17 de noviembre de 2025
REPARTIÓ PAREJO
Todos culpables: Carbap apuntó a Nación, Provincia y municipios por las inundaciones
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa repartió responsabilidades por la falta de avances en las obras de la cuenca del Salado. “Todos, sin excepción, cargan con una cuota de responsabilidad que ya no pueden esquivar”, señalaron.

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa responsabilizó a Nación, Provincia y municipios por la falta de avances en las obras de la cuenca del Salado, y ratificó su “compromiso innegociable para terminar el Plan del Salado y proteger al interior productivo” de las inundaciones.
A través de un comunicado, la entidad del campo sostuvo que “desde hace nueve meses, los productores y habitantes de una amplia zona de la provincia de Buenos Aires -sobre todo en su región central- vienen enfrentando una inundación como no se veía desde hace muchos años. Este evento climático, que por ahora no muestra señales de retroceder, expuso con crudeza reclamos que venimos planteando desde CARBAP hace tiempo ante autoridades municipales, provinciales y nacionales”.
Tras señalar que “todos, sin excepción, cargan con una cuota de responsabilidad que ya no pueden esquivar”, la organización rural evaluó que “en la cuenca del río Salado -unas 17 millones de hectáreas- según cálculos realizados sobre imágenes satelitales tomadas entre el 11 y el 13 de noviembre, se registran aproximadamente 2.000.000 hectáreas inundadas/anegadas y casi 3.800.000 de hectáreas afectadas”.
“Cuando hablamos de superficie afectada, nos referimos a áreas que, aun sin agua visible, no poseen condiciones mínimas para avanzar con las labores de siembra: falta de piso, caminos intransitables y ausencia total de accesibilidad para maquinaria. En los hechos, son hectáreas que quedaron fuera de producción”, añadieron.
En tal sentido, exigieron “a los tres niveles de gobierno que asuman su responsabilidad”, estableciendo un “objetivo concreto, urgente e innegociable: para el año 2030, las obras del Plan Maestro del Río Salado deben estar terminadas en su totalidad”.
“No se trata de un slogan ni de una expresión de deseo. Es una obligación moral, productiva y social. Estamos hablando de millones de hectáreas productivas, miles de familias rurales y millones de bonaerenses afectados directa e indirectamente”, argumentaron.
En tal sentido, explicaron: “No pedimos lo imposible. No hablamos de tecnologías revolucionarias ni de colocar una misión tripulada en Marte. Se trata de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina cuenta con técnicos, ingenieros y maquinaria disponible. La capacidad existe; lo que falta es decisión política.
“Y frente a quienes repiten que “no hay plata”, la respuesta es simple y contundente: en esta cuenca sí hay plata: la generan los productores y la recaudan los tres niveles del Estado todos los años”, lanzaron.
Finalmente, aclararon que “2030 no es una meta aspiracional. Es un límite. Es una obligación. Y quienes gobiernan hoy —y quienes gobernarán mañana— deben asumir un compromiso público, explícito y verificable para cumplirlo. Porque las inundaciones no esperan. Porque la producción no espera. Porque la familia rural, la educación, la salud, la seguridad y el futuro del interior productivo tampoco pueden seguir esperando”.