1 de octubre de 2025
NUEVOS INCIDENTES
Jubilados reprimidos en Plaza de Mayo: gases, forcejeos y acusaciones al Gobierno
En la habitual marcha de los miércoles, manifestantes reclamaban mejoras previsionales y rechazaban el veto sobre elja modificación jubilatoria; afirman que la Policía empleó el protocolo antipiquete y dejaron heridos y demorados.

Este miércoles, la movilización de jubilados convocada en Plaza de Mayo derivó en un enfrentamiento con efectivos de las fuerzas de seguridad. Al reclamar aumento de haberes y rechazar el veto presidencial al proyecto previsional, los manifestantes denunciaron que la Policía aplicó el protocolo antipiquete, arrojando gas pimienta e interviniendo con violencia.
Los incidentes estallaron cuando los cordones policiales intentaron liberar las avenidas aledañas al Congreso, provocando empujones y choque de manifestantes con los efectivos. Testigos afirmaron que los gases disparados generaron asfixia, ojos irritados y momentos de pánico entre quienes participaban pacíficamente de la protesta.
Miembros de organizaciones de jubilados denunciaron que varios manifestantes fueron demorados y que hubo personas atendidas por personal de salud presentes en el lugar. Desde la CTA Autónoma y la CTA de los Argentinos se responsabilizó al Gobierno nacional por “utilizar la fuerza contra quienes defienden sus derechos previsionales”, al tiempo que se insistió en que la acción policial excedió lo necesario.
En su justificación, fuentes del Ministerio de Seguridad señalaron que la medida se adoptó para restablecer el tránsito y evitar bloqueos excesivos. Desde el Ejecutivo, en tanto, se recordaron los recientes beneficios anunciados para los jubilados —descuentos del 10 % en miles de comercios y rebajas especiales en productos de perfumería y limpieza— como una acción de alivio ante la crisis.
La convocatoria de este miércoles se enmarca en el clima de tensión previo a las elecciones legislativas del 26 de octubre. Los organizadores afirmaban que la marcha no solo buscaba mejoras inmediatas para los jubilados, sino también rechazar las políticas de ajuste que aseguran afectan al sector previsional.
Mientras tanto, en redes sociales y medios ciudadanos circulan imágenes y videos de los enfrentamientos: jubilados con ojos llorosos, bordes de gases en las calles y escenas de cargadas policiales. Organizaciones de derechos humanos exigieron la apertura de una investigación independiente, cuestionando la proporcionalidad de la fuerza utilizada.
La movilización de este miércoles vuelve a dejar en evidencia una grieta en el tratamiento político de los reclamos previsionales: por un lado, un sector que reclama ser escuchado y protegido; por el otro, un aparato de estado que apela al control y la represión como respuesta. En esa pulseada, los jubilados quedaron en el epicentro de una crisis social y simbólica que sigue escalando en la agenda pública.