26 de noviembre de 2010
AGRODIPUTADOS
Desenlace de la mesa: Rancho aparte
Legisladores de Nación y Provincia evidencian la gruesa distancia entre las entidades del campo. CRA, FAA, Carbap y Autoconvocados se sirven de un plato frío y con leyes truncas. Denuncias de proyectos "cajoneados" y "doble discurso" de los dirigentes, antes en las rutas, y hoy en una banca
Las diferencias ideológicas anidadas en las entidades del campo que explicitan los dirigentes, se trasladan por transferencia y se convierten en verdaderos obstáculos legislativos para los agrodiputados del espectro nacional y provincial a la hora de sancionar leyes que favorezcan a los sectores agrarios.
“Proyectos cajoneados”, “falta de capacidad para conducir”, diversidad de posturas en las comisiones, imposiciones e interna partidaria (la radical) se conjugan en un plato del que todos comen pero en el que no sobra una ley firme que sostenga las demandas agrarias.
En esta cruzada de los intereses agropecuarios los diputados juegan fichas esenciales: por el lado de Federación Agraria (FAA), la representación en Provincia es encabezada por Jorge Solmi, de Unión PRO, y en Nación, por Ulises Chito Forte (radical pampeano) y Pablo Orsolini (chaqueño y socialista). En la otra pata de la Mesa de Enlace, hoy agrietada, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) encuentra en Jorge Srodek (Unión-PRO) su representante en la Legislatura; y ya en el ámbito nacional su línea directa es Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), mediante el formoseño y radical Ricardo Buryaile. En el medio, todo se sostiene con las bases, y los autoconvocados conducidos en el territorio bonaerense por el ex candidato de la CC por la Segunda sección, Armando Zavala Sanz, cruzados con los surgidos luego del Grito de Alcorta.
Los cruces, blanqueados por pocos, se producen por proyectos gestados en las propias fauces de las entidades. Desde FAA se demandan retenciones segmentadas para pequeños y medianos productores. Además, el ente comandado por Eduardo Buzzi plantea la creación de una ley de arrendamiento, para evitar la concentración de tierras en pocas manos, y subsidios, para recomponer las economías agropecuarias.
En la vereda contrapuesta, CRA y Carbap apoyan la abolición de los impuestos a los productos y de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), mientras que la Federación Agraria impulsa un organismo árbitro. “Nosotros reclamamos, unánimemente, que se eliminen las retenciones; las libertades de comercio para vender nuestros productos. Todavía no entendemos cuál es el mecanismo mental para que los diputados continúen manteniendo a la ONCCA”, advierte el presidente de Carbap, Alberto Frola.
Se tiran el fardo
Sin embargo, las hectáreas de distancia entre las posturas no radican sólo en postulados o iniciativas institucionales, sino en el accionar de sus representantes en la Legislatura. Federación Agraria acusa, en silencio, a Ricardo Buryaile, presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara baja, de “cajonear” sus expedientes; no obstante, la FAA es imputada por presentar un doble discurso de sus diputados: uno previo a la campaña eleccionaria de 2009, antes y durante el conflicto de la 125, y otro hoy, con la banca en su poder.
“Todo el movimiento está muy disconforme con FAA, no ha hecho más que entorpecer las cosas. No es el mismo mensaje de los dirigentes que cuando fue el conflicto, sobre todo en el tema retenciones. Estoy hablando de los dirigentes: de Buzzi, de Orsolini, de Forte, de Solmi; de toda la cúpula de Federación Agraria”, aclara Zavala Sanz. “No entiendo cómo giró el discurso, si es porque quieren quedar bien y guardarle la caja a través de las retenciones a un gobierno radical, o que continúe Cristina, o quieren asegurarse el futuro ellos. No entiendo bien por qué”, se pregunta el coordinador provincial de la Mesa de Autoconvocados.
Ante las imputaciones vertidas, el diputado provincial Jorge Solmi salió a respaldar a la FFA: “Acá se habla que Forte u Orsolini plantearon la liberación de los mercados, y de ningún modo ha sido así. Las críticas que se les hacen, no quiero hacer cargo sólo a Carbap, sino fundamentalmente a grupos autoconvocados, si uno mira los tapes, las declaraciones,
lo que se les achaca no es real. El discurso de la dirigencia federada no fue nunca de liberar el mercado, de asumir un discurso liberal”.
Uno de los diputados nacionales sindicados de modificar su discurso luego de acceder a la banca, esgrime: “Que salgan a buscar las grabaciones, las notas, los actos, antes, durante y después de la 125; lo que dije mis discursos durante la campaña política, lo mantuve. Yo nunca me prendí en el discurso de los autoconvocados que se están arrogando una representatividad de dudoso origen; ¿a quién representan?”, argumenta Ulises Forte. “Es fácil arrogarse la representatividad del mundo; ellos quieren representar a los productores, pe-ro los productores no se dejan representar por ellos”, se defiende el legislador radical de La Pampa.
Platos y cubiertos separados
Por otra parte, el resquebrajamiento de la Mesa de Enlace, trasladada a los agrodiputados desde las entidades o, mejor dicho, exaltada por éstos a raíz de los conflictos (blanqueados entre paredes) que conspiran con la sanción de leyes, encuentra como argumento para el “congelamiento” legislativo la pulseada radical que se juega en el Congreso nacional.
“Yo veo que hay un problema de interna: está Aguad, al que responde Buryaile, y Alfonsín, que es Chito Forte, otro que estaba para presidir la comisión de Agricultura”, allana Solmi de Unión PRO. “Esa interna no se resolvió y hace pagar a los legisladores del agro. Dejó todo en carne viva, y eso hace que haya un problema a lo largo de todo el año cuando vos tenés una situación de trabajo parlamentario, que tenés que hacerla colegiadamente y no en soledad”, apunta el diputado provincial.
Asimismo, desde la Federación Agraria denuncian un operativo para generar aún más tensión. “Hay un ex presidente de CRA, que sigue yendo a las reuniones de Carbap, que hoy es un operador de medios, y tira dos por tres memos o líneas de pensamiento para que piquen en algún lado. Hace poco tiró una donde expresaba la preocupación por cómo penetraba en la opinión pública el discurso de la FAA”, apunta en off un legislador.
En esta puja radical, el beneficiado resultó el cobismo, cuando el formoseño Ricardo Buryaile, apoyado por el cordobés Oscar Aguad, se quedó con la presidencia de la comisión de Agricultura de la Cámara baja, postergando a Chito Forte y a los alfonsinistas.
Los resabios de la escalada cobista, negados tajantemente por el mismo Forte, hicieron foco en la falta de manejo en la co-misión. “Se le complica conducirla, y eso es un problema. El tiene que administrar la diversidad y no imponerse, luego de ha-berse impuesto ya una vez para conseguir la comisión”, expone un legislador de Federación Agraria.
Las grietas en la mesa agropecuaria han astillado la relación entre las entidades. Vínculos que con el tiempo comenzaron a desgranar la moda de un grupo que supo polarizar la arena política. Las disidencias de sus agrodiputados, tanto en Nación como en Provincia, armaron una coyuntura que brilla por la ausencia de leyes y la abundancia de iniciativas. Desde el cajoneo a la imposición, desde el doble discurso a la operación. La puja de la UCR completa la radiografía de un sector desperdigado, donde algunos hacen “rancho aparte”.