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Martes, 15 julio 2025
Argentina
15 de julio de 2025
FRENTES ELECTORALES

Alianzas: atados con alambre

Se formalizaron los frentes electorales. El espanto unió más que la convicción. Cómo se cerraron los acuerdos, lo que viene y el gran desafío de suturar en el tiempo lo que ya ha nacido roto

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Por Andrés Sosa

La presentación de una decena de frentes electorales, para competir por bancas en la Legislatura y en los Concejos Deliberantes en los comicios del 7 de septiembre, dejó en claro que, paradójicamente, conviven una atomización política y un escenario polarizado entre el peronismo y los libertarios, una competencia entre quienes gobiernan la Provincia y quienes gobiernan el país. 

El peronismo logró unirse tras meses de tironeos que, por momentos, presagiaron una ruptura. Pese a las desconfianzas, la Libertad Avanza y el PRO cerraron filas. El radicalismo, expresiones peronistas no K y otros espacios terminaron en una alianza que, otra vez, expone una guerra fratricida en la UCR. La particularidad de este turno electoral es que las tres principales fuerzas están rotas desde su concepción. Esta semana, con la discusión por el cierre de listas, lo que quedó atado con alambre el miércoles pasado puede volver a desmoronarse. Para todos, además, el resultado posterior determinará si lo que nació roto puede ir suturándose o se derrite como un cubito al sol.

Otra vez, y como sucede desde hace casi 15 años, el Frente de Izquierda es el único que se ha mantenido en el tiempo, exponiendo una lección de coherencia más allá de los resultados cambiantes que lo han dejado mejor o peor parado. Ha sabido capear las tormentas y sostiene un sistema de reparto que funciona. Además, no faltan tampoco en esta oportunidad las coaliciones transitorias de vuelo corto que después aparecen en el fondo de la tabla de resultados.

En estas páginas se desgrana cómo se concebió cada frente, las cuentas saldadas y las que quedaron pendientes y el panorama hacia el futuro.

El peronismo obligado a la convivencia

El kicillofismo, el cristinismo y el massismo finalmente acordaron crear la alianza Fuerza Patria. Un esquema con chapa y pintura nueva, pero con un motor desgastado con un triunvirato al mando.

El peronismo, junto a un grupo de aliados, logró forzar una coalicióm para competir el 7 de septiembre en las elecciones provinciales y batallar contra La Libertad Avanza. La confluencia no hizo desaparecer las diferencias entre las principales tribus, que ahora de disponen a exhaustivas discusiones para el armado de listas.

El Partido Justicialista (PJ) bonaerense -con La Cámpora al mando-, el Frente Renovador y el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) tejieron un esquema de endeble unidad con un mecanismo particular de toma de decisiones. La crisis de liderazgo y la incapacidad de tener un jefe con legitimidad amplia los llevó a idear un diseño de conducción con un triunvirato para la toma de decisiones.

Alianzas: atados con alambre
Axel Kicillof busca consolidarse como líder de cara al 2027.

Las discusiones pasan por definir las candidaturas para los Concejos Deliberantes, la Legislatura bonaerense y el Congreso de la Nación, todo en un mismo paquete y con la misma conformación de los órganos partidarios dispuestos. La prioridad para resolver serán los postulantes a presentar este sábado 19 para los 135 municipios y para las ocho secciones electorales. En cuanto a los nombres para diputados nacionales habrá tiempo hasta el 17 de agosto.

La puja política para este punto en particular será un capítulo con tensiones que ya se evidencian en los territorios, sobre todo en los distritos dónde no gobierna el peronismo. Allí la forma de elegir candidatos no está del todo clara y se basará en función de lo que resuelvan los tres sectores más importantes. La pelea es importante ya que los dirigentes que se encuadran en el kicillofismo expresan seriamente un desacuerdo con compartir lugares con el camporismo. En tanto, en el cristinismo y el massismo tienen líderes municipales definidos, un punto a favor sobre el MDF, que no posee esta característica y es un problema que deberá allanar.

Para las comunas dónde gobiernan se presume otra situación, ya que el alcalde será quien pueda proponer el armado, pero ante las advertencias de “generosidad” para contener a todos. De cualquier forma, no la tendrán tan fácil ya que precisan de la firma de los tres integrantes de la Junta Electoral para tener el aval, por lo que el jefe comunal se verá obligado a afinar sus aptitudes políticas.

Para la confección de listas también deberán tener en cuenta que hasta el momento rige la ley que prohíbe las reelecciones indefinidas. Ante esta situación, habrá muchos legisladores y concejales que no podrán figurar en la boleta ya que tienen dos mandatos consecutivos. Desde el entorno de Kicillof adelantaron que si la normativa no cambia no habrá otro camino para sortearla. El deadline está cada vez más cerca y si la Cámara de Diputados no lo trata esta semana, muchos dirigentes le dirán adiós a la intención de poder ir por un período más por sus bancas.

Alianzas: atados con alambre
El presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, es la voz cantante del cristinismo en la nueva alianza conformada por el peronismo.

La idea de poner “candidatos competitivos” parece ser compartida por unanimidad en el peronismo y eso llevará a poner la lupa sobre los dirigentes y, con encuestas bajo el brazo, designar a los soldados para la batalla. Por lo pronto, hay intendentes que piensan seriamente en postularse como concejales para defender su gestión y el distrito ante el crecimiento de La Libertad Avanza. Tampoco se descarta que funcionarios provinciales sean quienes den la pelea en las listas seccionales. Todo un camino por desandar en el que el triunvirato deberá acordar.

Luego de definir a quienes pondrán la cara en los comicios, Fuerza Patria deberá resolver qué campaña llevar a cabo en un contexto sumamente complejo en términos económicos y sociales. El tándem Máximo Kirchner – Sergio Massa ya se adelantó y propone debates que nacionalizan el escenario, mientras que Axel Kicillof mantiene su mirada puesta en su gestión al frente de la provincia de Buenos Aires. Un tema para nada sencillo de abordar si se tienen en cuenta las diferencias entre el camporismo y el kicillofismo.

Con chapa y pintura nueva, pero con un motor desgastado el peronismo y sus aliados apelearon al espanto para, otra vez, confluir en una lista. Más por conveniencia que por convicción, enfrentarán así a la avanzada de Javier Milei y su tropa. El final, como no puede ser de otra manera en el país, es incierto, pero el pronóstico para el oficialismo provicial no pinta alentador.

Por Simón Reyna 

El día que el león se comió al PRO

Tras 10 años en la escena política, el PRO hizo lo impensado, hincó la rodilla y cedió ante los hermanos Milei. Los amarillos se juegan la identidad y Las Fuerzas del Cielo alzan la voz.

Con una maniobra que, sin dudas, va a sentar un precedente, La Libertad Avanza leyó la coyuntura de la política bonaerense y tomó la temeraria decisión de ocupar los dos asientos del jugador para así acomodar las fichas a su antojo. El primer paso, ya culminado, fue la absorción del PRO, ahora resta ver hasta qué punto pueden doblegar las voluntades de los caciques amarillos.

Bajo el nombre Alianza La Libertad Avanza ambos partidos buscarán conquistar aquello que no pudieron lograr por separado en 2023, desbancar del podio al peronismo. Sin embargo, si bien el objetivo es el mismo, el costo de este nuevo sello fue firmado con sangre por el PRO. 

Como un hecho insólito, un partido vecinal que nació hace dos décadas para dirigir los destinos de la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico de Argentina, y que llegó a meter un presidente y una gobernadora en la provincia más poblada del país hoy se ve obligado a agachar la cabeza en busca de sostener el relato de ser la principal fuerza antagónica del peronismo. Con Karina Milei oficiando de Cristina Kirchner, LLA entendió cómo se construye hegemonía en la política argentina: una figura que ordena y ansias de poder. A esa clase el PRO parece haber faltado.

El principal problema no son los colores o el nombre de la alianza, sino contener a los jefes distritales amarillos que aún ven con reticencia este pacto, sabiendo que deberán sostener lo que queda de Juntos por el Cambio en sus comunas. 

Aunque al PRO le guste anunciar que los distritos comandados por ellos son 13, en realidad son 10: General Pueyrredón, Pinamar, Arrecifes, Campana, Zárate, Vicente López, Junín, Pergamino, Nueve de Julio y Lobos. San Isidro, conducido por Ramón Lanús, responde a Patricia Bullrich; Coronel Pringles es de Lisandro Matzkin, quien puede jugar con su propio sello vecinalista y en Puan, como confirmó a La Tecla, Diego Reyes irá con boleta corta al entender que no hay chances de cerrar acuerdos con los libertarios. 

Sin embargo, más allá de los anuncios, los alcaldes referenciados en Jorge Macri (Pablo Petrecca, de Junín; María José Gentile, de 9 de Julio y Soledad Martínez, de Vicente López, han hecho saber que el acuerdo macro debe trasladarse a los hechos. “Veremos qué tan dispuestos al acuerdo están los referentes libertarios”, señaló un armador amarillo del interior.

Igual situación vive el angelicista Javier Martínez, que convive con la oposición de los concejales violetas en el Concejo Deliberante.

Por Javier Garbulsky

Frente multicolor con UCR detonada

El radicalismo inscribió el frente “Somos Buenos Aires” junto con peronistas no K, lilitos, margaritos, independientes y socialistas. El abadismo decidió no participar y amagó con impugnar.

De la derecha de Joaquín de la Torre al socialismo, del peronismo al vecinalismo. Así de ancha es la avenida que el radicalismo, o una buena parte de él, construyó para ir a las elecciones con el mandato de alejarse de kirchneristas y libertarios. Bajo el nombre “Somos Buenos Aires”, Miguel Fernández y Pablo Domenichini, quienes se enfrentaron meses atrás por el control del Comité,  juntaron voluntades y sellos para unificar a todos quienes buscaban distanciarse de los extremos. 

El armado fue recibido con beneplácito por Kicillof y los suyos, quienes vieron en este conglomerado alternativo una especie de packman que coma votos libertarios por derecha. Sin embargo, no son pocos los oficialistas que piensan que, a partir de la inclusión de peronistas como Julio Zamora (intendente de Tigre que podría encabezar la Primera sección), Fernando Gray, alcalde de Esteban Echeverría que iría por la Tercera o “Juanchi Zabaleta”, exmandamás de Hurlingham, es un peligro para el caudal electoral de Fuerza Patria.

Alianzas: atados con alambre
Peronistas no kirchneristas, algunos intendentes, junto a Joaquín de la Torre (Derecha Popular) y Guillermo Britos (vecinalista), son parte del frente.

Sin embargo, el radicalismo pareciera haberle tomado el gustito a la autoflagelación. Otra vez las benditas internas hicieron que el abadismo decidiese no formar parte de la alianza y amenazó con bloquear judicialmente la incorporación de la UCR al no firmar sus apoderados el acta constitutiva. El detonante de una relación ya desgastada entre Fernández y Maxi Abad, referentes de Unidad Radical, fue la negativa del trenquelauquense a ceder el primer lugar en la lista de la Cuarta a Emilio Monzó. Todo derivó en una áspera discusión de ambos. “Casi llegan a las trompadas”, aseguraron testigos del choque.

En mente de Fernández y Evolución, ahora con el acople de Facundo Manes, está ceder a peronistas no K el liderazgo en el Conurbano y a los hermanos Passaglia las riendas de la Segunda, aspirando a comandar las nóminas en el resto de regiones. Así, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, suena para liderar en la Quinta, mientras que en la Sexta negocian con la Coalición Cívica y Andrés de Leo podría acompañar a un radical. Aún es una incógnita la Séptima, todo lo contrario de la Octava, donde la cuestión está sentenciada: comandará Evolución con Pablo Nicoletti a la cabeza de la nómina seccional.

Por Sebastián Lalaurette
Otros frentes: cada cual atiende su juego

La oferta electoral en la Provincia no se agota en las tres grandes alianzas. La Izquierda y varias vertientes liberales y de centro suman nombres para llegar a la Legislatura y los Concejos.

La batalla por la Legislatura bonaerense y los Concejos Deliberantes de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires no se pelea solamente entre los tres grandes frentes conformados por La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, el peronismo unido y la “tercera vía” cohesionada por impulso del radicalismo. Otras siete alianzas, con distintos estilos y estrategias, buscan meter cuña en un escenario de alta polarización que da pocas oportunidades.

Así, la Izquierda sigue apostando a la unidad, mientras el espectro liberal evidencia su fragmentación con tres frentes que se disputan ese espacio, y otras tres alianzas intentan sumar figuras desencantadas de los grandes partidos o provenientes de fuera de la política. 
Por otra parte, hay intendentes que decidieron jugar con boleta corta, como los vecinalistas Arturo Rojas, de Necochea, y Carlos Bevilacqua, de Villarino. 

También Hechos, la fuerza lanzada por los hermanos Passaglia en San Nicolás, jugaría a nivel local, por fuera del armado PRO+LLA. 


 

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