12 de junio de 2012
MAR DEL PLATA
En la escollera norte, la arena es para pocos
La gestión del intendente Gustavo Pulti licitó a fines de 2010, 15 balnearios ubicados en el Complejo Playa Grande. La empresa Purasal SRL a cargo de Ricardo Arturo Ferrara se quedó con la comercialización de dos grandes negocios. A 18 meses de la adjudicación, las obras siguen inconclusas
Las playas, la arena y el mar son piezas imprescindibles a la hora de armar el rompecabezas turístico, cualquiera sea el destino. Si algunos de estos tres elementos no se encuentran en una perfecta simbiosis, el calendario veraniego de la ciudad en cuestión, correrá serios peligros.
En este caso, las ostentosas unidades turísticas de Playa Grande, en Mar del Plata, vulneran la conjunción de estos 3 componentes. El factor que divide esta receta acabada y exitosa de playa, arena y mar, es el proceso licitatorio desmedido que se lleva a cabo en el distrito presidido por Gustavo Pulti.
Este patrón de adjudicaciones constantes para las UTF (Unidades Turísticas Fiscales) ocasiona un efecto secundario: el debate sobre lo público y lo privado. Así, la construcción y futura explotación de balnearios en el Complejo Playa Grande se transformó en el hit de los últimos veranos.
El último eslabón fue el proyecto denominado “Escollera Norte”, que mediante el decreto Nº 2.040, determinó que la empresa Purasal SRL sea la oferente encargada de la suntuosa obra. Sin embargo, esta adjudicación no fue la única en la ola desenfrenada de privatización o semiprivatización como prefieren llamarla algunos.
En noviembre de 2010, se licitó un paquete de 15 unidades turísticas en Playa Grande, entre las que se encontraba la de Escollera Norte. Una vez más, el Intendente de General Pueyrredón utilizó el lema nacional: “Playa para todos”.
El ex concejal de la Unión Cívica Radical, Carlos Katz, en diálogo con Desafío Económico le dijo que “hay bastante pataleo por esta nueva UTF porque está comiendo una parte de playa pública, era uno de los pocos sectores de arena pública disponible en toda Playa Grande”.
Según lo establece el pliego de la licitación, el permisionario podrá desarrollar las actividades publicitarias y gastronómicas. Además, deberá tener una sala de primeros auxilios y sanitarios públicos. En los últimos días, vecinos y turistas manifestaron su indignación por el adefesio que se está construyendo en el lugar. Se trataría de una estructura de cemento que tendría casi 70 metros de desarrollo paralelo a la Escollera por 7,50 metros de ancho, más 4 metros más de terraza. Sería un edificio de 3 plantas, una a nivel de arena, con espacio para guardar diversos elementos de playa, otra a nivel de la calle donde funcionarán los salones gastronómicos y un último nivel donde se ubicará otra terraza y un pequeño espacio para atender al público.
Katz le subrayó a Desafío que “en principio era una obra que fue presentada como pequeña, con una guarda de lanchas y de tablas de surf, pero el asunto mutó, están metiendo mucho hormigón para una construcción sobre la arena”.
Números bajo la lupa
La controvertida licitación del proyecto Escollera Norte trajo aparejada una serie de irregularidades que se evidenció en algunos números llamativos.
En primer lugar, las desprolijidades se plasmaron en una suma onírica y risueña: la adjudicataria Purasal SRL tiene que abonar un canon anual de 220 mil pesos por la explotación de de los balnearios más elegantes y tops que se encuentra en Playa Grande.
Además, tendrá que realizar obras por un monto que alcanza los 3 millones de pesos.
A grandes rasgos, cualquier esbozo que se planifique seriamente en una de las arenas más populares de Mar del Plata, trae consigo un negocio rentable y productivo en materia económica. Por estos motivos -un programa de tal envergadura, que a su vez se asegura un crecimiento financiero a gran escala- levanta sospechas sobre la relación de lo que se gana con el canon anual de $ 223.000 que debe remunerar la firma.
En segundo lugar, en el pliego licitatorio, quedó expresado que la prestataria desarrollará la comercialización del balneario durante un lapso extendido de 20 años. Aunque suene extraño, Purasal SRL estará a cargo de los servicios hasta 2030.
Por último, los tiempos de finalización de la obra se prolongaron en demasía. La infraestructura que se licitó en noviembre de 2010, tenía como plazo de culminación un período de 365 días. Sin embargo, ya transcurrieron 18 meses y el nuevo balneario
Escollera Norte brilla por su ausencia.
En alusión a esto, Katz le manifestó a Desafío que “en las unidades turísticas más interesantes en cuanto a la comercialización, las licitaciones fueron bastante desprolijas, como había mucha competencia, existieron impugnaciones, algunas las adjudicaron y otras no” y agregó que “en Mar del Plata hay que aggiornarse con los cánones que pagan las empresas que explotan los balnearios, porque están abonando cifras muy escasas”.
Playa para todos
Al mismo tiempo que Purasal SRL se hacía con la adjudicación del proyecto Escollera Norte, otros 15 balnearios eran licitados. Las privatizaciones, tal como en los años ‘90, llegaron a Mar del Plata, esta vez, la lente estuvo puesta en las playas.
Pero al resultado del proceso licitatorio desmesurado, se sumaron las formas en la que se produjo tal acción. Así, gran parte de las Unidades Turísticas Fiscales recibieron llamativamente únicas ofertas. De esta manera, el esquema en Playa Grande quedó diagramado del siguiente modo: la explotación del Balneario 0 quedó a cargo de Yatch Club; la actividad del balneario número 2 la desempeñará Mar del Plata Golf Club; la del número 3 estará en manos de Playas del Sol SA; en tanto que el 5 lo desarrollará Carlos Pipapftsidis, mientras que el número 8 lo comercializará Biología Surf.
Un dato anecdótico es la explotación del local comercial 5, que había sido otorgada a Ricardo Arturo Ferrara. Este hombre, sugerentemente, es uno de los gerentes de la compañía Purasal SRL, por lo tanto, Ferrara no sólo quedó a cargo del proyecto Escollera Norte, sino también del local comercial número 5, que fue adjudicado directamente tras haber una sola oferente en el concurso.
Este dato, al menos enciende la alarma sobre posibles acomodos en las adjudicaciones de los balnearios de Playa Grande. Sorpresivamente, para la comercialización de Escollera Norte, el Ejecutivo local con las comisiones evaluadoras correspondientes, analizaron la mejor oferta, que recayó en Purasal SRL. Pero además, se quedó con la mercantilización del local 5, debido a ser la única oferente. En este caso, se puede aseverar que Purasal corrió con mucha suerte o bien, con mucha ayuda.
Otro empresario mimado, es Aldrey Iglesias. Katz, le dijo a Desafío que “el dueño del Hermitage, que es Iglesias, hace cuatro años cuando le otorgaron el Hotel Provincial se le ocurrió cercar parte de Playa Bristol que era un espacio público y no le pidió permiso a nadie, cuando se supone que ese lugar lo administra la provincia de Buenos Aires. A raíz de esto, uno empieza a ver que hay un gran retroceso en sentido de playa pública en el distrito”.
Mientras tanto, en este concepto de Playa para todos o playa para pocos, dependiendo de la concepción con que se lo mire, las empresas se relamen pensando en un futuro no muy lejano y con un horizonte bien marcado: arenas privatizadas y cuentas engrosadas.
Licitaciones compulsivas en la feliz
La temporada estival 2011-2012 se acercaba y el show debía comenzar. Así, el gobierno de Pulti debía licitar tres unidades ubicadas en Playa Grande, una de las costas vip de Mar del Plata.
Los balnearios Nº 4B, 6 y la Pileta - Solarium se encontraban bajo proceso licitatorio para poder ser explotados. Debido a que en el primer llamado existieron irregularidades, realizaron un nuevo proceso adjudicatario, sin embargo, en la segunda presentación, los oferentes llamativamente fueron los mismos. Para la unidad turística fiscal N° 4B, se presentaron las empresas Red Hotelera Iberoamericana SA, con una oferta de $ 428.328 y un coste de obra de $ 4.568.673; y Salimar SA, con un canon de $ 280.000 y una suma de obra de $ 4.632.213,50. Para la unidad balnearia N° 6, las ofertas fueron de: Red Hotelera Iberoamericana SA, con un valor de obra de $ 3.600.370; Salimar SA, con un monto de obra de $ 5.266.161; y Ya Publicidad SA, con un tasa de $ 5.276.708.
Respecto de la Pileta - Solarium, las ofertas fueron consignadas por Red Iberoamericana con un monto de obra de $ 8.931.630; mientras que Salimar presentó un costo de $ 5.187.338,22. La empresa Salimar SA había presentado sobreprecios en los listados y todo el proceso se retrasó, aunque las privatizaciones compulsivas se establecían como moneda corriente.
LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION Nº 48 DE DESAFIO ECONOMICO