Política Nacional
19 de julio de 2012
ANALISIS
Los conflictos, sin solución ni negociación
El titular del Centro de Estudios Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, analiza la situación interna del país: “Al promediar julio la Presidente ratifica una vez más su ideología y su personalidad, para la cual la negociación es señal de debilidad”
(*) Por Rosendo Fraga
Al promediar julio la Presidente ratifica una vez más su ideología -que se manifiesta en la profundización del modelo- y su personalidad, para la cual la negociación es señal de debilidad. En lo que va del año ha usado la cadena nacional de radiodifusión en promedio una vez por semana. Pero entre el 9 y el 12 de julio inclusive lo hizo en tres de los cuatro días.
La primera vez adjudicó al mundo la responsabilidad por el freno local de la economía; la segunda, en presencia del gobernador de Buenos Aires, lo criticó por gestionar mal y acusó de evasor fiscal a un empresario inmobiliario que criticó la política del gobierno (al día siguiente sufrió sanciones por parte de la AFIP); y en la tercera al inaugurar Tecnópolis -esta vez Scioli decidió no asistir-, donde ratificó el rumbo nacionalista de su gestión y la llamada política de desendeudamiento.
Mientras diversos indicadores confirman el freno de la economía y el surgimiento de problemas con el empleo, medidas como la pesificación de las 80.000 pensiones extranjeras que se pagan en Argentina y la denuncia del Tratado con España para evitar la doble tributación siguen muestran la combinación de más estatismo en el capitalismo y más nacionalismo que orienta su gestión.
La actividad de la Secretaría de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo en el juicio contra el empresario Carlos Pedro Blaquier ratifica a su vez el sesgo ideológico que está profundizando. El fin de semana, el Congreso del Partido Comunista Argentino ratificó su apoyo a Cristina y La Cámpora siguió sumando posiciones en diversas áreas de gobierno, como la energética.
En este marco, la dureza del gobierno nacional en el conflicto con Scioli se ha incrementado. A las críticas públicas de Cristina se sumaron el fin de semana las del Vicegobernador (Mariotto), que lo comparó con De la Rúa, quien inició con imagen muy alta su gestión y terminó renunciando dos años después, desbordado por la crisis.
En su crítica directa cuestionó su tibieza y sus reuniones con figuras del espectáculo y el deporte. Quien secunda a Scioli además ha bloqueado todas las iniciativas para aumentar el financiamiento de la provincia en la emergencia y se sumó al paro de los gremios estatales contra el pago escalonado del aguinaldo.
La decisión de la Suprema Corte provincial y de las dos cámaras de la legislatura de pagar el aguinaldo completo y el fallo posterior de un juez que ordena pagarlo en 5 días, el que además criticó abiertamente al gobernador y anticipó que podría iniciarle una causa penal, ajustaron aún más el cerco sobre Scioli.
Sin poder sancionar una ley de emergencia económica provincial por la oposición de la legislatura y con dificultades para implementar alternativas de financiamiento como el pago adelantado de concesiones de juego, Scioli está decidido a resistir. Ha pagado en una primera cuota el 57% del medio aguinaldo y trabaja para pagar en una sola cuota lo que resta en pocos días. Pero la ofensiva continuará y la decisión de la Casa Rosada de terminar con él como alternativa política nacional no cambiará.
El conflicto con Moyano también se profundiza, con la división de la CGT y la reunión de los dirigentes anti-moyanistas con la Presidenta. Estos gremios se reunieron el 10 de julio, convocando su Congreso para elegir autoridades el 3 de octubre y Moyano realizó el propio el 12 de julio, siendo reelecto secretario general de la CGT por su sector. La Presidenta ahora toma posición abiertamente en su contra, desconociendo el resultado del Congreso y avalando a sus adversarios al recibir a los cincuenta y seis gremios relevantes de anti-moyanismo.
Más allá de la discusión sobre la cantidad de congresales de cada sector -el de Moyano alega tener 1013 sobre 1851-, quienes responden al dirigente camionero predominan en los gremios chicos y sus adversarios en los grandes. La alianza política de la Casa Rosada con los gremios que fueron aliados de Menem en los noventa -Moyano fue un opositor al gobierno nacional en aquel entonces- muestra que, para terminar con el reelecto titular de la CGT, Cristina está dispuesta a aceptar una flexibilización de la ideología en el mundo sindical. Pero la división de la CGT tiene lugar al mismo tiempo que la economía se frena y ello hace que los conflictos por despidos, suspensiones y salarios se incrementen, aun dentro de los gremios alineados hoy con la Casa Rosada.
También escalan los diversos conflictos provinciales, tanto en su faz económica como en la política y social. No sólo Buenos Aires se encuentra con dificultades financieras. Córdoba ha colocado un bono por 100 millones de dólares y Santa Fe, Entre Ríos y Chubut -los gobernadores de las dos últimas están muy alineados con el gobierno nacional- han emitido letras para poder pagar el medio aguinaldo.
La restricción económica es así un problema general, cuando las provincias están recibiendo el mínimo histórico en términos de porcentaje de coparticipación. Los problemas de varias economías regionales se acentúan por el cierre de importaciones, como sucede con la producción de aceitunas en La Rioja, donde productores reclaman en las calles.
En paralelo hay un aumento de las protestas antimineras en Catamarca y varias provincias más. Pero los conflictos que han adquirido mayor envergadura están en la Patagonia, la región que dio origen al Kirchnerismo-Cristinismo. En Chubut, el conflicto que afecta a la empresa que produce más petróleo de Argentina (PAE) cumple esta semana 30 días sin solución, amenazando el gobierno provincial con desconocer la concesión si la empresa no cede al reclamo del sindicato paralelo, que tomó y destruyó las instalaciones.
En Santa Cruz la huelga policial entra en su tercera semana, generando una situación muy crítica en la segunda ciudad de la provincia (Caleta Olivia) y con el gobernador (Peralta) reclamando la presencia de Gendarmería. En el Gran Buenos Aires el año pasado se registraba un homicidio a causa de robo cada cinco días y ahora uno cada dos, incrementándose las protestas por la inseguridad en este ámbito (Moreno), pero también en el interior de la provincia (Necochea).
En conclusión: la Presidenta, en las tres veces que usó la cadena nacional la semana pasada, ratificó su línea ideológica de más estado en la economía, más nacionalismo y su personalidad de no negociar frente a los conflictos; el cerco sobre Scioli se va cerrando para terminar con él como figura política nacional y las declaraciones de Cristina y Mariotto son elocuentes al respecto, pero el gobernador seguirá resistiendo con su estilo; la decisión de la Presidenta de recibir a los gremios anti-moyanistas implica que desconoce el congreso de la CGT que reeligió a Moyano y que está dispuesta a continuar el conflicto con él; por último, con la economía frenada, los diversos conflictos provinciales escalan en sus diversas manifestaciones.
(*) Titular del Centro de Estudios Nueva Mayoría