Política Provincial
6 de mayo de 2018
CAMARA ALTA
Un proyecto envuelto en sospechas de lobby
A pesar de que la iniciativa de Alcoholemia 0 fue votada con moción de preferencia para ser debatida en comisión, repentinamente, su discusión se trabó en la Legislatura. Desde Unidad Ciudadana criticaron la demora. Cambiemos morigeró su interés en la aprobación
El eclipse político donde convergieron Unidad Ciudadana y Cambiemos en el Senado bonaerense se vio extrañamente interrumpido por los tiempos de la política. A pesar de que en la Legislatura bonaerense el oficialismo acompañó en comisión la moción de preferencia el debate del proyecto de Alcoholemia 0, a la hora de ir a los bifes y votarlo en el recinto, todo se diluyó.
En efecto, la iniciativa por la que exis-ten dos propuestas bastantes similares, una de ellas pertenciente a Federico Susbielles (Unidad Ciudadana) y la otra de autoría de Walter Lanaro (Cambiemos), no saldrá con la rapidez que prometía y las sospechas se pusieron a la orden del día.
Pese a coincidir en el criterio de que un conductor no debe tener una sola gota de alcohol en sangre, las comisiones de Transporte y Legislación General, por las que debía avanzar la diatriba, no tuvieron acción alguna, y lo que en principio era consenso terminó reflejando diferencias en las posturas adoptadas por ambos autores de las leyes. Es que mientras Susbielles criticó la demora, Lanaro prefirió hacer hincapié en la apertura del debate.
“Es una ley que enfrenta muchos lobbies poderosos”, aseguró a La Tecla el legislador de Unidad Ciudadana, aunque no se animó a ir más allá. No obstante, sugirió que los mismos rondan en torno a “empresas productoras de bebidas alcohólicas; otros, ligados a es-tablecimientos gastronómicos y, también, automotrices”.
Quien brindó mayores precisiones sobre esa sugerencia fue Marcos Navarrete. El titular de Estrellas Amarillas de Bahía Blanca afirmó: “Este es un proyecto que nació en Córdoba. Julio Ambrosio, que es su principal impulsor y el fundador de Estrellas Amarillas en el país, nos advirtió que iba a ser una iniciativa muy difícil de lograr sancionar a nivel nacional y, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, porque el Ministerio de Transporte de la Nación y la Agen-cia Nacional de Seguridad Nacional tienen intereses en que no salga”.
La afirmación de Navarrete conduce a dos nombres: el primero, Guillermo Dietrich, ministro a cargo de Trans-porte; y el segundo, Carlos Alberto Pérez, director ejecutivo de Seguridad Vial. La deducción perdería fuerza si no fuera porque, llamativamente, el oficialismo pidió que representantes de los ministerios de Transporte nacional y provincial expongan en el debate de comisión. En paralelo, Unidad Ciuda-dana abogó porque puedan expresarse, también, académicos y familiares de víctimas.
En consonancia con ese panorama, el citado senador Lanaro se mostró conforme por lo realizado hasta acá. “Lo único que quería era plantear un debate en la cámara para, entre todos, rediscutir los parámetros dentro de los cuales deben manejarse los conductores en torno al consumo de alcohol. La idea era abrir un debate y que el Ejecutivo se meta en la discusión; mi idea está cumplida”, precisó a La Tecla el legislador que representa al oficialismo en la Cámara alta provincial.
Por fuera de la rosca política y el lobbie, lo que queda son las estadísticas.
En efecto, los siniestros automovilísticos por la ingesta de alcohol son la primera causa de muerte entre personas menores de 35 años y la tercera entre la población en general. Nuestra provincia ostenta la triste tasa de 14.15 muertes cada 100.000 habitantes por accidentes de tránsito, y en lo que va del 2018, Bahía Blanca es la primera ciudad del país con más muertes por este tema: 12 vidas se perdieron sólo en el primer trimestre.