9 de diciembre de 2025
UN CUENTO CHINO
Cerró una histórica textil en Lanús y 50 trabajadores quedaron en la calle
Hazan Silvia bajó la persiana definitivamente y todos los empleados perdieron su trabajo. Un botón de muestra más de la crisis de la industria generada por la recesión y acentuada por la apertura de las importaciones.

Es una historia repetida en la Argentina de Javier Milei: cierra una fábrica y decenas de trabajadores se quedan en la calle. Puede ocurrir en el Gran Buenos Aires, en el interior bonaerense o en algún punto del resto del país. Las situaciones son similares; las causas, también.
Esta vez ocurrió en Lanús, donde la fábrica textil Hazan Silvia, que llevaba décadas de operación, bajó definitivamente la persiana, dejando en la calle a medio centenar de empleados.
“No se puede competir con los productos de China”, explicó el titular de la Asociación Obrera Textil, Guillermo Aguilar, quien destacó que, lejos de tratarse de un caso aislado, es uno más en una serie de cierres de fábricas textiles afectadas por la “apertura indiscriminada de las importaciones”.
Es que esa medida adoptada por el gobierno de Milei afecta directamente a las industrias, ya golpeadas por la caída del consumo. Y muchas, como Hazan Silvia, tienen que tirar la toalla.
Hace un mes le tocó a una fábrica de frazadas, que dejó sin trabajo a 20 personas cuando cerró, y luego otras 40 personas perdieron su trabajo al cesar sus operaciones una fábrica de telas de Burzaco, apuntó Aguilar.
También la emblemática fábrica de suéteres Mauro Sergio acusó el golpe y suspendió a 175 de sus 240 empleados; el destino de esos trabajadores está por verse, ya que la suspensión es efectiva hasta marzo, pero si para entonces no se reactivó la economía, es dudoso que puedan mantenerse todos los puestos de trabajo.