Amenaza de bomba en la Legislatura bonaerense y la Gobernación

La intimidación se realizó, esta tarde, mediante una llamada telefónica. Los efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires desalojaron a todo el personal legislativo, que en ese momento se encontraba en funciones dentro del edificio, situado en pleno centro de La Plata.

Hasta el momento, no se ha hallado ningún objeto sospechoso, por lo que los empleados, que cumplen tareas en la Cámara Alta y en la Baja, aún no han podido retomar sus actividades. Los uniformados continúan en la búsqueda de material explosivo.

El llamado alteró la tranquilidad de la jornada e, incluso, se prevé que el operativo se extienda en lo que resta de este viernes. Asimismo, se inició una causa penal, con participación de la Fiscalía de Juan Cruz Condomí Alcorta.

La modalidad parece no tener fin en territorio bonaerense. Durante 2018, en La Plata, el Ministerio de Economía y numerosos establecimientos educativos resultaron víctimas de estas acciones. Inclusive, el gobierno provincial comenzó a estudiar mil casos, en los que se podría multar a los padres por amenazas cometidas por sus hijos. Los castigos económicos partirían desde la base de sesenta mil pesos, que representa el costo mínimo de un despliegue de las fuerzas ante una situación semejante.

De hecho, un adolescente fue condenado a abonar la suma ya mencionada y a realizar tareas comunitarias, tras llevar adelante una intimidación a una escuela de Morón.

De acuerdo a un informe de la Procuración General de la Provincia, estos delitos se han incrementado en los últimos dos años, sobre todo, en el oeste y sur del Conurbano, y en el área de influencia de La Plata, ciudad en la que se alcanzaron las seiscientas amenazas en todo el año pasado.

Por su parte, el gobierno nacional también ha tomado cartas en el asunto. El jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, había señalado, días atrás, que “se debe estandarizar el valor de la multa para que a los ciudadanos no les cuesten estos ‘chistes de mal gusto’”.