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Martes, 8 julio 2025
Argentina
8 de julio de 2025
ROSCA A FULL

La estrategia de Fernández y Domenichini para armar el centro baraja aliados no radicales

El presidente del Comité Provincia y el titular de la Convención le torcieron el brazo a quienes buscaban un gran acuerdo opositor de todo el antekirchnerismo. Quedaron al mando del armado de una coalición centrista y exploran acuerdos con espacios afines y otros con ADN peronista. Negociaciones y primeros nombres para las listas.

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Con el mismo problema que atraviesa a todos los espacios políticos, la Unión Cívica Radical tuvo, tiene, y seguramente tendrá post elecciones, un debate interno muy fuerte sobre el camino a tomar. Por lo pronto, para este turno electoral decidió cerrarle las puertas a un acuerdo con los libertarios y se puso a trabajar en una tercera opción que buscará lidiar contra la polarización que proponen el peronismo y la Libertad Avanza en alianza con el PRO. Ahora, la construcción boina blanca busca ampliarse con aliados no radicales, que en algunos casos son peronistas de cepa, a la vez que debe contener hacia dentro.

En el radicalismo los dos espacios internos que terminaron en la Justicia el año pasado para dirimir quién se quedaba con la presidencia del Comité Provincia, hoy caminan de la mano gracias al acuerdo entre Miguel Fernández, el electo presidente del Comité por el oficialismo partidario, y Pablo Domenichini, su competidor en las elecciones internas, miembro de Evolución y hombre a cargo de la Convención del partido. La estrategia electoral de Fernández y Domenichini es construir un espacio de centro y, si no se produce, ir con la histórica lista 3. La tercera alternativa: libertad de acción para que los dirigentes seccionales construyan sus propios acuerdos.

“Nosotros no queríamos esto, pero es la postura que se impuso, la aceptamos y vamos a trabajar para que esto salga lo mejor posible”, se resignaba en la tarde de hoy un dirigente del interior que pugnaba por un frente antikirchnerista. Desde un sector entendían que el radicalismo debía acompañar al PRO en la aventura de ligarse al mileísmo, con el objetivo de que un gran frente opositor venciera al peronismo en la Provincia.

Entienden que dividir el voto opositor no hace más que beneficiar a Axel Kicillof y el kirchnerismo. Pero la postura que ganó la pulseada interna fue la de buscar una alternativa por el centro, y que sea el radicalismo el mascarón de proa de esa aventura, que ahora debe ganar musculatura política con alianzas sobre la hora con otros espacios, algunos más afines y otros no tanto. 

El temor es que el centro, como tantas otras veces ha sucedido, termine naufragando en la marea de la polarización. Las encuestas en los distritos anticipan una ruta difícil para esa tercera opción. También cunde el pánico de poner en riesgo los distritos, y aunque los intendentes puedan ganar esta vez con su lista de concejales, la escisión del PRO y la irrupción libertaria también les divide el voto a ellos y aparecerán otras opciones rivales para 2027, ya no será sólo el peronismo el que aspire a la intendencia, también estarán los violetas apalancados por los amarillos quienes pondrán en la cancha una nueva figura. Es un detalle que casi nadie menciona aunque es inevitable su aparición. Quien advirtió esto fue el jefe comunal de Balcarce, Esteban Reino, cuando pidió conversar con los libertarios. Lo hizo mirando cómo se configura el mapa político en su distrito. Está preocupado. 

En la estrategia encarada por Fernández y Domenichini la idea es que el radicalismo sea el que imponga las condiciones de la coalición, y si no es así armar la histórica lista 3. De todos modos, el radicalismo deberá ceder lugares si quiere ampliar la alianza en la que pretende llevar la bandera. Y es ahí donde entran los cortocircuitos de nuevo, ya no sólo puertas adentro sino con los eventuales socios.

La UCR pretende hacer valer su poder territorial, que lo tiene en algunas secciones del interior pero no en el Conurbano. En la búsqueda de los consensos con otras expresiones políticas todos tendrán que ceder algo y es allí donde la generosidad debe ganarle a los egos. ¿Podrán los radicales esta vez?

Comencemos con los socios más afines por su pasado radical, como por ejemplo Facundo Manes. El cierre con el neurocirujano, que pretende ser primer candidato a diputado nacional en octubre, está en veremos y para nada fácil de cerrar, aunque hay tiempo más allá del cierre de alianzas. Sí debe concretarse antes de mañana a las 24 la alianza con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el GEN de Margarita Stolbizer (que trabaja en tándem con Monzó). Hay quienes las mencionaban, a Carrió primero y a Stolbizer después, como posibles candidatas por la región norte del Conurbano, pero nada de eso ha madurado.

La estrategia de Fernández y Domenichini para armar el centro baraja aliados no radicales
La UCR decidió en la Convención de hoy, presida por Domenichini, ir a un frente de centro.

Si bien Miguel Fernández siempre buscó un acuerdo macro sin que se negociara por separado cada sección electoral, sobre lo que Domenichini no estaría en desacuerdo, si el radicalismo verdaderamente quiere ampliar la coalición en ciernes el presidente deberá resignarse a que los acuerdos sean, de alguna medida, por sección. Ya hay indicios de avances en algunas de ellas.

Dirigentes ligados a los estrategas aceptan que en la Primera sección electoral hay charlas avanzadas con el intendente de Tigre, Julio Zamora. Al peronista, ex Frente Renovador, hasta se lo menciona para encabezar la nómina de senadores seccional. Sin embargo no hay acercamiento, y no había acuerdo posible con el mandamás de Esteban Echeverría, Fernando Gray. Zamora y Gray viene trabajando juntos en la búsqueda, también, de consolidar un espacio de centr. Esperaron hasta última hora que Kicillof se emancipara del kircherismo, y como eso no va a pasar buscan otras salidas. Zamora parece haberla encontrado, Gray no. De la mano del tigrense también se cerraría con el Senador Joaquín De la Torre, poseedor del partido Encuentro Republicano Federal. 

En la Tercera sección buscan seducir al economista PRO Carlos Melconián para que lidere la nómina de concejales de la Tercera sección, donde el radicalismo tiene solamente un intendente y de uno de los distritos más chicos. Incluso, en el sur del Conurbano es donde más peso tiene el sector de Evolución. También en La Plata (Sección Capital) el grupo que responde a Martín Lousteau se quedó con la interna, pero es difícil acceder a un piso electoral de casi el 17% en una ciudad donde ya se vive la polarización el mil. De todos modos, hay quienes apuestan por un cierre con Julio Garro. El exintendente de La Plata se fue mal de su experiencia libertaria y está en duda si quiere jugar ahora o no. 

Una sección donde sí la tercera vía puede aspirar a superar el piso y colar diputados es la Segunda. Pero allí, otra vez, el poder territorial está en otras manos. El peso electoral de la sección lo tienen San Nicolás y Pergamino, sobre todo el distrito dominado por los Passaglia, quienes acaban de lanzar el espacio HECHOS. Pese a que los nicoleños manifestaron más de una vez que no quieren recetas viejas, hay conversaciones encarriladas para sumarlos al centrismo. Desde el propio radicalismo aceptan que si se llega a un acuerdo Manuel Passaglia encabezaría la nómina seccional.

El segundo lugar podría ser para la actual diputada María Paula Bustos. ¿Es radical? No. Responde al intendente PRO de Pergamino, Javier Martínez (quien abreva en el sector de Daniel Angelici). El alcalde está bastante molesto en cómo se viene manejando el acuerdo entre amarillos y violetas, y aunque ha manifestado ser orgánico parece haberse rebasado el vaso de su paciencia. Situación parecida atraviesan los tres jefes comunales alineados a Jorge Macri: Soledad Martínez, Pablo Petrecca y Marta José Gentile. Si finalmente se cierra el acuerdo entre la UCR, HECHOS y Martínez, el radicalismo colaría recién el tercer casillero de la lista (sería para el intendente de Rojas, Román Bouvier) y deberá ser una elección extraordinaria del espacio para que ingrese. 

La Cuarta sección, en tanto, se ha convertido en un verdadero galimatías en la confección de si alianza del medio. Uno de los dirigentes que comenzó con el armado del centro es Emilio Monzó y pretende, como pago a que su espacio y su experiencia electoral se sumen a la coalición, ser quien encabece la nómina de diputados provinciales para las elecciones del 7 de septiembre. Miguel Fernández, exintendente de Trenque Lauquen y presidente del partido, pretende que sea un boina blanca quien comande la boleta. ¿El propio Fernández? Hay quienes lo proponen, él dice que no y banca que sea un intendente.

Le ofrecieron a Erica Revilla, la jefa comunal de Genera Arenales, quien ya fue senadora en 2019 y debió volver al distrito en 2023. Revilla no quiere hacer de nuevo el mismo sendero. Tampoco Monzó estaría convencido que su espacio ocupe el segundo puesto. En definitiva, el monzoísmo pide de mínima lo que pone en juego (vence la banca del senador Marcelo Daletto) y que el diputado nacional líder del espacio tenga injerencia en el armado y la estrategia electoral. 

En la Cuarta también está suelto Guillermo Britos. El vecinalista mandamás de Chivilcoy se había acercado a Gray y Zamora, y derivaría de la mano del tigrense, además del buen diálogo que sostiene con Miguel Fernández. Y podrían quedar a la deriva los PRO Pablo Petrecca (Junín) y María José Gentile (Nueve de Julio). Algunos aventuran que si el juninense llegara a sumarse debería encabezar la nómina, como si faltaran elementos para complicar la cosa.

Con lo hasta aquí mostrado que la estrategia de Fernández y Domenichini le torció la voluntad al abadismo para no considerar un acuerdo con los libertarios, puertas que el trenquelauquense cerró quizá con demasiada antelación cuando declaró “ni con Kicillof ni con Milei”. Evolución lo venía diciendo desde mucho antes. Esa idea unió a los enemigos de la interna. Pero el problema se suscita en la intención de avanzar con una alianza conducida por el radicalismo, que quiere imponer las condiciones a la vez que debe salir a buscar aliados. 

La estrategia de Fernández y Domenichini para armar el centro baraja aliados no radicales
Miguel Fernández fue impulsado por Maximiliano Abad a la presidencia de la UCR

Las cuentas que se sacan son fáciles. Solos podrían no colar ningún legislador, con acuerdos que fortalezcan el espacio quizá sí, pero buena parte de esos espacios deben ser cedidos. ¿Cola de león o cabeza de ratón? Quedan pocas horas para decidirlo.

La Séptima sección, con un piso de 33,33% para senadores, entra en el plano del descarte a la hora de las prioridades para alimentar la oferta electoral. En la Quinta, con cinco senadores en juego, el radicalismo es fácil que imponga su poder territorial, porque es donde más intendentes posee. El problema es que históricamente las bancas se reparte entre los dos ganadores y para aspirar a una senaduría hay que alcanzar el 20% de los votos.

En la Sexta, donde se eligen diputados y se puede aspirar a ingresar porque se necesita algo más del 9% de los sufragios, el radicalismo también tiene poder territorial, pero no en los municipios más grandes. Hay además una puja entre el oficialismo partidario y Evolución sin resolver.

Son horas cruciales para quienes se pusieron al hombro el armado de la alianza centrista, y llegar a buen puerto les demandará atravesar una tormenta fuerte, primero para concretar la alianza y luego para acomodar las listas. Mientras tanto soplan vientos de todos lados, de adentro, de afuera y desde el inframundo. 

No pocos, con malicia, ven la mano hábil de Sergio Massa alimentando desde varios lados una coalición que pueda restarle votos a los libertarios. Si hasta se dice que Unión renovación y fe, el colectivo que se escindió de los libertarios tras haber sido colocado en las listas violetas de 2023 y al que siempre se asoció al excandidato a presidente, podría formar parte también del frente de centro liderado por la UCR. Massa, en sus ratos libres, habla con Lousteau, con Solbizer, con Monzó, con Pichetto, con Randazzo, y con tantos otros que la lista seguiría hasta mañana. Tampoco hay que desmerecer que si no es con Milei y si no es con el kicrhnerismo, la única alternativa es buscar a los votantas desencantados de los dos. Y los hay, claro que los hay.
 

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