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9 de septiembre de 2014
ESTACIONAMIENTO MEDIDA

Un negocio a medida en San Isidro

El intendente, Gustavo Posse, fue denunciado por serias irregularidades en el contrato del Estacionamiento medido con la empresa Chediack, que se hizo con el servicio en 1992. Hace 21 años que la firma maneja la explotación sin abonar un canon al Municipio. Un sistema obsoleto que lleva recaudada una importante suma de dinero

Un negocio a medida en San Isidro
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El contrato con Chediack para explotar el servicio de Estacionamiento Medido y Tarifario en San Isidro (conocido como SISTE), trajo dolor de cabeza para el intendente, Gustavo Posse. Desde el Centro de Orientación, Defensa y Educación del Consumidor (CODEC) presentaron una denuncia para que se revean mecanismos y se modifiquen cuestiones particulares en el vínculo entre el Municipio y la empresa. Según la demanda, las irregularidades llevaron a un “enriquecimiento indebido, desmedido y desproporcionado” de la concesionaria.

Pero no sólo fue esta organización la que planteó serias dudas y sospechas frente a este contrato, sino que la oposición se mostró en desacuerdo con la idea impulsada por el Ejecutivo de extender el contrato de la empresa por 8 años más, sin una contraprestación. Sí, es así: el gobierno de San Isidro busca continuar con el servicio de parquímetros sin que la empresa retribuya una contribución o canon al Municipio o a los ciudadanos. Algo así como un negocio redondo para la firma perteneciente a José Chediack.

Según estimaciones realizadas por miembros del CODEC, desde que la empresa ganó la licitación en 1992, cuando el intendente Melchor Posse, padre del actual Intendente, estaba al frente de la comuna, recaudó más de $ 1.000 millones y actualmente las cifras siguen siendo muy importantes. ¿Por qué? Porque no tiene que abonar un solo centavo al Municipio por usar su calles y lugares públicos para cobrar estacionamiento, por medio de un contrato que fue prorrogado desde hace casi un año.

“Venimos investigando hace mucho tiempo y vemos que es una actividad muy rentable para otros municipios donde la empresa aporta dinero a las arcas estatales. Sin embargo, en San Isidro, hay un contrato de más de 20 años que con el tiempo se fue degenerando y hoy es un servicio millonario que le rinde ganancias muy altas al concesionario, pero que por una decisión inédita no paga contraprestación alguna, ni al Municipio, ni a los vecinos”, explicó a Desafío Económico Pablo Chamatrópulos, presidente del CODEC.

Por su parte, la edil opositora Marcela Durrieu dijo que “el contrato está vencido hace un año y medio, desde el 31 de diciembre de 2012, cuando se cumplieron los 19 años que había otorgado Melchor Posse, el 1 de enero de 1993. Ahora la empresa le está pidiendo al Municipio ocho años más de prórroga con el argumento de que no amortizaron las obras después de 22 años”.

Un poco de historia

Para entender el vínculo entre la firma Chediack y el municipio de San Isidro, hay que trasladarse en el tiempo hasta 1992, cuando bajo el gobierno de Melchor Posse se le otorgó, por medio de la licitación nº 1/92 la Concesión de Explotación del Sistema de Control de Estacionamiento en el distrito, por un monto de $ 11.864.367. Según el contrato, el concesionario asume distintas obligaciones referidas a la obra pública como única contraprestación.

Así, Chediack debía realizar el proyecto y la ejecución del Edificio Municipal; el proyecto y la ejecución de una playa de estacionamiento debajo de la Municipalidad; la ejecución de un túnel de doble circulación bajo las vías del Ferrocarril Mitre; una galería comercial consistente en diez locales y una playa de estacionamiento bajo la Av. Santa Fe. Paralelamente, debía implementar el sistema de control de estacionamiento y ordenamiento del tránsito vehicular con la instalación de 2.000 parquímetros.

Conforme se explica en el Art. 5 referido a los plazos de ejecución, las obras tendrían que estar realizadas en un plazo de 3 años y medio, mientras que la colocación de los parquímetros se haría en dos etapas, la primera en 6 meses y la otra en 12. Asimismo, se otorga al concesionario, la explotación de las playas de estacionamiento y los locales comerciales (que él mismo construyó), y el estacionamiento medido por un plazo de 15 años.

Así dadas las cosas, existía una contraprestación por parte de la empresa por contar con el sistema de estacionamiento en el distrito. Sin embargo, existió una diferencia muy grande entre los plazos de obra y los 15 años de concesión otorgados a la firma Chediack.

“Los trabajos se hicieron inmediatamente, durante el anterior gobierno del padre de Posse. Pero se le dieron 15 años de gratuidad a cambio de 3 o 4 obras públicas que se terminaron entre 1998 y el 2000”, afirmó Chamatrópulos a Desafío. Si bien en el contrato se establecieron cláusulas que refieren a la revisión de costos y tarifas y se marca que las éstos serán acordados entre las partes y mediante una evaluación y fórmulas polinómicas, desde que asumió la Intendencia Gustavo Posse, se dieron aumentos en los valores, extensión en el servicio de explotación y prórrogas en el contrato, que sólo beneficiaron a la empresa en detrimento de los usuarios.

Y aquí también surgen algunos hechos curiosos: antes del vencimiento del contrato comenzaron a aprobarse las extensiones. Tal es así que el 29 de diciembre de 2000 se promulga el decreto 360 que mediante la ordenanza 7744, autoriza la ampliación de plazo de dos años con motivo del cambio tecnológico de los parquímetros.

Un año más tarde, el 3 de septiembre de 2001, a partir del decreto 2435, se concede la ampliación de tres años como compensación por desequilibrio de la ecuación económico-financiera.

Finalmente, el 6 de mayo de 2004, entre el Municipio y la empresa, se firmó el Convenio de Prórroga fijándose las siguientes fechas de finalización: julio de 2013 para la explotación del parquímetro; enero de 2016 para la explotación de la playa ubicada en la Plaza Yirigoyen y noviembre de 2020 para la ubicada bajo la Avenida Santa Fe.
Así, lejos de su fecha original de 2008, Chediack acordó con el gobierno de Gustavo Posse, continuar con la explotación del servicio, sin brindar canon como contraprestación y abarcando aún más zonas.

La última prórroga se estableció en 2013, cuando por medio de la ordenanza 8743 se amplió el plazo de Explotación de Parquímetros hasta el 31 de diciembre de 2014 y se creó una Comisión ad hoc, integrada por tres miembros del Ejecutivo y cuatro del HCD, con el fin de emitir dictamen respecto de la viabilidad de la prórroga de 8 años más solicitada por la empresa Chediack. Esta funda su pretensión en el desequilibrio económico que ha operado para su parte a lo largo del período de vigencia del contrato.

“La comisión se armó hace unos meses y se juntaron una vez. Hay cuatro concejales, dos del oficialismo y dos de la oposición y tres miembros del DE. Se juntaron hace una semana por primera vez y no hay información nueva al respecto. Esta es la primera comisión que se arma en conjunto entre el HCD y el DE”, dijo Marcos Hilding Ohlsson, presidente de Convocación por San Isidro.

Por su parte, Chamatrópulos dijo que “el Municipio le fue incrementando hasta duplicar la cantidad de parquímetros con el correr del tiempo, pero además y lo que es más grave aún, fueron fijando prórrogas y llevaron a que el contrato tenga más de 22 años de vigencia”.

Pero esto no es todo. Si se evalúa el período 2001-2012, los beneficios para Chediack siguieron y se basaron en reiteradas solicitudes para la modificación de la tarifa del parquímetro, que se ajustó en 2008 y 2012.

Una muestra de ello es el decreto 649, de marzo de 2008, que autoriza a la firma a aumentar el valor del Estacionamiento y la tarifa correspondiente al Servicio de colocación y Retiro del cepo. El argumento presentado por la empresa aludía a los costos experimentados en la economía nacional y a los efectos de evitar el desequilibrio de la ecuación económico-financiera. Según se expresa en la denuncia, se autorizó “el aumento sin haber dispuesto ningún mecanismo de consulta participativo a la ciudadanía cuando es criterio pacífico que las tarifas por los servicios públicos deben someterse a audiencias públicas”.

¿Información a medida?

Otro punto de la denuncia presentada contra el Municipio refiere al incumplimiento, por parte de la empresa y la comuna como órgano contralor, de brindar información sobre el servicio explotado. Desde que Chediack se hizo cargo de los parquímetros en San Isidro, se observó falta “de suministro de información veraz y adecuada de los dispositivos sobre la medición de uso remanente a los usuarios”.

“El tránsito en sí es un problema serio, se calcula un auto y medio por familia y mucho del tráfico se genera por la gente que da vueltas buscando dónde estacionar. El SISTE es un sistema obsoleto, no sabemos cuántos parquímetros hay pero se fueron ampliando en San Isidro, Martínez y Acasusso”, dijo Durrieu.

El denunciante basa su argumento en lo establecido en el decreto 3260 del año 2000, en el cual se estableció que el cambio de medición de estacionamiento ofertado por el concesionario deberá implementarse en el término de 12 meses. Para esto, se prorrogó por 2 años el contrato.

Sin embargo, no se respetaron las características técnicas reglamentarias: los dispositivos no indican el tiempo de uso remanente mediante una aguja indicadora, impidiendo visualizarlo.
Conforme a la demanda, se establece que la Municipalidad no cumplió con lo previsto en el punto 1.2 del Reglamento de Explotación Anexo 1, en donde se especifican las características técnicas de los parquímetros. Allí se deja asentado que los dispositivos contarán con una aguja indicadora que varíe su posición en función del tiempo remanente. Sin embargo, esto no sucede. “No permite visualizar el saldo en el parquímetro, con lo cual la empresa va acumulando crédito y no sabés si te quedan 10 minutos u horas, violando la ley de Información al usuario”, afirmó Chamatropulos.

“Se observa un incumplimiento por parte de la Municipalidad de San Isidro en el diligente y adecuado ejercicio de sus deberes de control y fiscalización contractual en desmedro de los intereses de los usuarios del sistema”, reza la denuncia. Y agrega que “no se vislumbra razón alguna por la cual el concesionario haya alterado el sistema de medición y la administración municipal consentido esta situación, sin ejercer en forma eficaz al poder de Policía, control y fiscalización de la ejecución contractual”.

Un hecho sorprendente es que, según el contrato, sería la Municipalidad la que aceptara los cambios en el equipamiento siempre y cuando la tecnología futura sea más conveniente y con previo pedido de la concesionaria. Sin embargo, esto sucedió al revés, la ya citada ordenanza 7744 surge por una solicitud de la Municipalidad a la empresa para que modernizara el sistema de estacionamiento.

Estas son varias de las irregularidades que se presentan en el servicio y en el contrato entre la firma de José Chediack y el gobierno de Gustavo Posse. Años de explotación sin contraprestación, con importantes recaudaciones por parte de la empresa y sin invertir un solo peso a cambio en el Municipio. La nueva prórroga vence el 31 de diciembre de este año y aún no hay definiciones. En caso de dar el visto bueno, la firma accederá a 8 años más de contrato para un sistema obsoleto que deja ganancias al privado.

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