14 de noviembre de 2025
POR REDES
Para Bianco, el acuerdo es el “más desigual y asimétrico desde el Pacto Roca-Runciman”
El ministro de Gobierno bonaerense destrozó el acuerdo económico anunciado por la Casa Blanca y dijo que se parece a iniciativas similares aplicadas en El Salvador, Ecuador y Guatemala.

Cuando caía la tarde del jueves, desde la Casa Blanca anunciaron un fuerte acuerdo económico y comercial entre los Estados Unidos y Argentina. Según el comunicado oficial difundido por Washington, el acuerdo se apoya en “valores democráticos y de libertad económica compartidos” entre ambas naciones.
El objetivo central de este acuerdo, según indicaron los norteamericanos, es promover el crecimiento sostenido mediante reglas claras, previsibles y transparentes para las empresas de ambos países. En ese sentido, se estableció la eliminación progresiva de aranceles y barreras no arancelarias, además de la apertura recíproca de mercados en sectores estratégicos.
En ese sentido, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, fue contundente al cuestionar la iniciativa en cuestión. A través de un posteo en su cuenta de X, el mano derecha de Kicillof dijo que el acuerdo “se perfila como el pacto económico-comercial más desigual y asimétrico firmado desde el Pacto Roca-Runciman”. También dijo que se trata de un “esquema 90/10” donde hay “15 obligaciones asumidas por Argentina” y solo dos de Estados Unidos.
Allí añadió: “Argentina se sumó a la misma fila que El Salvador, Ecuador y Guatemala: todos recibieron el mismo “framework” comercial, publicado el mismo día y con cláusulas casi idénticas. Pero esos países no tienen base industrial; son economías primarias”. Y añadió que: “A esto se suma un problema mayor: la negociación se desarrolló sin estudios de impacto, sin participación del Congreso, sin consultas a los sectores productivos y sin intervención de las provincias. Un proceso de diplomacia secreta que deja afuera a todos los actores interesados”.
Con respecto a las exigencias de Estados Unidos, Bianco sentenció: “EE.UU. exige la liberalización de sectores que representan cerca del 70% de lo que exporta a la Argentina: medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas. Es prácticamente todo su comercio estratégico hacia nuestro país”.
“Lo que ofrece a cambio es notablemente más impreciso: apertura para “ciertos recursos naturales indisponibles” y “ciertos insumos farmacéuticos no patentados”. El texto no identifica qué bienes son, qué volúmenes alcanzan ni qué criterios definen esa categoría”, añadió el ministro de Gobierno bonaerense.
También se refirió a las exportaciones de nuestro país: “Argentina exporta a EE.UU. petróleo, gas, oro, aluminio, productos agrícolas y diversas manufacturas. ¿Cuáles de ellos serían considerados “recursos naturales indisponibles”? ¿Incluye combustibles? ¿Incluye minerales estratégicos? No hay una sola respuesta en el documento. Lo que sí está claro es lo que queda afuera: EE.UU. mantiene las tarifas sobre acero y aluminio, dos sectores clave para el entramado industrial argentino”.
En ese sentido, Bianco añadió: “Este entendimiento no ocurre en el vacío. EE.UU. interviene de manera creciente en la vida política argentina: incide en procesos electorales, en la conformación de gabinetes, en la administración del comercio exterior y en la orientación de la política monetaria. La injerencia también es explícita en política exterior. Washington define a qué reuniones internacionales asiste o no el Presidente: que Argentina no vaya al Mercosur, al G20 o a la cumbre CELAC–Unión Europea, pero sí vaya a una asunción presidencial en Bolivia”.
“Este acuerdo y otros que se negocian en secreto con Washington reducen la soberanía argentina en su sentido más profundo: la libertad de un país para elegir su rumbo. Cada compromiso opaco y cada concesión unilateral nos vuelve menos capaces de decidir nuestro destino. No se trata sólo de frenar este esquema, sino de construir una inserción internacional distinta: basada en el interés nacional, en la búsqueda de socios que cooperen con el desarrollo nacional y en negociaciones que no se den en términos de subordinación, sino de igualdad”, cerró Carlos Bianco.