10 de mayo de 2011
UN NEGOCIO EN POCAS MANOS
Alimentos para hospitales: oligopolio muy particular
Cinco empresas monopolizan la venta de alimentos para los 77 hospitales bonaerenses, con algunos detalles que inquietan. Lazos que se cruzan en otras licitaciones, presidentes que utilizan obras sociales sindicales y firmas que van a la quiebra pese a que se llevan millones del Estado
La venta de alimentos para los 77 hospitales dependientes del Ministerio de Salud de la Provincia se reparte, en trazos gruesos, entre cinco empresas que tienen algunos lazos llamativos y otras cuestiones no menores.
Una somera mirada por la Contaduría General de la Provincia arroja que un puñado de firmas levantan millones de pesos para proveer a hospitales que se encuentran desparramados en una provincia que tiene cerca de 15 millones de habitantes y más de 300.000 kilómetros cuadrados.
“Caterind S.A.” factura, en suma, unos 12 millones de pesos en los primeros cuatro meses de 2011. Se suben al podio “Servicios integrales de alimentación”, con cerca de 9 millones; “Friends food”, con algo más de 8 millones; “Compañía integral de alimentos”, superando los 5 millones, y “Resaka SRL”, con 3 millones.
Si la concentración de un negocio tan suculento en pocas manos no resulta lo suficientemente llamativa, sobran datos para llegar a la sorpresa. Por ejemplo, la firma Resaka SRL, cuyo presidente es Juan José Ramón Enricci, resultó adjudicataria de la Licitación Pública Nº3/04, para la concesión de la explotación de los hoteles, bares, comedores y otros de la Unidad Turística Chapadmalal, por un lapso de cuatro años, por montos que superan los 15 millones de pesos.
Lo curioso de Resaka SRL es que la adjudicación fue en conjunto con la firma Alta Tecnología Alimentaria S.A., otra de las afortunadas proveedoras de alimentos para Salud. El hotel de Chapadmalal estuvo en el tapete durante 2009 debido a que facturó 6 millones de pesos para recibir a gendarmes en sus instalaciones. El buen resultado de los negocios no le permitió, sin embargo, a obligaciones por $99.362,50, ya que los cheques emitidos para cancelarlas fueron rechazados.
El resto de las empresas que participan del negocio no se quedan atrás con sus peculiaridades. En dos de ellas, sus titulares no parecen tener un estilo de vida que se condiga con las facturaciones que exhiben. Jorge Welschinger, titular de Compañía General de Alimentos, está afiliado a la Obra Social del Personal de la Construcción, ya que trabajó en relación de dependencia en Calello Hermanos. Élida Muñiz, titular de Servicios Integrales de alimentación, elige, a sus 74 años de edad, la Obra Social del Personal Gráfico.