22 de julio de 2025
NUEVO ESTUDIO
Cerebros optimistas vs cerebros pesimistas: cómo funcionan y qué patrones siguen
Una investigación japonesa dice que el cerebro de los que ven el vaso medio lleno funciona de manera similar al pensar en el futuro, una sincronía que les lleva a relaciones sociales más satisfactorias; mientras que los que ven el vaso vacío muestran un grado mucho mayor de individualidad

Un trabajo de la Universidad de Kobe (Japón) analiza cómo se desempeña el cerebro de los optimistas y compara patrones con el de los pesimistas. La primera conclusión a la que arriban es que al pensar en eventos futuros, el cerebro de los optimistas funciona de manera similar, mientras que el de los pesimistas muestra un grado mucho mayor de individualidad. El trabajo ofrece una explicación de por qué los optimistas son vistos como más sociables.
Los optimistas tienden a estar más satisfechos con sus relaciones sociales y a tener redes sociales más amplias. Esta es la cuestión que decidió estudiar el psicólogo de la Universidad de Kobe, Yanagisawa Kuniaki. No obstante, estudios recientes ya habían demostrado que el cerebro de las personas que ocupan puestos sociales importantes reacciona a los estímulos de forma similar.
"Estudios recientes han demostrado que el cerebro de las personas que ocupan puestos sociales importantes reacciona a los estímulos de forma similar. Por lo tanto, es posible que quienes compartan una actitud similar hacia el futuro también lo visualicen de forma parecida en sus cerebros, lo que les facilita comprender las perspectivas de los demás", explica Yanagisawa Kuniaki, psicólogo de la Universidad de Kobe y autor principal del artículo publicado este lunes en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Yanagisawa reunió a un equipo interdisciplinario de psicólogos sociales y neurocientíficos cognitivos. Reclutaron a 87 sujetos de prueba que abarcaban todo el espectro, desde el pesimismo hasta el optimismo, y les pidieron que imaginaran diversos eventos futuros. Mientras lo hacían, se registró su actividad cerebral mediante una técnica llamada resonancia magnética funcional (fMRI), lo que permitió a los investigadores observar cómo el pensamiento de los sujetos sobre el futuro se materializa en sus cerebros como patrones de actividad neuronal.
Cuando los optimistas pensaban en eventos futuros, sus patrones de actividad neuronal eran similares entre sí. Los patrones de los pesimistas, en cambio, mostraron mucha más diversidad. Como ocurre con las familias de 'Anna Karénina', de de León Tolstói, "las personas optimistas son todas iguales, pero cada pesimista imagina el futuro a su manera".