres aún. El que sí se anotó fue el movimiento obrero, de la mano del nicoleño Mario Almirón, secretario de la Uocra regional San Nicolás.
Tercera Sección
El histórico bastión peronista guarda similitudes con la otra sección que corresponde al Conurbano (la Primera). La Cámpora tiene en pugna dos bancas, y una de ellas está a punto de perderla (la que pertenece a Jorge Romero). Los intendentes tienen otras dos (Daniel Barrera y Darío Díaz Pérez). Igualmente, en el PJ confían en que el deterioro de Mauricio Macri, producto de la crisis social y financiera, les depare una elección mejor que la realizada en los últimos años y, de esa manera, sea posible el ingreso de cinco senadores.
Incluso no descuentan que el derrotero de las conversaciones ubique a Sergio Massa y el Frente Renovador en el mismo espacio. De esa manera, los números mejorarían, y de las ocho bancas seccionales en pugna, podrían retener seis.
Así como ocurre en la Primera, el Movimiento Evita, con Fernando “Chino” Navarro como máximo referente regional, también buscará tener su parte en el reparto. Por caso fue uno de los hombres que se fotografiaron con Máximo Kirchner y Alberto Fernández en un cónclave acotado.
De la misma forma, la mirada recae en Lomas de Zamora y Martín Insaurralde. El intendente quiere ser parte de la mesa que corte el bacalao y conseguir puestos para los suyos. Lo mismo ocurre con el diputado nacional Fernando Espinoza, que apuntala su juego desde la base del gran caudal electoral de La Matanza.
Cuarta Sección
Son catorce las bancas que pone en juego la región, una de las más miradas por los intendentes a la hora de sentar su posición. Claro, de los cuatro escaños que poseen actualmente, dos responden a legisladores con base en el Conurbano, bastante alejados de la realidad territorial de la Cuarta: Miguel Funes y Lauro Grande.
Eso se acabó, aseguran, y la cabeza de la lista saldrá de un acuerdo entre Walter Torchio (Carlos Casares), Pablo Zurro (Pehuajó), Alberto Conocchiari (Leandro N. Alem), Germán Lago (Alberti) y Jorge Cortés (Hipólito Yrigoyen). El deseo apunta a que el elegido tenga buena relación con el sector rural de la región y sea motor de un gesto de recomposición del peronismo con el agro. Después vendrá el espacio para el camporismo y los acuerdos sindicales, pero siempre con la decisión de los jefes comunales como clave.
Quinta Sección
Mar del Plata perdió peso en la sección, aunque son muchos los que creen que puede llegar a recuperarlo. Los dos principales grupos están encabezados, si se quiere, por Francisco Echarren, de Castelli, y Juan Pablo de Jesús, de La Costa.
Tan cruzados están los dos espacios que hay quienes se animan a decir que será la Quinta la única sección en la que habrá PASO legislativa. De no ser así, el acuerdo será discutido. “Juan Pablo (De Jesús) ya cobró el año pasado con Gabriela de María, ahora nos toca a nosotros”, dice un exintendente PJ. Por el lado del camporismo, no se quedaría conforme con las candidaturas de la diputada nacional Fernanda Raverta en Mar del Plata y del senador provincial Gervasio Bozzano en Maipú. Quieren más. Tal vez, algo consiga.
Volviendo a lo seccional, los del grupito liderado por Echarren se animan a nombrar a Gustavo Pulti, pues resaltan que “sería un desperdicio ponerlo de concejal de Raverta, a quien duplica en intención de voto”.
Sexta Sección
Aquella tan promocionada unidad de la Sexta que incluía a los ocho intendentes quedó atrás hace un buen tiempo. Por caso, los históricos Alfredo Fisher, de Laprida, y Hugo Corvatta, de Saavedra, se encuentran en bandos opuestos, más allá de alguna que otra foto de unidad provincial.
De cara al armado de una eventual lista, no hay nombres aún, sobre todo porque los dos actuales, Juan Manuel Pignocco (anda con ganas de volver a Santa Fe) y Federico Susbielles (va como candidato a intendente de Bahía Blanca) no van a renovar. En cuanto a los espacios, Corvatta está cobrando “de arriba” gracias a Marisol Merquel, que quedó al mando de Diputados; y Néstor Alvarez, también de ese grupo, consiguió un conchabo en la Defensoría del Pueblo.
“Ahora le toca al Pichi”, afirma un referente matancero, en referencia al lapridense Fisher, que podría ganarse un buen lugar en la lista, aunque no sea ocupado por él. En cuanto a La Cámpora, que ya cobró en 2017 de la mano del diputado Gabriel Godoy, va a querer algo más por la salida de Pignocco. Por el lado de Bahía, no hay que descartar a Marcelo Feliú, actualmente concejal de la bancada peronista.
Séptima Sección
Es la región que menor renovación sufrirá: se ponen en juego nada más que seis bancas. El valor de la lista, para el peronismo está en los primeros dos escalones. Así lo aseguran, al tiempo que agregan que “el resto (de la nómina) es decorado”. Es una de las pocas secciones que ya tienen definido el 1 y el 2. La cabeza, elegida por los intendentes y con apoyo unánime, será para que Walter Abarca renueve su banca y sea secundado por el camporista de Olavarría, César Valicenti.
Claro está, por la paridad de género no podrá ser él quien figure en la boleta, sino que proyectará a su pareja, Mercedes Landivar, militante del camporismo olavarriense que no trasciende las fronteras con los concejales ni intendentes de la región. Por otra parte, la mirada está puesta en Marcos Pisano, alcalde de Bolívar, que conversa diariamente con Alberto Fernández para ser parte del espacio, pero sin el peso necesario para ser protagonista en la negociación por los primeros dos puestos.
Octava Sección
“La fórmula Fernández - Fernández produjo un terremoto en La Plata”, confiesa uno de los dirigentes que vieron con gusto que el exjefe de gabinete quede al frente del binomio. La primera lectura que hacen los peronistas más lejanos al kirchnerismo es que “ahora, todos tenemos las posibilidades”.
Hasta el sábado 18 a las 9 de la mañana se imponía el nombre de la diputada provincial Florencia Saintout, una de las precandidatas a la intendencia. “Con Alberto como 1, el panorama es muy distinto”, se entusiasma un allegado a la concejala Victoria Tolosa Paz, muy cercana a Alberto Fernández por intermedio de su esposo, el exsecretario de Medios, José “Pepe” Albistur.
También sumó puntos el ex randazzista Federico Martelli, integrante del albertista Grupo Callao. Por su parte, Guillermo Escudero, también anotado para ganarse el sillón de Julio Garro, podría no reclamar demasiado y conservar su banca de diputado hasta 2021.
En lo que respecta a la lista de senadores (sólo son 3 lugares), si es que Saintout no aparece como figura principal para la Comuna, podría ser potestad de La Cámpora. En algún momento se habló del diputado nacional Andrés “Cuervo” Larroque, pero el rumor duró lo que dura un suspiro.
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