El antagonismo entre Axel Kicillof y Javier Milei también se expresa a la hora de encarar las relaciones con diferentes países. Mientras se consolida la multipolaridad, el Gobernador busca abrir canales de diálogo con un abanico diverso con el foco en el BRICS y el Presidente arrastra a la Argentina bajo el ala de Estados Unidos e Israel. El contexto bélico en Medio Oriente enciende el debate ante tales movimientos.
No son pocos los especialistas en relaciones internacionales que coinciden en que el mundo va hacia una consolidación de la multipolaridad en un marco extremadamente conflictivo. Las grandes potencias mundiales que no logran imponerse por completo; el comercio globalizado, la dependencia entre países, son algunos elementos que marcan la complejidad del escenario. En este cuadro de situación, es que sugieren abrir canales de diálogo multilaterales y evitar el alineamiento estricto con un bloque en particular, sobre todo para naciones en desarrollo.
En los últimos meses la provincia de Buenos Aires intensificó su agenda de reuniones con representantes de otros países. En líneas generales, desde el Ejecutivo bonaerense plantean una orientación de cooperación y de búsqueda de inversiones para la Provincia. Entre los desafíos aparecen conseguir recursos para obras de infraestructura, impulso para el sector petrolero y la producción de fertilizantes, y el fortalecimiento de la educación y la cultura.
En cuanto al plano geopolítico, apuestan de manera estratégica a los países miembros del BRICS como China, India y Brasil. Incluso, Kicillof mantuvo un encuentro con Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. Pero no se queda ahí y extiende la mano a Francia, miembro de la Unión Europea (UE), como así también a Noruega, país integrante de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). En el radar también aparecen Cuba y Bolivia. Hasta hubo un encuentro del ministro de Gobierno de la Provincia, Carlos Bianco, con Riyad M. A. Alhalabi, encargado de negocios de Palestina en Argentina.
Sin embargo, Milei marca una diferencia tajante con el camino que comienza a trazar Kicillof y se aleja por completo de tal perspectiva. Una de sus primeras acciones fue impulsar la salida de Argentina de los BRICS para encuadrarse bajo los lineamentos de Estados Unidos e Israel. La postura profundiza la polémica en medio de la agudización del conflicto con Irán y los ataques bélicos a tierras israelíes que se dieron durante el último fin de semana.
Días atrás, el Jefe de Estado recibió en su despacho de Casa Rosada al embajador israelí, Eyal Sela, durante la reunión del "comité de crisis" al que convocó tras los sucesos militares. El hecho generó una fuerte controversia a nivel nacional y fue una ratificación del apoyo sin miramientos que practica el Presidente.
Previamente, desde la provincia de Buenos Aires, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, había solicitado al Gobierno nacional explicaciones sobre el viaje al cuartel general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas con el fin de solicitar la adhesión de Argentina como “socio global” de dicha alianza militar. “En un contexto de graves amenazas a la paz y la seguridad internacionales, este viaje del ministro Luis Petri implica una renuncia a la tradición argentina de autonomía y apuesta por la negociación diplomática frente a los grandes conflictos globales”, indicó. Además, señaló que es “una decisión que evoca los peores errores de cálculo geopolítico de nuestra historia nos coloca en un sendero riesgoso de alineamiento rígido a cambio de palmadas y promesas vagas, como ya ocurrió en los '90”.
En este marco, en diálogo con La Tecla, el sociólogo y periodista especializado en relaciones internacionales Marco Teruggi, consideró que "hay una política del Gobierno nacional de alineamiento o de subordinación a Estados Unidos e Israel muy clara". En esa línea, analizó que "esto trae como consecuencias perjuicios a los intereses nacionales porque es en simultáneo una puesta en tensión de las relaciones con China y Brasil que son socios comerciales determinantes para la economía nacional".
Sobre el rol de la provincia de Buenos Aires, manifestó que “intenta trabajar sobre el conjunto del mapa geopolítico disponible y que a Argentina le conviene que exista una multiplicidad de actores y no un mundo dominado por un solo polo".
De esta manera, Kicillof y Milei muestran una arista más de sus diferencias ideológicas, que generan impacto en la vida cotidiana de la población. La perspectiva de las relaciones internacionales de cada uno es diametralmente opuesta y genera debate en torno a las consecuencias para la ciudadanía en momentos de tensión en el mundo.
Axel Kicillof y el embajador chino Wang We
CRITICAS A KICILLOF
La oposición cuestiona las alianzas: “El BRICS no puede concretar ningún acuerdo con la Provincia”
La senadora bonaerense Flavia Delmonte de UCR-Cambio Federal, vicepresidenta de la comisión de Relaciones Internacionales, Comercio Exterior y Mercosur de la Cámara Alta, dialogó con La Tecla sobre la orientación en torno a los vínculos con otros países que adopta el gobierno de Axel Kicillof.
En ese sentido, consideró que “la provincia de Buenos Aires es uno de los distritos más importantes de Latinoamérica y como tal, es necesario su vinculación con el resto de los centros urbanos de relevancia mundial. En el contexto de globalización que atravesamos es condición sine qua non la proyección de las ciudades que emergen en esta región el trabajo en conjunto con organismos multilaterales de crédito y desarrollo, además de aprovechar la experiencia y contribución de otras naciones más desarrolladas. Por eso me parece vital para el crecimiento de la industria bonaerense, las relaciones internacionales”.
A su vez, aseguró que “el sesgo ideológico del Gobernador Kicillof se imprime no solamente a su política económica sino, lamentablemente, a las relaciones internacionales. No es casual su nexo estrecho con ciudades de China, Bolivia o Cuba, que tienen una clara posición en su política internacional y que el Kirchnerismo ha sido un aliado en esta parte de la región, junto con otros lideres políticos en otros países. Una posición internacional que cada vez va mermando más y que cada día tiene menos adeptos, está claro que con los índices de pobreza, indigencia y falta de desarrollo que tiene nuestro país estas políticas no han favorecido en nada, no es el único factor, pero si el aislamiento internacional o el sectarismo claramente perjudicó nuestra economía”.
Asimismo, indicó que “el camino de las relaciones internacionales debe ser el nexo con las principales economías del mundo y la cooperación permanente con los pueblos latinoamericanos que comparten realidades similares, a través de los canales institucionales que corresponden y no como la videoconferencia de Kicillof con Dilma Rousseff que es más un mensaje interno a la política que algo que traiga beneficios a las empresas bonaerenses, esperamos de nuestros representantes mucho más que reuniones inertes y posiciones infantiles. El BRICS no puede concretar ningún acuerdo con la Provincia de Buenos Aires por ser una entidad subnacional, por ende, la reunión debería haber sido con los representantes del Gobierno Nacional”.
Finalmente, Delmonte manifestó que “se merece destacar un hecho que es una luz de esperanza, como la reunión con los embajadores de Noruega y Francia, espero que de esas reuniones se hayan arribado compromisos que sean beneficiosos y fundamentalmente, se tome el ejemplo de cómo se desarrollaron estos países”.
Milei y la reunión de gabinete junto al embajador israelí Eyal Sela
LISANDRO SABANES – ESPECIALISTA EN RRII
Nación “en contra de los manuales” y Provincia con una “agenda lógica”
Lisandro Sabanés, especialista en comunicación política y relaciones internacionales, habló con La Tecla sobre la perspectiva que mostró el Gobierno bonaerense en cuanto a sus vínculos con otros países. Además, marcó las principales diferencias con la que impulsa Javier Milei.
En ese sentido, remarcó que la multipolaridad que se expresa en el mundo “supone que se impone como agenda de política exterior sentarte un poco con todos porque nadie tiene demasiado poder como para obligarte a sentarte con ellos solos como sí pasaba en los 90 o en la Guerra Fría”. Entonces, aseguró que “la agenda que plantea el Gobernador Kicillof va en esa línea, hace lo lógico y lo que manda la situación de acuerdo a los especialistas que observamos y analizamos la información internacional”. Si bien remarcó que es a una escala diferente a lo que puede desarrollar un Estado nacional, agregó que “es la agenda que corresponde y que llevan adelante la mayoría de los países que están en la situación de Argentina, de desarrollo medio”.
En tanto, sobre la orientación que tomó Milei, Sabanés afirmó que “es algo novedoso, disruptivo, que va en contra de los manuales porque la comparación que se hace muchas veces con la década del 90 para mí no es válida, sobre todo en el aspecto internacional. Se había caído el Muro de Berlín, no había más opciones y toda Latinoamérica, excepto Cuba, se alineó fuertemente con Estados Unidos”.
“Ese escenario no existe más. No es que hoy estás obligado a alinearte con Estados Unidos y con Israel”, expresó y sostuvo: “Con Israel es todavía más raro porque está perdiendo aceleradamente apoyo internacional. Durante muchos años, cada vez que emergía un conflicto con los árabes, con los palestinos particularmente, Israel levantaba muchísimo apoyo en todo Occidente y ahora ha perdido mucho status”.
Más adelante, Sabanés alertó que “contrariamente a la tendencia mundial, estamos en un conflicto medio tapado, pero latente, con China por un supuesto que nunca fue confirmado, pero las desmentidas tampoco fueron demasiado enfáticas. Se trataría de un supuesto encuentro de la Canciller con el representante de Taiwán, que es la línea roja para China. Después está el freno a las represas en Santa Cruz, las críticas a la base espacial China en Neuquén, si bien el gobierno ha sido más mesurado en ese sentido, se han puesto en línea con lo que dijo el Embajador de Estados Unidos”.
Axel Kicillof y Carlos Bianco con el embajador de Noruega, Halvor Sætre
MARCO TERUGGI – ESPECIALISTA EN RRII
“La consolidación de una multipolaridad demanda una capacidad de lectura de su evolución”
El sociólogo y periodista especializado en relaciones internacionales Marco Teruggi, indicó a La Tecla que “en términos geopolíticos, de la dinámica internacional, estamos en un momento de alta complejidad y conflictividad. Asistimos a la consolidación de una multipolaridad que demanda una capacidad de lectura de su evolución y de trabajo en base a las posibilidades que ofrece para los intereses nacionales o, en este caso, provinciales”.
En cuanto a la perspectiva del Gobierno bonaerense, detalló que “se puede leer la construcción de relaciones internacionales en base a esa posibilidad que está hoy sobre la mesa de las relaciones internacionales, por así decirlo. Es decir, poder trabajar con aliados históricos, tradicionales y necesarios para Argentina, como es el caso de Brasil, o el caso de China, y a su vez, poder mantener puertas sobre nuevas dinámicas como los BRICS, que se van, no solamente abriendo, porque ya hace tiempo que lo están, sino consolidando”.
“Entonces, creo que en ese contexto, si uno analiza esa política, ve el intento de poder trabajar en base a los intereses propios sobre la complejidad y las posibilidades que ofrece la actual configuración geopolítica”, añadió.
Luego, ante la consulta sobre cuáles deben ser los objetivos al momento de entablar relaciones internacionales entre los Estados nacionales, consideró que “los objetivos para un gobierno son los intereses nacionales, eso me parece que debería ser evidente. No lo es, sin embargo, en algunas administraciones como la actual, que uno ve que los intereses nacionales son puestos al servicio de los intereses de una potencia como es Estados Unidos”.
En esa línea, lanzó: “¿Qué gana Argentina con ese alineamiento?”. Entonces, recordó que “esta misma pregunta también estaba cuando gobernaba Mauricio Macri. Está con todos los gobiernos de un signo parecido similar en la región, que tienen un fuerte alineamiento de subordinación y a cambio de eso es poco lo que se recibe. Me parece que ahí está en términos muy pragmáticos y empíricos la diferencia en las relaciones actualmente entre Argentina o un país latinoamericano con Estados Unidos y Argentina o un país latinoamericano con China”.
“Poniendo el caso de China, qué ofrece, qué propone, cuáles son las inversiones, las áreas, los montos y los horizontes, hay una serie de intereses mucho más palpables y concretos que lo que ofrece actualmente Estados Unidos. Lo cual también es un debate en Estados Unidos porque han perdido territorio en América Latina, lo han reconocido, están intentando poner en marcha iniciativas para acortar ese territorio perdido, pero es poco lo que tienen para ofrecer”, agregó.
En tanto, Teruggi concluyó: “Por eso gobiernos como el de Milei, con una carga de alineamiento tan fuerte que responde más a un orden de lo ideológico antes que una lectura de lo que demanda la geopolítica actual, le es tan beneficioso a la política exterior de Estados Unidos, sea demócrata o sea republicana”.
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