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Argentina
15 de marzo de 2012
EL VICEGOBERNADOR POR DENTRO

Quién es Gabriel Mariotto

Es peronista del Conurbano, militante universitario, periodista, director de cine y experto en fútbol, boxeo y la historia del justicialismo. En ocho años pasó de subsecretario a vicegobernador. Identikit del nuevo hombre fuerte de la Provincia

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Gabriel Mariotto llegó al segundo puesto de mayor importancia de la Provincia, la jefatura del Senado bonaerense, sin tener experiencia legislativa, ni una estructura propia, ni un referente provincial, ni un pasado en el Ejecutivo distrital.

Su camino fue atípico, sobre todo si se tiene en cuenta que es hombre de Lomas de Zamora. Su militancia no fue en la unidad básica, con la foto colgada del entonces caudillo Eduardo Duhalde; fue en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, donde ejerció varios cargos, hasta llegar a convertirse, en 2005 y hasta 2009, en el decano.

Puede decirse que su historia política comenzó en el ámbito universitario, y con el sello de su licenciatura en comunicación, obtenido en ese ámbito. A partir de allí se puso al frente de la radio comunitaria FM Ciudades.

En 1990 hizo el programa Tilingos y guarangos en radio Municipal, un ciclo nocturno en el que “se bajaba mucha línea y participaban como invitados periodistas amigos y políticos de la región, en un clima de mucho debate”, cuentan.

Ya por ese tiempo su fanatismo por la historia y los personajes intelectuales del PJ era un hecho consumado. Haroldo Conti, Armando Discépolo, Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz conviven en su biblioteca y en su memoria.

El teatro también se filtró en sus actividades, y formó parte de la producción de la obra -que recorrió varios países- Discepolín y su tiempo, protagonizada por el actor Rubén Stella. Para ese entonces Mariotto había descubierto una buena forma de concentrarse en lo que le gustaba, y escapar, aunque sea por un tiempo, de la difícil coyuntura política. Corría el fatídico 2001. Duhalde había accedido a la Presidencia, y Mariotto tomaba el avión hacia España. Fue con la intención de difundir la obra del artista plástico Ricardo Carpani, de quien organizó muestras; y además continuó con su actividad docente, dando clases en la Universidad de Granada.

Antes de que Néstor Kirchner asumiera la Presidencia, en 2003, el actual vicegobernador había regresado, y estaba atento a la figura del nuevo mandatario nacional.

Su nexo fue el entonces poderoso funcionario K Pepe Albistur. Mariotto fue designado subsecretario de la Secretaría de Medios de Comunicación de la Nación, y a partir de allí comenzó a confeccionar su relación con Néstor Kirchner, a quien consideró el Perón de este tiempo. Con la llegada de Cristina Fernández al Ejecutivo, el hombre de la UNLZ fue designado titular del Comfer, en reemplazo de Julio Bárbaro.

Fue el despegue, ya que desde ese puesto sugirió a la jefa de Estado poner en debate una nueva ley de medios audiovisuales. Mariotto fue un eterno batallador del tema, y existen videos donde se lo puede ver en charlas, en 1988, proponiendo que se reemplace el decreto ley aprobado durante la pasada dictadura.

CFK envió al titular del Comfer a recorrer el país con el anteproyecto bajo el brazo. La tarea, de mucha personería kirchnerista, posicionó cada vez mejor a Mariotto, que para esa fecha estrechaba su relación con la Presidenta. Al dirigente verticalista sólo se le escuchan elogios cuando se le pregunta por la señora de Kirchner.

Comentan que el vínculo es bueno, de coincidencias y charlas amenas. “Hablan en la misma sintonía cultural”, definen. CFK lo considera uno de los suyos. Por eso no dudó en ubicarlo cerca de Daniel Scioli, en la fórmula de gobierno.En la Provincia, Mariotto se ha rodeado de un entorno muy cercano, compuesto por el senador provincial Santiago Carreras; el titular del AFSCA, Santiago Aragón; la concejala Victoria Lorences, de Lomas; los secretarios de la cámara Baja Juan Manuel Pignocco (Administrativo) y Marcelo Torres (Relaciones Institucionales); el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni; y el director de Recursos Económicos de AFSCA, Sergio Medviginer, más conocido como “Chiquito”. Cerca, pero monitoreando desde Capital, se encuentra el ex radical K Roberto Porcaro. También, pero en rol de asesor, está el consultor Carlos Germano.

El vice, que sigue viviendo en Llavallol y sólo usa la residencia para cenas o encuentros, arrancó el año con el pie en el acelerador. Confrontó repetidas veces con el Ejecutivo, en el tema seguridad y derechos humanos, recorrió municipios en paralelo al Gobernador y dio inicio a una construcción exclusivamente cristinista.

Esto generó malestar en algunos sectores del PJ y movimientos sociales, que temen el desgaste de una carrera tan acelerada.

Para muchos es preferible ir despacio, y con una posición más contenedora. En el Senado, el hombre de Lomas está rodeado de un grupo joven, que lo secunda, aunque, por una cuestión generacional, no participan de su espacio, salvo el caso de Santiago Carreras, con quien Mariotto tiene una historia en común.

Los camporistas lo llaman “cafetero”, por una anécdota que suele repetir el jefe del Senado para mostrar el sentimiento peronista. El episodio sucedió mucho antes de que Kirchner llegara a la Presidencia.

Un movilero de televisión entrevistaba a un vendedor de café que había sufrido el robo de sus termos. Le preguntó si confiaba en que estos episodios podían superarse, y el hombre, convencido, le contestó que “lo va a solucionar Perón”. “Perón está muerto”, le respondió, incrédulo, el reportero. “Cuando vuelva otro Perón”, afirmó el cafetero. El remate de la anécdota es la presunción de Mariotto de que ese “Perón” que se esperaba como un Mesías fue Néstor Kirchner. De ahí la lógica que reparte en todas sus recorridas: “Si sos peronista, sos kirchnerista”.

Mariotto adora la cultura uruguaya, sus músicos, su poesía; sin embargo, no toma mate. Sus mañanas comienzan a las seis, con una caminata en la cinta y algo de boxeo casero, en el espacio que dispuso en su vivienda de Llavallol. Allí reside con su mujer, Gabriela Georgina Mendeguía (más conocida por el segundo nombre), y Matías, su hijo de 14 años.

A diferencia de otras primeras damas del Senado, Georgina mantiene su perfil bajo, y se dedica a su tarea social en el centro cultural Padre Mujica, creado hace seis años por su marido. “Ella siempre lo acompañó y lo bancó en todo; además es una mujer militante, involucrada en todas las causas sociales”, dicen sobre ella en el oficialismo.

Mendeguía, que es relacionista pública, se dedica a coordinar el grupo de “respuestas rápidas” del centro, que se encarga de ofrecer soluciones a cuestiones urgentes. “Hace las conexiones entre los pedidos que le formulan a Gabriel y las soluciones que se pueden dar desde el ministerio de Salud o de Acción Social de Nación”, indican.

Con ella Mariotto comparte la mayoría de los asados y picadas que organiza a diario en su casa. También las declamaciones, uno de los placeres heredados de sus ancestros. El vice, de memoria prodigiosa, recita sin pudor letras de tango o poemas de artistas postergados, como Alfredo Carlino, Nacho Wisky y Toni Mercado.

El cine es otro de los puntos de encuentro. Mariotto idolatra al realizador justicialista Leonardo Favio, y tiene como una de sus películas favoritas a Gatica, el Mono, donde conjuga sus dos pasiones: las películas y el boxeo. Dicen que es muy emotivo y no puede esconder las lágrimas ante algunas escenas o recuerdos.

El Gobernador

La relación con Daniel Scioli parece oscilar entre los roces y los acuerdos. Gobernador y vice no tienen muchas cosas en común, salvo el sello K. No escuchan la misma música, ni comparten libros, viajes o deportes. Tampoco hacen política de la misma manera, ni utilizan o conviven con los medios de igual modo. Esto, que por el momento no provoca rupturas, genera un clima hostil de incertidumbre.

Mariotto llegó al Senado muy a pesar del deseo de Scioli, y se posicionó en ese lugar con la consigna de observar que “cada paso que dé el gobierno provincial tiene que estar en sintonía con el Gobierno nacional”. Desde el mariottismo reafirman esta lógica, aunque resisten la idea de ser fiscales. Prefieren hablar de “acompañamiento”. Más allá de los términos, el vicegobernador maneja un discurso moderado, pero se mueve con un accionar de choque.

Le gustan el vino, el tango, la murga uruguaya, el folclore argentino y las sobremesas con amigos y compañeros. También la confrontación directa y el avance sin tregua.

Tiene una jefa, la presidenta de la Nación, y es absolutamente funcional a ella.Puso un pie en la Provincia, con calzado de origen nacional, y mientras le sigue los pasos al Gobernador, muy de cerca, intenta construir poder K en el territorio.

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