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Domingo, 12 mayo 2024
Argentina
Política Provincial
15 de noviembre de 2013
INFORME

Firmas extranjeras arman las valijas

Diferentes marcas mundiales instaladas en Argentina debieron retirarse debido a las políticas implementadas por el Estado nacional. Desde empresas lácteas, energéticas, frigoríficas, pesqueras, hasta monopolios de la indumentaria y la grifería. La inflación, la restricción a las importaciones y un control férreo de la AFIP, los motivos centrales del alejamiento

Firmas extranjeras arman las valijas
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Grandes emporios internacionales están en franca retirada de Argentina. En los últimos tres años, más de 35 empresas de punta abandonaron el país debido a las fluctuaciones económicas y financieras que atraviesa.

Los motivos de la disipación en la operatividad de estas administraciones se hallan en un popurrí de recetas marcadas por el Gobierno nacional: inflación elevada, desequilibrios macroeconómicos, restricciones a las importaciones, prohibición de girar utilidades al exterior, imposibilidad de traer nuevos productos, reducción del turismo extranjero, presión de la AFIP, clientes que deben llenar solicitudes y documentaciones al superar los $ 50.000 y el cuello de botella que impone la Aduana, son algunas de las características por las cuales las firmas abandonan el territorio argentino.

El máximo productor de carne se achica

En 2005, la multinacional brasileña JBS presidida por Wesley Batista, arribó al país con un desembolso importante: adquirió Swift y abrió ocho plantas de faena a lo largo y ancho de Argentina.
Este grupo conoce el mercado frigorífico como pocos, al punto que es el mayor productor mundial de carne vacuna. Sin embargo, pergaminos que valgan, en 2006, el entonces presidente Néstor Kirchner comenzó a regular las exportaciones de carne y todo cambió. Tres años después, la crisis ganadera generó una reducción del 20% en la oferta.

De las ocho plantas, a la familia Batista sólo le queda una, la ex Swift ubicada en Villa Gobernador Gálvez, en la ciudad de Rosario.

El presidente de JBS, Wesley Batista dijo tiempo atrás que “está listo para salir del país, ya que el gobierno está masacrando a la industria de la carne” y agregó que “existe un difícil clima de negocios y no voy a tolerar nuevas pérdidas de la cadena”.

El directivo dejó en claro que “Argentina representa hoy menos del 1% de los ingresos. Estamos soltando al país de a poco. Desgraciadamente, la situación en el país no ha beneficiado la operatoria” y añadió que “desde 2008, la operación en la Argentina ha presentado un flujo de caja negativa”, sintetizó Batista.

Sealord y el costo de una inflación alta

Desde el otro lado del planeta, la pesquera neozelandesa Sealord anunció el pasado 27 de octubre que su filial Argentina Yuken SA, situada en Tierra del Fuego dejará su operatividad por los altos índices inflacionarios del país, la pérdida de 31 millones de dólares y el retraso cambiario.

Llamativamente para el CEO de Sealord, Graham Stuart, la decisión de abandonar el país significó “un peso muerto” y una “historia de terror”.

Respecto de la venta de las acciones, Stuart deslizó que “se comunicaron con empresas internacionales, aunque para los inversores extranjeros la situación de Argentina resultó ser una propuesta dura y compleja”. Por estos motivos, la sucursal de Yuken fue adquirida por el empresario Alejandro Pott, dueño de la pesquera Santa Elena.

Seolard realizaba actividades desde 2000, pero se inclinaron por desarmar todas las estructuras debido a las grandes pérdidas producto del contexto financiero que atraviesa Argentina. Stuart dijo que “Sealord ya recibió un golpe de u$s 10 millones en su aventura argentina. Yuken, en 2012, registró una pérdida operacional de u$s 7 millones”.

Desde el directorio, informaron que su alejamiento del país se debió a los excesivos índices de la inflación.

Calvin Klein duró 4 años en el país

La casa de moda estadounidense Calvin Klein Underwear se radicó en Argentina en 2008. En su llegada, inauguró cuatro centros comerciales, pero el 26 de marzo de 2012, se dio a conocer su cierre definitivo del último local que poseía en el Shopping Unicenter.

Las trabas a las importaciones terminaron de precipitar su alejamiento del país. Desde la empresa, sostuvieron una queja sostenida por la falta de productos determinados que no ingresaban a sus tiendas de primer nivel. Debido a esto, la casa de ropa se sostenía a través de los grandes descuentos que se observaban en sus vidrieras y que rondaban entre el 30 y el 50%.

El problema mayúsculo de Calvin Klein fue la restricción en la entrada de su producto insignia: la ropa interior masculina, indumentaria que cautivó y se insertó en todos los polos mundiales. La compañía contabilizaba hasta 2011, un capital de 1.007 millones de dólares.

Sin embargo, no todos los puntos son críticos, ya que la firma posee más de 60 sucursales en Brasil y otro tanto en Chile. Su subsistencia en Argentina se debió a una estrategia por descarte: resistir con productos de temporadas anteriores hasta que se destrabaran y se libraran lentamente toda la vestimenta de las nuevas campañas, que se encontraban detenidas en la Aduana.

Antes de la retirada, la empresa norteamericana indemnizó a todo el personal y emprendió su alejamiento. En la actualidad, la producción en América latina está concentrada en un 80% en Brasil.

Joyería de lujo que armó sus bolsos

Las empresas que deciden dejar su orgullo de lado no discriminan rubros. La estelar joyería francesa Cartier, ubicada en Alvaear y Ayacucho de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cerró sus puertas a fines de octubre de 2012, por las trabas a las importaciones y por las presiones constantes de la Agencia Federal de Ingresos Públicos en el mercado de la relojería de lujo.

Los motivos de su despedida se debieron a las diferentes medidas impuestas por el Gobierno nacional que generaron una fuerte desaceleración en las ventas, sumado a las restricciones a las importaciones.

El eje central de su retiro del país se debió también a los férreos controles de la AFIP. De esta manera, los clientes que adquirían algunos de los productos de relojería, debían presentar una declaración jurada ante el organismo de Ricardo Echegaray cuando comprara mercadería por un monto de $ 50.000 anual, aunque si la cifra era mayor a los $ 200.000, la documentación era aún más meticulosa.

Lo sugestivo es que gran parte de la mercadería que comercializa esta joyería supera ampliamente los 50.000 pesos, situación que molestaba e incomodaba a los clientes, debido a todo el papelerío que debían realizar.

La administración francesa Cartier había llegado al país en los años noventa y sus reliquias eran adquiridas por grandes empresas y familias. Hasta 2009, sus balances financieros marcaban grandes superávits.

Elektra, la última gran empresa en irse

La compañía mexicana Elektra, perteneciente al Grupo Salinas (propietario de TV Azteca y Banco Azteca) decidió abandonar el país debido a las intermitencias económicas. La empresa desembarcó en Argentina en 2007, bajo la promesa de invertir 60 millones de dólares y la apertura de 350 locales de venta orientados a electrodomésticos y artículos para el hogar.

Desde un principio, la firma oriunda de México apuntaba a cautivar a los sectores medios y bajos a través del otorgamiento de créditos, aunque con el tiempo, sus objetivos fueron mutando.

En un comunicado oficial emitido desde la administración, alegaron que la decisión “resulta de un difícil entorno macroeconómico y de negocios, que restan viabilidad a la operación” y agregaron que “el control cambiario y las restricciones para importar y exportar limitan el acceso a mercancías para el comercio, mientras que los controles al flujo de capitales restringen la inversión”. Además focalizaron en la noción de un país que “posee una cultura del no pago, y abuso de prácticas gremiales”.

El retiro de Argentina no es extensivo en otros países de América, ya que en Estados Unidos, El Salvador, Honduras, Perú y Brasil, entre otros, el negocio es rentable para el emporio mexicano.

Desde el oficialismo, quien hizo alusión al tema fue la embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, manifestando que Elektra “no supo, no pudo o no quiso aprovechar las ventajas que estas políticas expansivas le brindaron, ello no puede atribuirse a entornos supuestamente negativos o argumentando climas no propicios, sino a un modelo de negocios que pretendía aplicar créditos a tasas consideradas usurarias para la Argentina”.

Al menos resulta llamativo saber por qué la compañía liderada por el Grupo Salinas posee dividendos positivos en países limítrofes al nuestro y no así aquí.

Exxon Mobil vendió sus acciones a Bridas

En marzo de 2011, una noticia sorprendió a propios y extraños: la empresa petrolera norteamericana Exxon Mobil se retiraba del mercado local y latinoamericano, vendiendo la Refinería de Campana (con capacidad de producir 90.000 barriles diarios de petróleo), una red de 720 estaciones de servicio Esso de Argentina, otras 220 radicadas en Paraguay y Uruguay y dos terminales de distribución en las localidades santafesinas de San Lorenzo y Galván.

La operación rondó en los 700 millones de dólares y fue adquirida por la corporación Bridas, liderada por el empresario Carlos Bulgheroni.

De esta manera, el emporio estadounidense que controlaba a Esso optó por alejarse de toda producción, refinación y comercialización de crudo en América del Sur, debido al déficit y a la inestabilidad macroeconómica y energética de Argentina.

Con la venta de activos de Exxon Mobil, Pan American Energy (PAE), una sociedad conformada por los hermanos Bulgheroni y la empresa China National OffShore Oil Corporation (CNOOC), se ubicó en el segundo lugar, detrás de YPF, con una participación total del 13 por ciento en el mercado nacional de combustibles.

Cabe destacar que la idea central de la venta de activos de Esso ya venía circulando desde 2007, en donde sus directivos vislumbraban un panorama económico complejo en la región de América latina.

A Deca Piazza le cerraron el grifo

La marca brasileña de griferías y sanitarios, Deca Piazza, luego de 125 años de servicio, cerró sus puertas en Argentina. El 3 de abril de 2013, la sociedad alegaba su despido del país debido a las restricciones para importar, el desdoblamiento cambiario y la pérdida de competitividad, que fueron razones determinantes para empacar las maletas.

Así, la fábrica ubicada en Parque Patricios anunció su distanciamiento de Argentina y apagó los hornos que funcionaban en la sede. Antes de alejarse, dialogó con el sindicato, despidió a los operarios que realizaban actividades en la fábrica y diagramó una reunión con los proveedores para saldar todas las deudas existentes.

Deca Piazza fue una empresa fundada por inmigrantes italianos y en 1995, fue comprada en su totalidad por un grupo de capitales brasileños.

Hasta 2013, antes de la partida, Deca Piazza se encontraba entre las tres empresas de grifería y porcelana sanitaria más importantes de Argentina, situación que le permitió expandirse y consolidarse en los países del Mercosur.

British gas vendió sus acciones

La empresa British Gas vendió el paquete accionario que posee en Gas Argentino, controlante de la distribuidora Metrogas, debido a los malos balances que venía registrando en los últimos meses. De esta manera, se desprendió de sus 40.793.136 acciones Clase A.

En noviembre de 2012, Metrogas había reportado un déficit de 27 millones de pesos durante el tercer trimestre del año pasado que, comparándolo con el mismo período de 2011, la empresa había registrado una ganancia de 5.200.000 pesos.

Cabe señalar que Metrogas ya venía acentuando su situación crítica, y en un comunicado de septiembre de 2012, subrayaba la necesidad de extender los plazos en el pago de ciertas obligaciones que poseía con sus proveedores de transporte y gas. El motivo se debió a la insuficiencia de fondos y a la falta de una recomposición tarifaria desde 2001.

Por estos motivos y ante el trazado de un futuro incierto, los altos mandos de la cúpula de British Gas decidieron desprenderse de sus acciones y retirarse del país.

El gobierno echó a All y van a la justicia

El 4 de junio de 2013, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunciaba con bombos y platillos la rescisión del contrato de los servicios de carga de los ramales ferroviarios San Martín, Urquiza y Delta - Borges (popularmente conocido como Tren de la Costa) explotados por la empresa América Latina Logística (ALL).

Ante este hecho, el director financiero y de relaciones de inversiones de la compañía brasileña ALL, Rodrigo Campos, argumentó que acudirían a la Justicia contra el Estado Nacional, para reclamar el “pago de una indemnización, ya que hubo un desequilibrio económico financiero causado por varios movimientos del Gobierno en el pasado”.

Por otro lado, la sociedad ratificó que en el segundo trimestre, ALL registró una pérdida de 74,4 millones de reales.

Los motivos esgrimidos de la rescisión fueron según Randazzo, por “multas aplicadas por un valor superior al 30 por ciento del contrato, incumplimiento del pago del canon por más de seis meses, levantamiento de vías y abandono de ramales”. Sin embargo, la metodología se da en un momento en el cual varias empresas extranjeras se retiran del país. Si bien en el caso de ALL, el Estado fue quien decidió desarticular el contrato, se da en un año de franca retirada de grandes sociedades.

La firma brasileña de transporte tenía bajo su poder el ramal que atraviesa la región de Cuyo - San Juan - Mendoza - San Luis y Córdoba, sumado al servicio que brindaban en Entre Ríos, Misiones y Corrientes.

Jazztel se fue del país y se instaló en Chile

En febrero de 2013, la empresa multinacional española Jazztel que operaba el servicio de call center en la provincia de Córdoba, cerró definitivamente sus puertas y despidió a 159 empleados que fueron indemnizados.

La compañía alegó una gran pérdida de competitividad, sumada a la crisis que afronta España. Sin embargo, luego de erradicar todos sus negocios en Argentina, mudó sus operaciones al país vecino de Chile, en donde los números comenzaron a remontar.

La administración de los call centers denominados “Jazzplat” había apostado en 2002, luego de la devaluación, a ser una firma de punta en telecomunicaciones, aunque los problemas de inflación y restricción cambiaria, terminaron de adelantar su despedida.

En el momento de máximo esplendor, Jazztel llegó a contar con más de 1.500 operadores en la ciudad cordobesa, mientras que a fines de 2011, sólo realizaban actividades 159 empleados. En este momento, tiene operatividad en Chile.

Agropur vendió sus acciones lácteas

El contexto del mercado lácteo no es el mejor en el país. Varios productores locales han manifestado su descontento con las políticas agropecuarias que imparten desde el Gobierno nacional. La empresa lechera canadiense Agropur no fue la excepción a la regla y el 2 de noviembre de 2012 decidió partir de Argentina.

La compañía láctea Agropur se había insertado en la región en 2007 y cinco años le bastaron para tomar una decisión: retirarse de la productividad en la ciudad cordobesa.
En alusión a esto, desde la firma deslizaron que “la presencia de la compañía en la Argentina no encaja más con su estrategia internacional”. De esta manera, dispondrá la venta de su mitad en la empresa cordobesa “La Lácteo”.

Los motivos de su retiro fueron expuestos en el balance trimestral de 2012, en el cual adujeron que “la coyuntura económica que prevalece en la Argentina, combinada con las importantes necesidades de capital, no permiten la rentabilidad deseada”.

Nacida en 1938, las ventas de Agropur superan los 2.300 millones de dólares y alcanza una producción anual de 2 billones de litros de leche. Entre las marcas más prestigiosas de la administración se encuentran Oka, Yoplait, Sealtest, Natrel y Quebón.

Las condiciones financieras del país calaron hondo en la sociedad canadiense y después de cinco años de productividad en el mercado lechero, decidieron adoptar el alejamiento de la región.

El contexto económico echó a Louis Vuitton

La empresa francesa de marroquinería por excelencia de los famosos, Louis Vuitton, se sumó a las marcas que abandonaron el país. La retirada se oficializó el 23 de septiembre de 2012 y así, cerró su única tienda emblemática situada en la esquina de Ayacucho y Alvear en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En un comunicado oficial redactado por los directivos de la marca en Argentina, alegaron que “Louis Vuitton interrumpe sus actividades comerciales hasta el regreso de un período más favorable en el país”.

El local preferido por las grandes celebrities estaba instalado en el país desde 1995 y lleva en el mercado mundial una actividad de más de 150 años. Louis Vuitton posee locales comerciales en Santiago de Chile, en Brasil detenta tiendas en Curitiba, Barra Da Tijuca, Río de Janeiro y en la sede por excelencia de la moda internacional, Sao Paulo. Además, está insertado en Colombia y en Punta del Este.

Las trabas de los productos lujosos y de primera línea precipitaron la salida de la marca francesa en el país.

Sykes Enterprises aguantó cinco años

En julio de 2006, la norteamericana Sykes Enterprises desembarcaba en Argentina con la compra de la firma nacional Apex. La transacción fue de u$s 28 millones y de esta manera se aseguraba la adquisición de uno de los mayores centros de atención telefónicos.

El pago fue dividido en dos partes, un 80 por ciento desde el primer momento, mientras que el 20 por ciento restante fue solventado posteriormente. El dinero de la compra fue absorbido por tres empresarios: Craig Phillips, oriundo de Canadá, Javier Muñoz de Chile y Bernardo Flood, administrador argentino. La firma estadounidense es una de las de mayores magnitudes a nivel mundial en el rubro de call centers. Su llegada significó 3.500 empleados diseminados en las oficinas de Córdoba y otras ciudades argentinas.

Sykes Enterprises facturó en 2005 una suma de 20 millones de dólares, en tanto que en 2006, año de su llegada al país, desembolsó u$s 30 millones. La sociedad tiene sucursales en otros puntos de Centroamérica como Costa Rica y El Salvador.

Sin embargo, la estadía en Argentina duró tan sólo 5 años, ya que a fines de 2011 la administración se vio obligada a irse debido a las inestables condiciones económicas que atravesaba la región. El cepo al dólar, la imposibilidad de girar utilidades y las trabas a las importaciones, derivaron en una salida abrupta del país y dejó desempleadas a más de 5.000 personas. El dato llamativo es que en los países en los que se encuentra operando, no ha sufrido marcados desequilibrios.

Nextel denuncia prohibición del servicio

Nextel Argentina fue otra de las administraciones que dijo basta. La empresa que está bajo el liderazgo de NII Holdings decidió empacar debido al pésimo servicio del Estado nacional y a la prohibición para girar utilidades al extranjero.

La determinación fue tomada en la reunión anual del Council of the Americas y una de las razones principales fue la imposibilidad de brindar el servicio 3G, cuando sus inmediatas competidoras como Movistar, Claro y Personal, lo podían ejecutar normalmente.

Se pudo conocer que la disputa para adquirir Nextel Argentina está bajo la órbita de tres empresarios: Alfredo Román, titular de Exolgan y quien habría ofrecido una oferta de 150 millones de dólares, David Martínez, bajo su holding de inversión Fintech Advisory y Eduardo Eurnekian, bajo el mando de Corporación América.

La relación entre el presidente de Nextel Argentina (Rubén Butvilofsky) y el Gobierno nacional se rompió cuando la secretaría de Comunicaciones no le permitió ofrecer el servicio de Long Term Evolution (LTE), conocido popularmente como 4G. La negativa de esta prestación fue la gota que rebasó el vaso, teniendo en cuenta que en Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Colombia, entre otros países sudamericanos, el paquete funciona satisfactoriamente.

Sin embargo, desde la compañía aseguraron que el precio no bajaría de los 550 millones de dólares, debido a que en Perú, país con menos cantidad de habitantes, se vendió a 410 millones de dólares.

Si bien la caja recaudatoria de Nextel Argentina había bajado en los últimos años, la partida tiene que ver más con las condiciones económicas que impone Guillermo Moreno y con las trabas constantes que recibió la firma para programar nuevos servicios.

Vale muda su proyecto a Brasil

La gigante Minera Vale mudó su mega inversión que iba a realizar en Río Colorado debido a una combinación explosiva de tipo de cambio, regulación, inflación e impuestos. De esta manera, ejecutará un proyecto similar en Sergipe, localidad ubicada en Brasil.

La inversión de la firma brasileña será de 4.000 millones de dólares y la presidenta Dilma Rousseff vio con buenos ojos el desembarco, ya que este país importa el 90% de su potasa, la mayoría proveniente de Canadá y Rusia. Con este panorama, el boceto de Potasio Río Colorado quedó trunco y dejó un gran vacío, ya que el desembolso de 6.000 millones de dólares que iba a realizar Vale, pocas empresas pueden llevarlo adelante.

Desde la administración brasileña aseguraron que el capital depositado en el nuevo proyecto “Carnalita”, “permitirá a la compañía compensar en materia de producción la cancelación de sus planes en Argentina”. “Carnalita es muy importante para Sergipe y Brasil en su totalidad”, dijo Oliveira Junior, importante funcionario de la localidad donde se emplazará la mina.

En la misma sintonía, Oliveira aseguró que “una inversión de 4.000 millones de dólares hará una diferencia importante para nuestra región y nos ayudará a reducir la dependencia en las importaciones”. Estiman que la operatividad del nuevo emprendimiento de Vale en el norte de Brasil comience a funcionar en 2017.

Mientras tanto, las recetas económicas nacionales generan la partida de varias firmas. Ahora, en Río Colorado, buscan un nuevo inversor, aunque la financiación es muy elevada.

Yves Saint Laurent se va luego de 32 años

Después de 32 años, Yves Saint Laurent cerró sus puertas. Fue en septiembre de 2011. La prestigiosa marca con la que varias celebrities se visten optó por alejarse del país por una decisión estratégica de su controlante europeo.

La popular marca de indumentaria estaba en Argentina desde 1979 y su lugar será ocupado por la italiana Cerruti 1881, una firma del mismo grupo textil de Christian Lacroix.

Uno de los problemas mayúsculos fue que el 85 por ciento de las telas que utilizaba Yves Saint Laurent era importado, y debido a las diversas trabas en la Aduana, la compañía resolvió ponerle fin a su estadía en Argentina.

Por otro lado, las grandes empresas de ropa de lujo se encuentran bajo la lupa constante del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray. Este es otro de los motivos por los que Yves Saint Laurent armó sus valijas. En su lugar llegó Cerruti que hará una inversión de 350.000 dólares y dispondrá de un local de 160 metros cuadrados ubicados en el shopping Recoletta Mall, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION Nº 65 DE DESAFIO ECONOMICO

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