Cómo nos afecta la ausencia de sexo
Una jefa estresada, una madre agobiada, una clienta que hace un escándalo en un supermercado, una moza que atiende quejosa … a todas se les adjudica un mismo estigma: el síndrome de “Malco”, una mujer que vive malhumorada a causa de la abstinencia sexual o su mal desempeño en la cama.
Si este ese mito lo inventaron los hombres, no se han dado cuenta de que- al afirmar que una mujer es “malco”, para disminuirla- en realidad lo que están afirmando es que ellos no lo saben hacer.
Como su nombre lo indica, el síndrome de la “malco” tiene mucho más que ver con la calidad que con la cantidad de encuentros sexuales. Un marido impotente, una relación aburrida y desgastada, una rutina agobiante, una pareja que ya no te gusta más o que ya no funciona, y tiene encuentros obligados que sólo sirven para ponernos de malhumor.
Mito machista o realidad, esta versión está profundamente arraigada en la sociedad argentina. Pero ¿realmente la falta prolongada de sexo altera el carácter? ¿Resulta más nocivo para las mujeres que para los hombres?.
“Si el no tener sexo es por decisión propia y acorde a como uno quiere vivir, el estado de ánimo de esa persona no se verá afectado”, cuenta la Licenciada Diana Resnicoff , especialista en sexología clínica. “Pero si la razón de esta abstinencia se debe a motivos externos, se puede convertir en una situación que provoque sentimientos de mucha soledad o fracaso; y es en ese caso que se recomienda consultar a un especialista”.
El problema pareciera ser que la falta de sexo y la imposibilidad de relacionarse genera estados de malhumor e irritación de la persona. Cuando de insatisfacción sexual se trata, las consecuencias son similares aunque en este caso “se verá afectado directamente el vínculo de la pareja”, indica Resnicoff.
La insatisfacción sexual es, entonces, nociva tanto en mujeres como en hombres y ello requiere una explicación. El orgasmo provoca la expulsión de endorfina, la hormona de la felicidad. Es así que una vida sexual plena produce bienestar, placidez y seguridad.